Hacer la compra es algo muy habitual en nuestro día a día, pero durante los últimos meses se ha convertido en una tarea más complicada porque tenemos que ir mirando los precios de todos los productos que metemos en nuestra cesta de la compra. Y es que, debido a la inflación, la mayor parte de los alimentos que consumimos han visto incrementado su coste.
Por eso es necesario buscar la manera de reducir gastos y adquirir solamente aquello que nos resulte necesario. Pero esto es más difícil de lo que puedas imaginar, porque los supermercados están diseñados para persuadirnos y hacer que compremos más de lo que teníamos pensado en un primer momento. Si quieres saber cómo lo hacen, lo mejor es que sigas leyendo.
Estos son los 3 trucos de los supermercados para vender más
Los supermercados conocen muy bien como funciona la mente humana, y por eso utilizan distintos tipos de artimañas para conseguir que los usuarios compren ciertos productos o llenen su carro de la compra aun cuando no lo tenían previsto.
Pero hoy vamos a desvelártelos para que puedas estar pendiente la próxima vez que vayas a hacer la compra, así no caerás en sus redes y podrás elegir solamente aquellos productos que necesites realmente.
1. Colocar carros de la compra grandes
Por si no te has fijado, el tamaño de los carros de la compra ha ido aumentando con el paso de los años de manera considerable, y esto tiene una explicación psicológica. Nuestro cerebro tiene un defecto y es la tendencia a intentar completar algo para así sentirse satisfecho y reducir el nivel de estrés que le provoca no ver una cosa «completa».
Así que la conclusión es sencilla: cuanto más grande sea el carro que utilicemos, más productos vamos a incluir en el mismo y, como consecuencia, más vamos a gastar. Por eso, uno de los mejores consejos que podemos darte, es que utilices cestas de la compra o cualquier otro dispositivo que sea más pequeño.
2. Utilizar precios que no son redondos
Este truco es mucho más conocido, por lo que podríamos pensar que ya no tiene efectos sobre nuestra mente, pero nada más lejos de la realidad. Consiste, básicamente, en no utilizar cifras redondas a la hora de poner precio a los productos porque los consumidores no solemos fijarnos en los céntimos que acompañan a esa cifra y, como consecuencia, pensamos que el precio es más bajo. Es decir, si nos encontramos con un producto que cuesta 9,99 euros, no vamos a pensar que son 10 euros, sino que lo asociaremos con 9 euros.
Se trata de una práctica bastante antigua, pero que, según han demostrado diversos estudios, a día de hoy continúa funcionando. Y, de hecho, si te acercas a tu supermercado más cercano, seguro que puedes comprobar que esta estrategia todavía se utiliza con la mayor parte de los productos a la venta.
3. Usar el color rojo en las ofertas
Finalmente, existe otra práctica muy extendida como es el hecho de utilizar el color rojo para marcar aquellos productos que tienen una oferta, fecha de caducidad cercana, etc. Pero, ¿por qué utilizan este color? Lo cierto es que no se trata de una elección al azar, sino que lo hacen para llamar la atención de nuestro cerebro.
Y es que, por si no lo sabías, el color rojo para nosotros es una especie de señal de alerta que puede indicar peligro, por lo que siempre que lo vemos dirigimos nuestra mirada al mismo para ver qué es lo que sucede. ¿El resultado? Un aumento de las ventas de aquellos productos que están etiquetados de esta forma.
Como ves, son trucos muy sencillos, pero que puedes encontrar en tu día a día fácilmente. Esperamos que, ahora que sabes detectarlos, no caigas en la trampa y así consigas ahorrar lo máximo posible en tu compra.