Nuestros hogares tienen ese toque único que los hace especiales. Pero siempre bajo un estilo en particular. Cuando llega la Navidad nos lanzamos a decorar la casa para que refleje, además de nuestra personalidad, esa alegría y colorido de estas fiestas. Y podemos elegir entre un sinfín de luces, guirnaldas, bolas de colores, velas o espumillones. Pero es importante no equivocarse. Dejarse llevar por impulsos no es buena idea si lo que queremos es conseguir un ambiente digno de presumir en nuestras redes sociales.
Decorar la casa con buen gusto no depende solo de las tendencias. Copiar esa decoración navideña que hemos visto en revistas o en Internet a veces funciona, pero no siempre. El estilo que hemos elegido para nuestro hogar juega un papel muy relevante. Puede que en un mercadillo navideño hayamos encontrado un adorno superoriginal para decorar la mesa, pero si es demasiado elaborado y la decoración de casa es minimalista, seguramente llame demasiado la atención. Es solo un ejemplo de la importancia de que aquello que elijamos para adornar la casa en Navidad se adapte a su estilo. Acertar no es complicado.
Claves para que la decoración de Navidad sea espectacular
Los colores predominantes, el tipo de adornos, dónde se colocan y hasta su número son aspectos que hay que tener en muy cuenta antes de empezar a decorar la casa en Navidad. Cada estilo tiene sus pequeños secretos y, aunque en algunos casos las mezclas pueden funcionar, lo ideal es no complicarse mucho y centrarse en los aspectos esenciales de cada uno.
Y un aspecto muy importante: al hablar de decoración de Navidad y estilos no hay que fijarse solo en el árbol, aunque sea el gran protagonista. Todo debe combinar, incluso aquello que solo se va a ver en momentos muy determinados, como es la mesa. El efecto de la mejor de las decoraciones puede arruinarse si se elige un mantel o un centro inadecuados. Los siguientes son unos consejos básicos que siempre ayudarán a acertar:
- Si la decoración es clásica, verde y rojo son los colores por excelencia. Para decorar el árbol o la mesa también conviene elegir adornos tradicionales: estrellas, bolas de diferente tamaño, gorros de Papá Noel, etc.
- Sin salir de lo clásico, pero con un toque de elegancia, blancos y dorados son una buena elección. Lo ideal es apostar por la sencillez. Velas y accesorios de cristal darán el toque definitivo. Son consejos perfectamente aplicables a casas de ambiente minimalista y oriental, pero estas admiten también toques en negro o en rojo.
- Los mismos colores, pero con matices en rosa, así como reflejos metálicos son perfectos para la decoración navideña en ambientes shabby chic o provenzales. En estos se pueden incluir también adornos hechos con materiales naturales.
- En ambientes rústicos, mediterráneos, nórdicos o minimalistas, la apuesta clara son, precisamente, los adornos fabricados con materiales naturales: madera, barro, cuerda o mimbre, entre otros. No pueden faltar tampoco las ramas secas, las hojas de abeto o de acebo o las flores de Pascua.
- Si el estilo de tu casa es boho, ecléctico o incluso retro, tendrás mucha más libertad a la hora de decorarla en Navidad. Puedes explotar al máximo tu creatividad, combinar objetos de todo tipo y colores y cometer algún que otro exceso.
- En hogares de estilo industrial, la clave es el metal: adornos hechos con tubos, con alambres, con muelles o incluso con tuercas y tornillos. Se pueden combinar con madera y cristal. Y, si de colores hablamos, grises, ocres y negros cobran protagonismo.
Decoraciones navideñas con mezcla de estilos
Algunos estilos permiten algo más de juego. Por ejemplo, en casas de aires provenzales o clásico romántico se puede jugar con una ornamentación más recargada, con árboles llenos de adornos, guirnaldas sobre las puertas o coronas o colgantes en las paredes. Y si se ha elegido un estilo minimalista u oriental, el número de ornamentos se debe limitar. Nada de sobrecargar la decoración. A cambio, cabe la posibilidad de elegir adornos menos convencionales, como los hechos con cartón o madera, fieltro o metal.
Y, entre tanto estilo diferente y tantas recomendaciones, cabe una excepción: cuando hay niños pequeños se tiene permiso para ser transgresores y dejar que sea su creatividad la que decore la casa en Navidad. Seguro que la llenan de colorido y de luces; de figuras de renos, Papá Noel o duendes; o también de adornos hechos por ellos mismos.
Los más pequeños no entienden de decoración ni de tendencias, pero sí de alegría. Por ello, ¿por qué no dejarles que adornen la casa? Si nos parece excesivo, siempre podemos dejarles libertad en su habitación. O se puede diseñar con ellos una decoración temática, pero que se integre con cierta facilidad con la del resto de la casa, por ejemplo, dando protagonismo a las estrellas o a elementos que ellos hayan podido recoger del campo: hojas, piñas, ramitas, etc.