Miles de personas en situación de desempleo se enfrentan cada mes al mismo problema: cuando se agota el subsidio del SEPE, el proceso para acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV) se vuelve largo, confuso y, en muchos casos, desesperante.
Esa realidad está a punto de cambiar. El Gobierno ha anunciado un sistema que permitirá pasar automáticamente del subsidio de desempleo al IMV, sin necesidad de volver a presentar toda la documentación.
Desempleo y ayudas sociales: el cambio que simplifica los trámites
Hasta ahora, quienes terminaban de cobrar el subsidio por desempleo debían iniciar desde cero la solicitud del IMV, gestionado por la Seguridad Social. Esto provocaba semanas —incluso meses— de espera, dejando a miles de familias sin ingresos entre un trámite y otro.
Con la nueva medida, el SEPE y la Seguridad Social compartirán directamente la información del beneficiario, de modo que el paso de una ayuda a otra será automático, sin papeles ni desplazamientos. El objetivo: que nadie quede sin cobertura en ese periodo de transición.
Cómo funcionará el nuevo sistema de transición entre desempleo e IMV
El cambio se aplicará de forma progresiva. Cuando una persona agote el subsidio, el SEPE enviará sus datos a la Seguridad Social, que revisará si cumple los requisitos para el Ingreso Mínimo Vital. Si es así, la prestación se activará sin necesidad de nueva solicitud. El Gobierno asegura que el cruce de datos permitirá “reducir los tiempos de espera” y “garantizar la continuidad de las ayudas”.
En otras palabras: se busca que el ciudadano no tenga que demostrar dos veces lo que la Administración ya sabe.
Esta automatización afectará principalmente a quienes cobran los subsidios por desempleo de larga duración, personas mayores de 45 años, parados de larga duración o familias con cargas familiares que se quedan sin ingresos tras agotar el paro.
El Ministerio de Inclusión calcula que cada año más de 250.000 hogares podrían beneficiarse de este traspaso directo entre el SEPE y la Seguridad Social, lo que evitará situaciones de desprotección y mejorará la gestión de las ayudas públicas.
Menos burocracia, más agilidad para los beneficiarios del desempleo
La medida forma parte de un plan más amplio para digitalizar las ayudas sociales y mejorar la coordinación entre organismos. Se prevé que el nuevo sistema empiece a funcionar en 2026, una vez finalizada la integración tecnológica entre el SEPE y la Seguridad Social. Hasta entonces, seguirá siendo necesario solicitar el Ingreso Mínimo Vital por separado, aunque el Gobierno ya trabaja en pruebas piloto en varias comunidades autónomas.
Con más de dos millones y medio de personas sin empleo, la coordinación entre subsidios y rentas mínimas es vista como un paso clave para mejorar la protección social. Los sindicatos lo han celebrado, pero advierten: sin más recursos humanos y técnicos, la automatización podría quedarse en promesa. El reto, según apuntan expertos, será asegurar que el sistema detecte correctamente los casos y que los beneficiarios no pierdan ayudas por errores de cruce o fallos informáticos.
El nuevo sistema busca que quienes agotan el subsidio de desempleo no se vean un solo mes sin ingresos. Un paso más hacia una red social continua, donde las ayudas no se cortan de golpe, sino que se enlazan automáticamente.