Cuando llegan los días fríos del invierno, no hay nada como esa sensación de calidez que transmiten las alfombras. Coloridas, suaves, mullidas… las hay de mil modelos diferentes y todas tienen en común, además de esa calidez, la capacidad para transformar la decoración del salón, el dormitorio o el pasillo y elevar su nivel.
¿Pero cómo elegir? ¿Cuál queda mejor encajará mejor en la decoración de nuestro hogar? La decisión a veces es difícil. Por eso, dejando a un lado formas y tamaños, vamos a dar unas pinceladas que te ayudarán a escoger esa alfombra que dará vida a tu hogar y conseguirá que las estancias resulten mucho más acogedoras.
Alfombras de pelo largo, un clásico en decoración
Si algo tienen las alfombras de pelo largo es que combinan en cualquier estilo decorativo. Así que si eres de esas personas que camina descalza por casa, son la opción más versátil y más calentita también para el invierno. Simplemente elige un color que vaya bien con el estilo de tu casa y el resto de la decoración. ¿Tienes dudas? Opta por beiges, grises o gama de marrones, triunfarás, seguro.
Este tipo de alfombras son maravillosas, pero tienen un inconveniente: se ensucian con facilidad y pisadas constantes las pueden estropear, así que siempre son mejor opción en dormitorios que en salones. Si quieres una buena alternativa, mucho más sufrida, no lo dudes, alfombras tejidas en lana. Son casi igual de calentitas, más resistentes y se limpian mucho mejor.
Alfombras de estilo oriental o persas
Otro tipo de alfombra que encaja en ambientes muy diferentes. En salones clásicos, por ejemplo, es muy habitual. Pero en aquellos otros de aires rústico o incluso actual pueden quedar fantásticas. Son, además, maravillosas para introducir un toque de color sin perder elegancia.
Y tienen una gran ventaja: son atemporales, sean cuales sean las tendencias decorativas del momento, siempre están vigentes. Uno de los motivos es que además de esas de colores llamativos las hay en otros apagados o neutros, como grises marrones muy suaves, que son súper elegantes.
Alfombras tipo kilim
Proceden también de Oriente, pero son diferentes a las clásicas. Son alfombras de tejido plano, sin pelo, pero se caracterizan sobre todo por su colorido alegre y sus patrones con motivos geométricos. Si quieres una alfombra que no pase desapercibida, el kilim es perfecto. Pero mucho cuidado, al contrario de lo que ocurre con sus hermanas orientales, los kilim no encajan bien en todos los estilos. Mejor en ambientes boho, muy actuales o con un toque de eclecticismo.
Alfombras bereberes Beni Ouarain
Tal vez por ese nombre no las reconozcas, pero seguramente lo harás si decimos que son esas alfombras marroquíes normalmente de color claro, tejidas con lana y patrones muy simples. Son suaves y agradables a la pisada y tienen la ventaja añadida de que encajan bien en cualquier estancia y en cualquier estilo, desde el nórdico al más sofisticado o incluso clásico. Y no importa si es el dormitorio, el salón o el pasillo, siempre dan un toque de fresca elegancia.
Alfombras de nudo
Hay diferentes tipos de nudo, pero vamos a mencionar uno muy especial: el español. Es un nudo sencillo, autóctono, que se utilizó durante siglos y casi cayó en el olvido en el siglo XVII, con la introducción del nudo turco, más elaborado. Son alfombras de lino y lana, con dibujos normalmente geométricos o vegetales que parecen “pixelados” y flecos. Son alfombras exclusivas y elegantes, de ahí que encajen mejor en ambientes clásicos y con un toque de lujo. Eso sí, las auténticas, las que son artesanales, tienen un precio que no está al alcance de todos los bolsillos.
Jarapas
Si quieres una alfombra todoterreno, las jarapas son perfectas. En origen eran mantas, alfombras o cortinas que se confeccionaban con restos de trapos o ropa, de ahí su colorido alegre y su diseño sencillo. Hoy esas jarapas han evolucionado, evidentemente se fabrican con tejidos nuevos y se pueden encontrar en mil colores diferentes o combinando tonos de un mismo color.
Son alfombras perfectas para ambientes eclécticos, rústicos, boho o incluso industriales, según el color de la jarapa. Pero son, sobre todo, fantásticas para habitaciones infantiles por su colorido y, sobre todo, porque se lavan en la lavadora y lo resisten casi todo.