El SEPE, el paro del SEPE y los subsidios por desempleo tienen una norma clave que muchos beneficiarios pasan por alto hasta que ya es tarde. Incumplir las obligaciones asociadas al cobro del paro puede acabar en suspensión… o directamente en la pérdida total de la ayuda. Con más de 1,9 millones de personas cobrando prestaciones o subsidios en España, el Servicio Público de Empleo Estatal aplica un sistema de sanciones progresivas que no depende de la cuantía cobrada, sino del comportamiento del beneficiario. Y el margen de error es menor de lo que parece.
En la práctica, el SEPE puede retirar el paro durante meses o extinguirlo de forma definitiva si se repiten ciertas infracciones. No hace falta fraude grave. Basta con no cumplir el compromiso de actividad o ignorar requerimientos básicos. El resultado es claro: quien cobra una prestación por desempleo y no respeta las condiciones, puede quedarse sin ella, incluso aunque todavía le quedaran meses por percibir.
SEPE y subsidio por desempleo: cómo funciona la extinción
El Servicio Público de Empleo Estatal gestiona tanto la prestación contributiva por desempleo como los distintos subsidios asistenciales. Para acceder a ellos no basta con cumplir requisitos iniciales de cotización o situación personal.
Una vez concedida la ayuda, el beneficiario asume una serie de obligaciones formales. El incumplimiento activa el régimen sancionador del SEPE, que está perfectamente escalonado.
No se trata de una decisión discrecional. Las sanciones están tasadas y se aplican de forma automática cuando se detecta la infracción.
El sistema de avisos del SEPE
El SEPE no suele retirar el paro a la primera. Existe un sistema de tres infracciones que marca el destino de la ayuda si el comportamiento se repite. En la primera sanción, el desempleado pierde parte del subsidio durante un periodo limitado. Si reincide, el castigo aumenta. A la tercera, el derecho desaparece.
Este esquema se aplica tanto a la prestación contributiva como a los subsidios por desempleo, incluidos los especiales.
Uno de los errores más habituales tiene que ver con el compromiso de actividad. Al empezar a cobrar el paro, el beneficiario acepta participar en acciones de inserción laboral. Negarse a cursos, entrevistas, programas de empleo o itinerarios personalizados puede activar la sanción. No es necesario rechazar un trabajo concreto. También genera problemas no renovar la demanda de empleo en plazo o no atender una citación oficial del SEPE.
Qué ocurre tras una sanción del SEPE
Cuando el SEPE impone una sanción, el pago del paro se interrumpe durante el tiempo establecido. Finalizado ese periodo, no siempre se reactiva de forma automática. Si el demandante no está inscrito como desempleado o no ha reactivado el acuerdo de actividad, la prestación sigue bloqueada. El cobro no se recupera hasta regularizar la situación.
En algunos casos, el retraso implica perder mensualidades que ya no se abonan.
Casos en los que el SEPE extingue el subsidio
El SEPE contempla supuestos claros en los que la ayuda se pierde sin posibilidad de recuperación. No todos dependen de sanciones reiteradas. Algunos responden a cambios personales o laborales del beneficiario que hacen incompatible el cobro del paro.
Entre los supuestos de extinción reconocidos oficialmente se encuentran los siguientes:
- Reincidir en infracciones leves o graves hasta agotar el régimen sancionador
- Agotar la duración máxima de la prestación o del subsidio
- Trasladar la residencia al extranjero fuera de los supuestos permitidos
- Fallecimiento del beneficiario
- Acceder a una pensión de jubilación o incapacidad permanente
- Trabajar por cuenta ajena durante 12 meses o más
Colectivos que también están afectados
Los subsidios especiales, como los destinados a emigrantes retornados, personas excarceladas o víctimas de violencia de género, no quedan al margen de estas normas. Aunque tienen requisitos de acceso específicos, el régimen de sanciones y extinción es el mismo. El SEPE no distingue por perfil, solo por cumplimiento.
Esto incluye también el subsidio por cotizaciones insuficientes y el subsidio tras agotar la prestación contributiva.
El SEPE insiste en que el desconocimiento no exime del cumplimiento. Todas las obligaciones se comunican en el momento de conceder la ayuda, aunque muchos beneficiarios no les den importancia. El paro y los subsidios no son automáticos ni incondicionales. Mantenerlos depende tanto de la situación laboral como del respeto a las normas.
Ignorar una citación o un curso puede parecer menor, pero a medio plazo es lo que más ayudas hace desaparecer.