La decoración de la cocina no tiene por qué ser aburrida. Al contrario, si de estilo hablamos, es una estancia cada vez más importante en nuestros hogares, así que merece que le prestemos un poco de atención. Una forma de salirse de lo de siempre, de dar un toque atrevido y diferente a la cocina, es optar por introducir el color en el mobiliario. Pero hay otras formas mucho más originales y una de ellas es la pintura de pizarra.
Este tipo de pintura es cada vez más habitual en estancias como dormitorios infantiles, pero en cocinas no está tan extendida y es ahí donde radica su originalidad. Es un tipo de pintura muy resistente, que se limpia con facilidad y, lo que es aún mejor, nos permite cambiar la decoración de la cocina tantas veces como queramos. Será tan sencillo como renovar los motivos dibujados en ella.
Pintura de pizarra en la cocina: práctica y diferente
Si hay una característica que cabe resaltar de la pintura de pizarra es su versatilidad. Se trata de una pintura que agarra a la perfección en todo tipo de superficies y eso da mucho juego en una estancia como la cocina. Como revestimiento de paredes es una opción muy decorativa. Pero también es muy funcional, puesto que no hay mejor sitio donde apuntar el menú de la semana, lo que tenemos que comprar o incluso citas importantes.
Pero si hablamos de decoración, hay que tener en cuenta que podemos emplearla de muchas formas más allá de las paredes, por ejemplo, para recubrir la pared de la nevera, la puerta de acceso a la cocina o incluso tarros que podremos decorar de mil formas diferentes. Y con esa pintura y un poco de creatividad, será muy sencillo redecorar la cocina tantas veces como queramos y sin gastar nada. ¡Más no se puede pedir!
Ideas originales para pintar la cocina con pizarra
Las paredes son las superficies que más posibilidades ofrecen para aplicar en ellas este tipo de pintura. Evidentemente, la idea no es revestir con ellas todas las paredes de la cocina, sino introducirla en zonas muy concretas para renovar el aspecto de la estancia. Con pequeños toques es posible dar a la estancia un aire alegre y vitalista que, seguro, sorprende a todo aquel que la vea. Vamos a darte algunas ideas.
Un office diferente
Si la cocina tiene zona de comedor diferenciada, nada como revestir la pared con pintura de pizarra. Unos motivos decorativos en colores que combinen con los del resto de elementos de la cocina bastarán para que el office tenga personalidad propia. Y, de paso, la cocina parecerá otra completamente diferente.
Esta idea funciona también estupendamente cuando esa zona de comedor sirve de transición a la zona de estar en cocinas abiertas al salón. No hace falta ser un gran artista ni llenar toda esa pared de dibujos o frases. Si nos gusta el arte y tenemos buena mano, perfecto. Si no, bastarán unos motivos discretos para darle estilo propio a ese espacio.
Un salpicadero muy llamativo
El salpicadero es una de las partes más visibles de la cocina, de modo que una buena forma de renovar su estilo es poner uno que sea poco convencional. Las soluciones más tradicionales pasan por un revestimiento cerámico diferente, por baldosa hidráulica o incluso por cristal. ¿Y pintura de pizarra? Si buscas algo rompedor, es, sin duda, una buena idea. Ten además en cuenta que este tipo de pintura se lava con facilidad, así que no debes preocuparte en exceso porque se manche.
Espacios difíciles
Hay cocinas que tienen columnas, huecos o espacios semiocultos. Y muchas veces no sabemos muy bien qué hacer con ellos. Lo habitual es intentar disimularlos. Pero también podemos hacer exactamente lo contrario: convertirlos en protagonistas. ¿Cómo? Facil: pintura de pizarra, un poco de creatividad en la decoración y listo. Con ello, esos elementos servirán para aportar carácter a la cocina y, de paso, les damos una utilidad decorativa.
Ventajas de este tipo de pintura
Ya hemos mencionado algunas, como su resistencia o esa versatilidad que permite usarla con una finalidad simplemente decorativa o también práctica. O como esas infinitas posibilidades que ofrece de renovar el aspecto de la cocina y darle un aire mucho más actual. Pero este tipo de pintura tiene otras ventajas que merece la pena mencionar.
A todo lo anterior habría que añadir que es una forma económica de actualizar la cocina y que su aplicación no entraña grandes dificultades. Y, por si fuera poco, encaja sin problemas tanto en cocinas de diseño moderno como en aquellas otras de corte más clásico o incluso rústico. Y una última cuestión que tiene que ver con la limpieza: estas superficies no solo se limpian bien, sino que existen tizas que no generan polvo, de modo que no hay que temer nada en esta cuestión.