Tres trucos para subir tu pensión de incapacidad permanente de la Seguridad Social

Cómo aprovechar las reglas de la Seguridad Social para aumentar tu pensión de incapacidad permanente

Subir el importe de tu pensión de incapacidad

Subir el importe de tu pensión de incapacidad

La Seguridad Social suele dejar a los beneficiarios con más dudas que certezas. Lo cierto es que, a la hora de calcular una pensión de incapacidad permanente, el organismo aplica reglas complejas que no siempre juegan a favor del ciudadano. Muchos trabajadores desconocen que existen caminos legales para mejorar la cuantía, aunque el propio sistema rara vez los explica con claridad.

Un funcionario ha revelado algunos de esos puntos clave que pueden marcar la diferencia en el bolsillo de quienes reciben esta ayuda. No se trata de milagros, sino de aprovechar al máximo lo que ya contempla la normativa. Aquí te resumimos tres movimientos que conviene conocer.

Seguridad Social e incapacidad permanente

En este tipo de pensiones, la base reguladora lo es todo. La Seguridad Social la calcula según las cotizaciones y los periodos trabajados, pero hay margen para que el beneficiario logre que sea más alta. Ajustar bien esa base es el primer truco: incluir todas las cotizaciones posibles y vigilar que no falte ninguna etapa laboral en el historial.

El segundo truco es revisar la modalidad de incapacidad reconocida. No todas las situaciones son iguales y, en función del grado, la prestación puede llegar al 100% de la base reguladora. La diferencia entre total, absoluta o gran invalidez es abismal en euros, por eso conviene informarse a fondo y no conformarse con la primera resolución.

El tercer punto tiene que ver con los complementos. La Seguridad Social contempla añadidos por cargas familiares, por necesidad de ayuda de tercera persona o incluso por determinadas condiciones personales. Muchos pensionistas no los piden porque desconocen que existen, y acaban perdiendo un dinero al que tenían derecho.

Más detalles que conviene tener en cuenta sobre tu proceso de incapacidad permanente

Un error común es pensar que la incapacidad permanente es inamovible. En realidad, se puede revisar con nuevos informes médicos o cuando cambian las circunstancias laborales. Esa revisión puede suponer un aumento de la cuantía, aunque también implica riesgos, ya que la Seguridad Social podría reducir la prestación si considera que la situación ha mejorado.

Otro aspecto clave es la retroactividad. Si un recurso prospera, se pueden reclamar atrasos desde la fecha en la que debería haberse reconocido la pensión. No son pocas las sentencias que obligan al organismo a pagar sumas importantes a los beneficiarios.

En resumen: aunque la Seguridad Social no lo ponga fácil, hay margen para rascar más en la pensión de incapacidad permanente. La clave está en informarse, pedir asesoramiento y no dejar pasar detalles que, a la larga, pueden suponer varios cientos de euros más cada mes.