No nos da vergüenza admitir que somos unos adictos a las torrijas. Si fuera por nosotros, nos llevaríamos los 365 días del año comiéndolas, pero tampoco es plan. Así que procuramos portarnos bien y seguir con las tradiciones, que para algo existen, y solo las preparamos y comemos durante la Semana Santa.
Mira que hay dulces para comer en esta época: rosquillas fritas, buñuelos al viento, leche frita, etc., pero nada, nosotros somos torrijeros hasta la médula. Y, como sabemos que a ti también te encantan, hemos hecho el trabajo por ti y hemos buscado, y recopilado en este artículo, los mejores trucos para conseguir torrijas cremosas. ¡Esperamos que te queden deliciosas!
Trucos para conseguir torrijas cremosas
Con la Semana Santa pisándonos los talones, nos hemos puesto en marcha con los preparativos, o lo que es lo mismo, estamos ya en búsqueda y captura de la mejor receta de torrijas de todo internet. Y, en esa búsqueda, hemos encontrado información muy valiosa que el repostero Alberto García Pérez, de la Pastelería Cala-Millor de Madrid, compartió en un taller de torrijas que impartió hace unos años y en el que habló de los mejores trucos para conseguir torrijas cremosas.
En ese taller desveló todos sus secretos mejor guardados para poder hacer unas torrijas cremosas, esponjosas y con un sabor único. Te dejamos aquí un resumen con los trucos para conseguir torrijas cremosas para que los pongas en práctica:
1. La importancia del pan
Como es lógico, el pan lo es todo en una receta de torrijas. Lo mejor es comprar un pan especial para torrijas, y ya si lo puedes hacer tú mismo en casa, pues sería la bomba. Alberto comentó que el mejor pan para torrijas se hace mezclando harina fuerte, harina floja, azúcar, sal, mantequilla, levadura, leche, agua y barnizándolo con huevo antes de la hornada. Además, de cada barra de pan te tienen que salir unas ocho rebanadas, así que otra clave para conseguir que sean esponjosas es que sean gruesas.
2. El truco de la leche
El líquido en el que se remojan las torrijas es vital para su óptimo resultado. No basta con mojarlas en leche y ya, sino que debe estar aromatizada. Alberto recomienda mezclar un litro de leche con 100 gramos de azúcar e infusionarla con una vaina de vainilla o canela en rama y piel de naranja. También recomienda remover mucho la leche mientras la calentamos para que el azúcar se disuelva completamente y no queden cristales y luego mezclarla con leche fría.
3. Tiempo de remojo
Cuando vayamos a remojar las rebanadas de pan en la leche aromatizada, esta siempre debe estar fría porque, si la utilizamos en caliente, lo único que conseguiremos es que el pan se ablande y se termine rompiendo cuando lo saquemos del remojo. Otro punto importante es que no debemos meter la rebanada en la leche y darle un vuelta y vuelta, todo lo contrario. Debemos dejar reposar el pan en el líquido durante unas horas, aunque si tenemos prisa podemos dejar cada lado 15 minutos en remojo. Cuanto más tiempo pase, más cremosas quedarán.
4. El escurrido
Cuando saquemos las torrijas de la leche, no hay que pasarlas directamente por el huevo y luego freírlas, sino que debemos dejarlas escurrir unos minutos en una bandeja sobre una rejilla. De esta forma, la leche que el pan no ha podido absorber se caerá en la bandeja. Básicamente con este paso del escurrido lo que buscamos es que el líquido de la leche no se mezcle con el huevo porque no nos crearía una buena capa para la fritura y, además, si va escurriendo leche esta salpicaría al meterla en el aceite y nos podría quemar.
5. La pasada por el huevo
Las torrijas hay que rebosarlas muy bien en el huevo, por lo que se recomienda darles un par de vueltas como mínimo y, después, hay que dejar que escurran de nuevo sobre la rejilla para que se caiga el exceso de huevo. Si hay mucho huevo rebosando, al freirlas no obtendrán una forma perfecta.
6. Así es cómo debes freírlas
Alberto recomienda que las torrijas se frían en un aceite de girasol que tenga sabor neutro para que puedan conservar su sabor aromatizado lo máximo posible. No aconseja utilizar aceite de oliva porque tiene un sabor más fuerte que el de girasol y afectaría al sabor final del dulce. En cuanto a la fritura, debes hacerlo con el aceite muy caliente y no meter muchas torrijas a la vez, unas cuatro o cinco en cada tanda sería más que suficiente. Cuando las vayamos sacando, lo mejor es escurrirlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
7. La cobertura final para tus torrijas cremosas
Aquí dependerá mucho de tus gustos ya que hay diferentes tipos de cobertura: azúcar y canela mezcladas, almíbar de miel, almíbar de vino, leche con canela, etc., pero todas ellas tienen algo en común y es que es mejor cubrirlas cuando todavía estén templadas para que así consigamos el resultado perfecto.
Nosotros estos días vamos a preparar ya nuestra primera tanda de torrijas y vamos a poner en práctica todos estos trucos para conseguir torrijas cremosas. ¡Ya os iremos contando qué tal nos quedan!