Los precios de la Lotería Nacional podrían dar un salto histórico después de más de veinte años congelados. Las administraciones reclaman una subida general que llevaría el precio del décimo de Navidad y El Niño de 20€ a 25€, un cambio que, según el sector, es ya inevitable.
Los loteros aseguran que los costes se han disparado mientras las comisiones permanecen igual desde 2002. Inflación, energía, alquileres y personal… todo ha subido, menos su margen. Por eso piden a Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) una actualización que también tocaría los sorteos semanales.
El precio de los décimos de lotería: décadas sin subir de precios
El planteamiento del sector es claro: si el décimo de Navidad pasa a costar 25 euros, el incremento se trasladaría también al resto de sorteos. Los del jueves subirían de 3€ a 5€, y los del sábado pasarían de 6€ a 10€. Una subida fuerte, sí, pero los loteros insisten en que el sistema lleva dos décadas sin actualizarse.
Además, reclaman elevar su comisión del 4,5% al 6%, lo que permitiría compensar el estancamiento de ingresos. “Seguimos vendiendo igual o más, pero ganando menos”, explican desde la Asociación de Administraciones de Lotería, que lleva meses advirtiendo del deterioro del margen comercial.
De momento, SELAE no ha confirmado ni desmentido la posibilidad de un aumento, aunque en el sector dan por hecho que la presión crecerá en los próximos meses, antes de los sorteos de Navidad y El Niño.
Qué cambiaría para los jugadores
Si el Gobierno diera luz verde, el tradicional décimo de Navidad costaría 25 euros, manteniendo el mismo formato de series y participación. Los premios, por ahora, no cambiarían, aunque los loteros no descartan que una actualización del precio sirva también para reajustar las cuantías.
Para los jugadores más fieles, el incremento supondría pagar un 25% más por el mismo boleto. Sin embargo, muchos reconocen que el precio actual lleva más de dos décadas sin tocarse, y que una subida “ya tocaba”.
Postura del Gobierno y horizonte de cambios
Fuentes del Ministerio de Hacienda han reconocido que una revisión de precios no está descartada, pero que se trata de una decisión “sensible”. El Estado debería coordinar el cambio con las administraciones concesionarias y valorar su impacto en la recaudación.
Por ahora, los precios oficiales siguen congelados, aunque el debate ya ha prendido: ¿debe la Lotería Nacional actualizarse o mantener su precio simbólico? Mientras el Gobierno decide, los loteros aseguran que sin un ajuste pronto, muchas administraciones quedarán al borde de la rentabilidad.
En cualquier caso, el aumento del precio de los décimos parece cada vez más una cuestión de tiempo, no de voluntad. Y si finalmente se aprueba, será la primera subida en más de veinte años de historia del sorteo más popular del país.