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¿Conoces la leche frita? Te enseñamos a preparar este rico y peculiar dulce

Esta receta española es algo laboriosa, pero también muy original y rica de sabor.

te enseñamos a preparar la leche frita

La leche frita es uno de los postres más clásicos y tradicionales de la repostería española, y se sirve sobre todo en época de Cuaresma. Es un dulce de textura blanda que recuerda mucho a una croqueta, tanto por su preparación como por su aspecto y su cremosidad. Cuando se sirve en los restaurantes, suele acompañarse de una mousse, salsa de frutas, crema de vainilla…

Sin embargo, es una receta que no muchos se animan a hacer, pues requiere de mucho tiempo y paciencia; pero eso no quiere decir que no sea fácil: simplemente se tarda en preparar. A continuación, te daremos toda la información necesaria para que puedas elaborar este postre tan especial. ¡Te aseguramos que te encantará!

Origen de este dulce tan característico

El origen de la receta de la leche frita, al igual que sucede con muchos otros de los platos más emblemáticos de la gastronomía española, es árabe. No obstante, los cristianos se apoderaron de ella y, desde entonces, se la considera un postre tradicional de Semana Santa. Es un dulce que forma parte de los llamados “postres de sartén”, grupo en el que está incluida la torrija. Estos postres destacan por su modo de preparación sencillo (fritura) y porque se consumen calientes o tibios.

la leche frita es un postre típico español muy rico

En cuanto a su autoría, no son pocas las regiones de España que la reivindican. Entre ellas encontramos a Palencia, Valladolid y el País Vasco como las que la reclaman con mayor fervor. De todos modos, cuesta mucho encontrar datos fiables y sólidos acerca de la procedencia de recetas populares que se han compartido de forma oral a lo largo de los siglos, y por tanto lo más seguro es decir que es un postre con un origen árabe. Lo mejor es dejar de pelearse por estas cuestiones y simplemente dedicarse a disfrutar de un postre fantástico.

Receta tradicional de leche frita

Si te decides a prepararla, debes tener en cuenta que vas a estar metida o metido en la cocina durante un buen rato. Sin embargo, todo lo que vale la pena cuesta esfuerzo y tiempo: piénsalo así, porque te aseguramos que el resultado final es magnífico.

Ingredientes necesarios

Elaboración

Esta receta es muy laboriosa, pues requiere de tres procesos: aromatización de la leche, preparación de la crema base de la leche frita, el reposo de dicha crema y, por último, la fritura (en ese orden). Es importante que completes bien todos ellos, porque si no lo que te saldrá será un auténtico desastre.

Cómo aromatizar la leche

  1. Lava muy bien el limón y pela su piel de manera fina, evitando la parte blanca para que el postre no se amargue.
  2. Abre la vaina de vainilla y saca las semillas. Resérvalas para añadirlas a la leche más adelante.
  3. Separa un vasito de leche del total que vas a emplear y resérvalo. Calienta el resto de la leche en un cazo a fuego medio casi hasta el punto de ebullición.
  4. Baja la temperatura y retira el cazo del fuego. A continuación, añade las semillas de vainilla, la mantequilla, la piel del limón y la ramita de canela. Deja todo en reposo infusionando durante unos 5 minutos.

Preparación de la crema base

  1. Mezcla el almidón o la harina de maíz en el vaso de leche y mézclalo todo de manera que no queden grumos. Usa una batidora si es necesario.
  2. Separa las yemas de las claras y ponlas en un bol. Después, bate con el azúcar hasta que la mezcla espumee.
  3. Añade el vaso de leche y la harina de maíz (maicena). Vuelve a batir todo hasta que no queden grumos. Debe quedar al final una masa homogénea, la cual tienes que reservar cuando la termines.
  4. Cuela la leche infusionada y vuelve a añadirla al cazo. Caliéntala a un punto de media ebullición y añade la masa que has obtenido en el paso anterior, poco a poco mientras bates manualmente con una varilla sin parar hasta que veas que espese. No dejes de remover, porque si no puede quemarse o pegarse al recipiente.

Reposo de la crema

  1. Elige la bandeja que vayas a emplear para la crema de la leche frita. Te recomendamos una de cristal rectangular de unos 32×24 centímetros, previamente untada con un poco de mantequilla por si acaso.
  2. Vierte la masa de leche frita en la fuente para que quede del grosor deseado (aproximadamente 0,5 -1 centímetros). Déjala enfriar por lo menos un par de horas. Si la haces el día anterior a comerla estará mucho mejor.
  3. Cubre la masa de la leche frita con film transparente, de forma que toque la masa. De esta manera, no le saldrán “costras” y quedará muy suave.
  4. Deja enfriar la masa en la nevera. Insistimos en que es mejor tenerla preparada el día o la noche de antes. Cuantas más horas se refrigere, mejor.

Fritura de la crema

  1. Cuando la masa esté fría y compacta, desmóldala con cuidado volteando el molde sobre una bandeja. Después, córtala en porciones cuadradas o rectangulares con el grosor que más te convenza.
  2. Pásalas por harina y luego por huevo batido, hasta que se impregne bien por ambas caras.
  3. Fríe en una sartén grande con abundante aceite de oliva suave o aceite de girasol.
  4. Cuando adquieran un color dorado, sácalas con una espumadera. Te llevará un minuto y medio por cada lado aproximadamente. Retira los restos de huevo y las bolitas típicas de fritura si las tuviese.
  5. Déjalas secar encima de un papel absorbente y pásalas por la mezcla de canela molida y azúcar. Ya solo queda lo mejor, después de tanto tiempo… ¡disfrutar de esta fantástica receta! ¡Bon appétit!
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