La preocupación creciente por la salud de planeta hace tiempo que llegó también al mundo de la decoración. De hecho, la decoración sostenible no es solo una tendencia, sino que cada vez más es una exigencia para muchas personas. Y va mucho más allá del uso de materiales naturales o el reciclado, de hecho, llega a todos los rincones de nuestros hogares.
A priori, puede parecer algo complejo llevar esa decoración sostenible a casa. Sin embargo, no solo no lo es, sino que con ella podemos dar a nuestro hogar el estilo que más nos guste. Y todo ello con el matiz que realmente importa: con este tipo de decoración estamos también poniendo nuestro granito de arena en esa labor tan importante como cuidar del planeta.
Cómo es una decoración sostenible
Hablar de decoración sostenible no es solo hablar de mobiliario. Es también hablar de iluminación, de accesorios de decoración, de funcionalidad y, por supuesto, también de estilo. Y tiene una ventaja añadida interesante: en muchos casos también significa ahorro, y no solo en recursos naturales, también en dinero. No hay que olvidar el papel que en ella juega el reciclaje.
Son muchos los pasos que podemos dar para conseguir tener un hogar mucho más ecológico y sostenible. ¿Cómo conseguirlo a través de la decoración? Te vamos a dar algunas pistas para que puedas ponerlas en práctica en tu casa. Verás como después te sientes mucho más a gusto en ella.
Decoración con materiales sostenibles
La madera es la auténtica protagonista en un hogar decorado de manera sostenible. Madera procedente de bosques controlados y mucho mejor en bruto, sin tratar. Junto a ella, las fibras vegetales como el yute o el esparto, también el bambú, el sisal o el mimbre. Estos materiales son perfectos no solo para el mobiliario, también para accesorios decorativos.
Y, si hablamos de accesorios, mucho mejor todos aquellos que estén fabricados a mano. Con ellos no solo se ahorran recursos energéticos. También se consigue algo muy importante: espacios únicos y muy personales, ya que cada una de las piezas será única. Por cierto, además de fibras naturales o madera, para esos accesorios decorativos la piedra y el barro son ideales.
Tejidos naturales
En un hogar sostenible hay que evitar tejidos sintéticos. En su lugar, apuesta por los que son naturales, como la lana, el algodón orgánico o el lino. Son tejidos, además, con mucha personalidad y un tacto más agradable. Otra posibilidad son los textiles fabricados con materiales reciclados.
El reciclaje en una decoración sostenible
Reciclar y reutilizar puede dar resultados maravillosos en decoración. Se ahorran recursos y dinero y, además, podemos conseguir espacios realmente bonitos y muy personales. Hay miles de ideas, desde convertir una vieja puerta de madera en un cabecero para la cama o una mesa a renovar el aspecto de un mueble con pintura a la tiza. Y, por supuesto, los muebles de segunda mano son un recurso estupendo para decorar una casa sostenible.
Decoración para aislar
El aislamiento es una de las asignaturas pendientes en muchos hogares. Y, cuando no es adecuado, el resultado es que la factura energética se dispara. Con la decoración también podemos conseguir mejorar el confort térmico dentro de nuestras casas y evitar así un consumo excesivo. Basta con colocar alfombras en suelos, cortinas aislantes en las ventanas o estanterías con libros en esas paredes desnudas que son más frías.
Compra de forma responsable
En este aspecto es importante destacar dos cuestiones. La primera es dar prioridad a los productos de cercanía y a la economía circular. La segunda, optar siempre por la calidad. Puede que resulte algo más caro al principio, pero a la larga supone un ahorro para nuestros bolsillos y también un beneficio para el medio ambiente.
Integra plantas
La llamada decoración biofílica se ha ido imponiendo poco a poco. Y es otro de los criterios básicos en una decoración sostenible. ¿En qué consiste? Básicamente, en integrar la naturaleza en los espacios interiores. Con ello conseguimos estancias más acogedoras y que nos hagan sentir bien.
Pero sus ventajas van más allá. Las plantas, además, purifican el aire del interior de nuestros hogares, regulan la humedad y mejorar el confort interior. Y, ya que hablamos de plantas, un pequeño huerto o alguna maceta de hierbas aromáticas en la cocina son, además de prácticas y decorativas, una forma de tener en nuestra cocina productos totalmente naturales y orgánicos.
Una iluminación responsable
Potenciar la luz natural es esencial dentro de una decoración responsable. Además, esa luz consigue crear ambientes mucho más cálidos y agradables. Pero, evidentemente, se necesita también iluminación artificial. Y es este aspecto no hay elección posible: LED sí o sí porque es el sistema más eficiente energéticamente hablando.
Si son luces regulables en intensidad, mucho mejor, conseguiremos ambientes aún más acogedores dentro de casa. ¿Y fuera? Sencillo, lo más adecuado es optar por lámparas solares. Las hay de estilos, formas y tamaños muy diferentes para decorar nuestras terrazas, patios y jardines.