Reclamar el pago de la prestación de desempleo del SEPE si no has cobrado ya

El Servicio Público de Empleo vuelve a acumular demoras en las prestaciones

Retrasos del SEPE en el pago del paro

Retrasos del SEPE en el pago del paro

El SEPE, ese servicio de empleo que siempre llega tarde cuando más falta hace, vuelve a aparecer en escena por los motivos de siempre. Muchos beneficiarios han entrado a su banco esperando ver el ingreso del paro y se han encontrado la casilla vacía. Ni un euro. Otra vez el organismo habla de “procesos internos”, pero nadie explica qué está fallando.

Para quien depende del paro, las excusas no pagan facturas. Si el abono no llega en el margen habitual, toca moverse rápido. Y aunque el Servicio Público de Empleo no lo pone fácil, sí existe un procedimiento claro para reclamar antes de que el retraso se convierta en un lío mayor.

Qué hacer si el SEPE no ha pagado tu paro este mes

Si la prestación contributiva o subsidio no aparece entre los días 10 y 15, ya puedes considerar que hay retraso, aunque algunos bancos suelan adelantarlo por su cuenta. A partir de ahí, lo primero es revisar que la demanda de empleo sigue activa y que no falta ningún documento, porque cualquier mínimo detalle puede bloquear el cobro sin avisarte.

Cuando todo está en regla, el siguiente paso es reclamar. Puede hacerse por internet, por teléfono o con cita presencial, aunque esta última opción tarda más de lo que debería. Aun así, dejar constancia sirve para acelerar la resolución.

Cómo iniciar la reclamación ante el SEPE

El proceso es algo lento, pero conviene hacerlo cuanto antes. Lo habitual es entrar en la sede electrónica y abrir una incidencia de pago dentro del apartado de prestaciones. Antes de eso, es imprescindible comprobar que la demanda está renovada y que no aparece ninguna sanción o revisión abierta en el expediente.

Tras presentar la incidencia, se genera un justificante que conviene guardar. Si pasan varios días sin respuesta o el expediente sigue igual, entonces toca pedir cita física en la oficina. No es lo más cómodo, pero es la vía más eficaz cuando el retraso se prolonga.

Por qué se retrasan realmente los pagos

Aunque el SEPE nunca lo admita del todo, la mayoría de retrasos están relacionados con fallos administrativos, acumulación de expedientes y validaciones que se quedan atascadas. A veces es un cambio en el número de cuenta. Otras, una revisión automática por cruce de datos. Incluso la demanda caducada por error es un clásico que repite más de lo que debería.

También ocurre cuando hay cambios en la cuantía, altas recientes o modificaciones que el sistema no termina de procesar. El resultado es el mismo: el ingreso se congela y nadie avisa. Si han pasado más de quince días desde la fecha habitual y no ves ninguna incidencia clara en el expediente, ya es momento de insistir. En algunos casos, cuando el retraso es responsabilidad directa del organismo, la oficina puede autorizar un anticipo, aunque depende de cada centro y no siempre lo aceptan.

Aunque no debería ser tarea del ciudadano, conviene revisar el expediente al menos una vez al mes. Renovar la demanda puntualmente, chequear los datos bancarios y actualizar cualquier cambio en el momento es clave para evitar bloqueos que luego se traducen en pagos congelados sin explicación.