El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha confirmado que destinará una ayuda de 570€ mensuales a ciertos desempleados que se han quedado sin derecho a paro. La medida busca ofrecer un pequeño alivio económico a quienes ya han agotado sus prestaciones, aunque las condiciones son más restrictivas de lo que aparentan.
Esta prestación no está pensada para todos los parados. Solo podrán recibirla quienes cumplan requisitos muy concretos de edad, cotización e ingresos, lo que deja fuera a un número importante de personas en situación de desempleo prolongado.
SEPE y la nueva ayuda de 570€ para desempleados
El SEPE, organismo encargado de gestionar las prestaciones por desempleo en España, aplicará esta ayuda a partir de 2025 con una serie de criterios que limitan su alcance. La cuantía, que arranca en 570€ mensuales, se calcula sobre el 95 % del IPREM y está sujeta a una reducción progresiva con el paso de los meses.
Durante los seis primeros meses, los beneficiarios recibirán 570€ mensuales. A partir del séptimo mes, el importe unos 54€, y después del primer año, la ayuda se reduce a unos 480€ al mes. No es una prestación indefinida, sino un apoyo temporal para quienes ya no tienen derecho a la ayuda contributiva.
Requisitos para cobrar los 570€ de la ayuda por desempleo
Podrán solicitar este subsidio los desempleados de entre 30 y 55 años que hayan agotado el paro y cuyos ingresos no superen el 75% del salario mínimo interprofesional, es decir, unos 810€ mensuales. Además, deberán haber cotizado al menos 15 años a lo largo de su vida laboral, con un mínimo de dos dentro de los últimos quince.
Otro punto clave es estar inscrito como demandante de empleo y haber firmado la Declaración de Búsqueda Activa de Empleo, un compromiso que el SEPE utiliza para garantizar que el solicitante sigue buscando trabajo de forma regular. En caso contrario, la ayuda puede ser denegada o incluso retirada.
Limitaciones y duración de esta ayuda para desempleados
Aunque el SEPE presenta esta medida como un impulso social, lo cierto es que la cuantía se reduce conforme avanza el tiempo. Esto significa que quienes tarden más en reincorporarse al mercado laboral verán cómo su ayuda disminuye, incluso si su situación económica no mejora.
La duración máxima depende de los periodos cotizados y de si la persona tiene o no responsabilidades familiares. En los casos más largos puede llegar a los 30 meses, pero en otros apenas alcanza el año. Además, no es compatible con trabajos que superen ciertos límites de ingresos, lo que limita su utilidad para quienes intentan compaginar empleo parcial y subsidio.
El subsidio de 570€ del SEPE representa una ayuda parcial para un grupo muy concreto de desempleados sin derecho a paro. Se trata de un alivio temporal, no de una solución a largo plazo. Aunque ofrece algo de oxígeno económico, sigue dejando fuera a quienes no cumplen las condiciones exactas o viven situaciones laborales más irregulares.
En la práctica, el programa evidencia las carencias del sistema de protección por desempleo, que continúa dependiendo de trámites complejos, plazos ajustados y cuantías que no se adaptan al coste de vida real. Para muchos, el verdadero reto no es solicitar la ayuda, sino sobrevivir hasta que llega.



