Entre todos los objetos asociados al vino, el sacacorchos es uno de los más útiles. Justamente, es el que permite abrir la puerta de acceso a tan fascinante bebida. El descorchador, como también se le conoce, es una herramienta compuesta por una hélice metálica (aunque hay de muchos otros materiales y aleaciones) con un mango o una palanca, que se inventó y registro en Inglaterra en 1795 con la finalidad de extraer los tapones de corcho de los frascos y botellas de vino o jarabes.
Pero, como acontece cuando se trata de herramientas útiles, su valor se multiplica cuando se requiere de su uso pero, por alguna razón no se cuenta con uno. Y es algo muy común, bien sea porque está dañado, o se nos haya olvidado al ir de camping. Es allí cuando se activa la creatividad. Aquí te mostramos algunos sustitutos que puedes usar para descorchar de manera efectiva tu botella de vino.
¿Existen sustitutos para el sacacorchos?
Todo lo creado tiene una razón de ser y cuando se trata de cosas prácticas más aún. De modo que estrictamente hablando, ningún otro objeto podría sustituir el sacacorchos, porque este ha sido creado con un diseño en particular, simple pero muy útil. No obstante, aquí te mostramos algunos objetos que de manera puntual pueden servirte cuando por alguna razón no tienes a la mano una de estas herramientas.
Como sabemos que te gusta disfrutar de una excelente bebida en buena compañía, te mostramos los mejores vinos para disfrutar en pareja o con amigos.
Estas son las mejores alternativas para el sacacorchos
En primer lugar, hablemos de uno muy usado y común en cualquier cocina, el cuchillo. Si es fino y se encuentra afilado, mucho mejor. Introduces la punta entre el corcho y el borde de la botella. Luego, que el filo del cuchillo está más profundo haz palanca y el corcho empieza a salir. Sacas el cuchillo, giras la botella y repites la operación por otro espacio del corcho.
Debes hacerlo con sumo cuidado porque si ejerces mucha fuerza puedes romper el corcho y si te excedes de más, también puede haber un accidente con la botella. Otro dato que ayuda mucho, y que solo lo certifica quien haya intentado este método, es que debes buscar la forma de colocar la botella de una manera firme, puede ser presionada entre las piernas, porque al hacer los movimientos con el cuchillo, necesitas que la botella no se mueva y así podrás sacar con mayor facilidad el corcho.
En segundo lugar, puedes usar un tornillo. En este caso, solo necesitas encontrar un tornillo y algún alicate. Introduce la punta del tornillo en el corcho y aprieta el tornillo horizontalmente con el alicate, vas tirando hacia arriba con pulso hasta que empiece a salir el corcho. Los espirales del tornillo hacen las veces de la forma del sacacorchos, lo cual ayuda mucho y la fuerza para que salga el corcho la ejerces a través del alicate. Al igual que en el método anterior, una clave para que tengas éxito es que fijes muy bien la botella para evitar algún accidente.
El tercer objeto muy útil para paliar la ausencia del descorchador son unas tijeras. Se trata de uno de los últimos recursos, si no tienes a la mano algunos de los objetos anteriores. Introduces hasta la mitad la punta más fina de la tijera en el corcho, giras el mango de la tijera y en la medida en que el corcho salga haz palanca hasta que termine de salir.
Por último, tenemos al más desconocido y menos usado, porque también puedes utilizar una percha. Para ello, hay que enderezar el gancho de la percha para hacer otro gancho más pequeño. El alambre deberá estar recto contra el borde de la botella y el gancho hacia adentro. Giras el gancho, lo mueves poco a poco y tira hacia atrás para sacar el corcho con cuidado.
Lo gracioso de este tema es que la principal atención lógicamente siempre gira entorno a la bebida, pero es muy común que a los involucrados se les olvide este objeto tan útil. Es allí, en los casos cuando no contamos con uno cerca, que puedes activar alguna de las anteriores soluciones prácticas, algunos sustitutos temporales del famoso sacacorchos.