Tener un baño integrado en el dormitorio es un pequeño lujo que cada vez incorporan más hogares de nueva construcción. Incluso no es complicado conseguirlo en viviendas antiguas, siempre que tengan una baño o aseo contiguo. Con ellos se gana en comodidad y en intimidad. Pero las líneas maestras para su decoración pueden ser algo diferentes a las de un baño convencional.
Esas claves decorativas especiales son más relevantes en el caso de baños en suite abiertos al dormitorio, que son de los que vamos a hablar. Baños en los que no hay tabiques, pero en los que siempre se pueden poner en práctica algunas ideas para evitar molestias en forma de olores y ruidos.
Baño abierto, pero no del todo
Cuando el dormitorio al que se abre el baño lo ocupa una sola persona, no hay ningún problema. Estos llegan cuando son dormitorios compartidos. Para evitar molestias y tener algo de intimidad y permitir que dos personas puedan usar el baño a la vez no es necesario sacrificar ese espacio integrado.
Hay una solución intermedia, que no es otra que aislar el inodoro y dejar el resto del baño abierto. Esa separación se puede hacer con tabiques convencionales o de cristal opaco, que son mucho más ligeros en el aspecto visual y también decorativos.
Otras formas de separar el baño
Según el grado de intimidad que desees, hay otras maneras de marcar una distinción entre la zona de dormitorio y el baño. La más ligera, los tabiques de cristal. Puedes convertir el baño en una especie de burbuja. Tu baño en suite no solo tendrá un aire moderno y sofisticado, sobre todo si optas por cristales en color, sino que lo tendrás casi todo: aislamiento y luminosidad.
¿Prefieres soluciones menos complejas? Entonces siempre puedes instalar una pequeña pieza de celosía o de palillería para delimitar la parte del baño. Son soluciones que quedan perfectamente en todo tipo de baños, que dejan pasar la luz y que dan algo más de intimidad que el cristal, pero sin llegar a cerrar los espacios.
Un baño en suite de lujo
Si no tienes problemas de espacio, convierte ese baño en suite en tu espacio para olvidarte de todo y relajarte. ¿Cómo hacerlo? Depende de tus gustos y del estilo de tu hogar (recuerda, eso sí que baño, y dormitorio deben mantener una cierta armonía), pero hay consejos que nunca fallan:
- Pon una bañera exenta y hazla protagonista. ¿Cómo? Elige un modelo decorativo y coloca bajo ella un suelo de cantos rodados.
- ¿No tienes espacio para la bañera? Opta entonces por una ducha con columna de hidromasaje. Mejor si es plato a ras de suelo y con una mampara que pase lo más desapercibida posible.
- Los colores neutros son siempre un acierto en este tipo de baños. Tonos marrones o grises encajan mucho mejor que el blanco clásico.
- Elige sanitarios suspendidos, que tienen líneas más modernas y elegantes. En cuanto al mueble del lavabo, también suspendido o, mucho mejor, una sencilla encimera.
- Cuida mucho la iluminación. Elige luces cálidas, excepto en la zona del lavabo y coloca tiras LED en zócalos y techos para crear una ambiente más acogedor.
Y, además de todo ello, no olvides tener presentes los detalles. Ten en cuenta que al estar abierto al dormitorio también es necesario darle un toque de estilo muy personal. Alguna flor, velas o incluso una alfombra bonita darán al baño ese matiz de elegancia o de color que tal vez le falta.
Baños en suite en espacios pequeños
¿Piensas que es imposible tener un baño en suite de revista en un dormitorio pequeño? En absoluto. Ten en cuenta que tirar tabiques para incorporar el baño a él tiene una enorme ventaja: proporciona unos centímetros extra muy valiosos. Y no solo eso, sino que además da mucho más juego a la hora de organizar los elementos del baño. ¿Qué debes tener en cuenta?
- Para que la estancia parezca más amplia, mantén una continuidad visual, eso significa que los revestimientos de la zona de dormitorio y baño sean los mismos o, al menos, del mismo color.
- En el caso de que quieras aislar el inodoro, optimiza el espacio con tabiques de cristal traslúcido.
- Apuesta por el minimalismo: sanitarios suspendidos de fondo reducido y balda volada con lavabo de sobreponer.
- Si tu sueño es tener una bañera, puedes hacerlo, hay modelos con largos inferiores a 120 cm.
- Pon espejos grandes, de esta manera conseguirás que el baño parezca más amplio.
¿Cuándo no es aconsejable hacer un baño en suite en el dormitorio? Básicamente, cuando hay que modificar mucho la instalación de fontanería. Llevar tomas de agua y desagües convencionales a otro lugar de la casa no tiene mucha complejidad. Pero sí la tiene cambiar el inodoro de sitio, ya que tiene que conectar directamente a la bajante con una cierta inclinación y, por tanto, no puede estar muy alejado de ella.