La encimera es esencial en cualquier cocina. En primer lugar, porque es la superficie de trabajo. Y, en segundo lugar, porque su aspecto condiciona el de toda la estancia. No hace falta que esté deteriorada para sustituirla, también podemos hacerlo con la única finalidad de dar un nuevo aire a esa cocina que ya no nos gusta tanto o que nos parece insulsa.
Cambiar la encimera de la cocina es muy sencillo, pero antes conviene tener en cuenta algunos aspectos esenciales. El primer consejo es elegir siempre una encimera de calidad, sea del material que sea. No hay que olvidar que es una superficie expuesta a suciedad, a golpes y a arañazos. El segundo consejo es tener en cuenta el estilo decorativo de la cocina para que el resultado final sea atractivo.
Las mejores ideas a la hora de cambiar la encimera de la cocina
Hoy en día es posible elegir entre infinidad de materiales, desde la modesta melamina al siempre exclusivo cuarzo. Y también la gama de acabados es muy amplia. Inevitablemente, la elección no va a depender solo del efecto estético que queramos conseguir, también del presupuesto. En cualquier caso, incluso en los materiales más económicos hay acabados realmente vistosos.
Empezando por los materiales, es importante tener en cuenta que no todos ofrecen la misma resistencia al trabajo diario en la cocina ni a la humedad. Algunos tampoco llevan bien el calor. Unos son de aspecto más frío y otros aportan un toque de calidez. En la elección, por tanto, es importante tener en cuenta diferentes aspectos.
Una encimera de madera es perfecta para dar un matiz de elegancia y distinción a la cocina. La madera. Además, combina bien con un sinfín de colores, desde el típico blanco de las cocinas a verdes, grises o azules. Y también se integra sin problemas en todo tipo de estilos. Por ello, es siempre una apuesta ganadora. ¿El inconveniente? Que es más delicada que otros materiales.
El granito es uno de los materiales más comunes en encimeras de cocinas. Es resistente y se pueden poner encima recipientes calientes sin problemas. Sus colores y acabados son limitados, pero suficientes para encontrar uno que combine bien con los armarios. Aunque aparentemente se asocie a un estilo más clásico, según el color del granito, la veta y el corte del tablero se puede utilizar sin problemas para dar un aspecto más actual a la cocina.
Si lo que queremos es crear un efecto cromático llamativo, que aporte color y vitalidad a la cocina, el cuarzo, las resinas sintéticas y las encimeras porcelánicas son la mejor elección. Rojos, verdes, azules, negros o grises: la paleta de colores es inmensa, sobre todo si hablamos del cuarzo que además es un material extraordinariamente resistente.
En cocinas blancas, no hay límites en lo que al color de la encimera se refiere. El negro o los ocres aportarán distinción, el negro un toque de sofisticación y los rojos un tono vitalista. Cualquier contraste siempre resultará vistoso, pero hay que tener en cuenta que colores muy intensos pueden llegar a cansar. Si los muebles son oscuros, lo ideal es optar por encimeras en blanco o en tonos claros que, además, aportarán un plus de elegancia y luminosidad a la cocina.
Por otra parte, si las líneas de los armarios son limpias o el diseño es moderno, es muy fácil dar un aspecto industrial a la cocina. En ese caso, la mejor elección para la encimera es el acero inoxidable un material, además de resistente, antibacteriano (de ahí que las cocinas de los restaurantes tengan encimeras de este tipo). Hay una alternativa también muy interesante: el microcemento. Este último dará un aspecto muy actual a la cocina y la paleta de colores es más amplia que el gris del acero inoxidable.
Qué otras cuestiones debes tener en cuenta al cambiar la encimera
Cambiar la encimera ya modificará completamente la imagen de la cocina. Pero es importante elegir siempre un modelo y un color que combinen con los armarios para que el efecto sea equilibrado. Pero es mucho más lo que se puede hacer, por ejemplo, cambiar fregadero, grifo y tiradores de la cocina. No eleva mucho el presupuesto de cambiar la encimera y ayuda conseguir ese cambio que se busca para la cocina.
Y si lo que se desea es dar un aire sofisticado y elegante a la cocina, y el presupuesto no es limitado, una gran elección es un fregadero integrado en la encimera. Materiales como el acero, el microcemento, las resinas o los porcelánicos permiten que encimera y fregadero sean una sola pieza. Visualmente es una solución muy atractiva. También es higiénica, ya que la ausencia de juntas evita que sea cumule suciedad en ellas.