¿Estás pensando en reformar el cuarto de baño? Tal vez no te lo hayas planteado, pero el mármol es una de las mejores elecciones. Es un material que no solo resulta muy estético, sino que no pasa de moda y es muy resistente. Puede que te retenga el hecho que no es precisamente el material más económico para revestir el baño. Y es cierto. Pero también lo es que a la larga amortizarás la inversión.
Por supuesto, debes olvidarte de la idea de que es un material demasiado clásico, que no va a encajar con el estilo de baño en el que estás pensando. El mármol da mucho más juego de lo que tal vez imaginas, solo hay que saber cómo elegirlo y cómo combinarlo. ¿Tienes dudas? Vamos a intentar resolverlas.
Razones de peso para decorar el baño con mármol
El mármol es un material procedente de la naturaleza. Y es un punto a favor si tenemos en cuenta que todo lo que sea natural está de moda. De hecho, no solo en el baño, las últimas tendencias en decoración lo introducen en todos los espacios de la casa. Y además de en revestimientos, también podemos verlo en mobiliario.
Pero más allá de esa característica y de su estética atemporal, el mármol ofrece otras muchas ventajas que hacen que sea una gran elección para revestir el cuarto de baño. Vamos a ofrecerte solo unas pinceladas para ayudarte a decidir si es lo que mejor se adapta a tu casa.
Estancias únicas
Nunca habrá dos cuartos de baño iguales si están revestidos con mármol. Si buscas exclusividad y autenticidad, es la mejor elección. Cada pieza es diferente. Ni la veta, ni los distintos matices del material se van a repetir jamás. Y eso es algo que no conseguirás con materiales sintéticos. Y una ventaja añadida: puedes conseguir ese baño de revista e inimitable sea cual sea el estilo que quieras dar a la estancia. El mármol es un material que combina a la perfección con todo tipo de estilos, desde los más clásicos a otros tan diferentes como el industrial.
Variedad de colores
Es cierto que identificamos los baños de mármol con esos revestimientos blancos con vetas grises. El blanco es el color de la limpieza y de la luz. Pero el mármol ofrece muchísimas posibilidades si buscas un estilo diferente para tu baño. Si quieres una estancia mucho más cálida, opta por los mármoles en tonos ocre. Pero si prefieres un toque de sofisticación y el baño es luminoso, no lo dudes, el negro es una apuesta ganadora.
Esa variedad de colores permite, además, combinar diferentes mármoles para, por ejemplo, separar las distintas zonas del baño. Diferentes colores y diferentes tipos de veta sirven para crear ambientes irrepetibles. Y también puedes jugar con baldosas de diferente forma y tamaño para crear patrones que subirán el nivel decorativo del baño.
Es un material resistente
El mármol soportará sin problemas las condiciones de humedad del baño. Es verdad que es un material poroso, pero se le aplica un tratamiento para impermeabilizarlo. Eso quiere decir que con un mantenimiento mínimo, permanecerá como el primer día durante muchos años. Además, no pierde color ni belleza con el paso del tiempo. Y, en caso de que así fuera, siempre se puede pulir y volverá a lucir en todo su esplendor.
Se limpia con facilidad
Una de las grandes ventajas de revestir el baño con mármol es que es un material muy higiénico. Lo es porque no tiene juntas, lo que quiere decir que podrás olvidarte de esas antiestéticas marcas de moho que aparecen en azulejos. La única precaución a la hora de limpiarlo es evitar productos abrasivos o útiles que puedan arañarlo.
Alternativas más económicas que el mármol
Si el presupuesto no te da para revestir el cuarto de baño de mármol, no te preocupes. Hay materiales que lo imitan de una forma espectacular y que son mucho más económicos. Tal vez de cerca se aprecie la diferencia, pero consiguen crear ambientes tan elegantes como con el mármol auténtico. En algunos casos tienen una ventaja añadida que no es el precio y es que al tacto resultan más cálidos.
Si quieres un material de excelente calidad y que sea muy duradero, los porcelánicos imitación mármol son la mejor elección. Pero su precio puede ser algo elevado. La alternativa, mucho más económica, son los materiales vinílicos, pero la diferencia con la piedra natural es mucho más evidente. Queda una solución intermedia: revestir solo una parte del baño de mármol. Lo más común es optar por hacerlo en la zonas húmedas, es decir, bañera o ducha y lavabo. Para el resto de la estancia puedes optar por una pintura que consiga crear algo de contraste. El resultado será también espectacular.