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Los consejos para elegir el mejor sofá de tu cuarto de estar

Lo ideal es elegir un sofá que guarde proporcionalidad con las dimensiones de la estancia

No todas las casas lo tienen, pero en aquellas en las que sí hay cuarto de estar, lo habitual es que sea un espacio pequeño. Y ello obliga a elegir con mucho cuidado la decoración y, especialmente el mobiliario. El sofá es la estrella, el elemento indispensable en cualquier salita, pero nunca se puede elegir teniendo en cuenta los mismos criterios que para el salón.

La clave en decoración es siempre la proporcionalidad. Los muebles deben elegirse siempre en consonancia con las dimensiones de la estancia. Si eliges para el cuarto de estar un sofá demasiado grande, no te equivoques, no estarás más cómodo. Es posible que incluso puedas tumbarte en él, pero un volumen excesivo hará que la salita sea agobiante. ¿Cómo elegir el mejor sofá para esa estancia de la casa? Si quieres conocer las claves, sigue leyendo.

Para el cuarto de estar, mejor un sofá de dos plazas

Si las dimensiones de la salita no son grandes, no te empeñes en colocar un sofá de tres plazas, mucho menos una chaise longue. Además de esa sensación de agobio, te impedirá colocar otras piezas de mobiliario que siempre vienen bien, como una mesita auxiliar o un pequeño mueble para la tele.

cuarto de estar con sofá de dos plazas
Sofá de dos plazas para un cuarto de estar pequeño

Si no sobra espacio, sí o sí, apuesta por un sofá de dos plazas. Ten en cuenta que estas piezas miden entre 140 y 180 cm y que conviene dejar un espacio a ambos lados. Y tampoco hay que olvidar que el cuarto de estar no suele ser un espacio de reunión, como ocurre con el salón, de modo que no necesitarás asientos extra para los invitados. Por ello, más allá del tamaño, debes fijarte en que resulte cómodo.

La estructura, siempre ligera

Dentro de los modelos de sofá de dos plazas los hay muy diferentes. No tanto en sus medidas como en otros aspectos del diseño. ¿En qué debes fijarte? Sobre todo en la estructura. Si el cuarto de estar es realmente mini, lo mejor es que elijas un sofá con patas y que estas sean lo más finas posible. De esta forma, su efecto visual es mucho más ligero y la salita no parecerá tan pequeña.

Un sofá con estructura ligera es perfecto para el cuarto de estar

Otro aspecto en el que conviene que te fijes es en los brazos. Si los de ese modelo que en principio te gusta son voluminosos, mejor olvídate de él y busca otro con brazos estrechos o, mucho mejor, sin ellos. Recuerda que esos centímetros de más que tienen los brazos a veces se restan de los asientos.

Colores claros

Las tapicerías en tonos suaves ayudan a que el sofá parezca menos voluminoso y, por tanto, a que el cuarto de estar parezca más amplio. Beiges o tonos pastel, por ejemplo, son perfectos. Si te parece que el efecto va a ser soso o aburrido, incorpora algún cojín en un color que contraste o con estampados atrevidos. Con una mantita como complemento, verás cómo ese sofá parece otro completamente diferente.

Cuestión de estilos

Optimizar al máximo el espacio del cuarto de estar es importante, por eso, los estilos nórdico, slow y minimalista son perfectos para esta estancia. Y los sofás que cumplen las características que hemos mencionado encajan sin problemas en cualquiera de ellos. Pero es posible que quieras darle un toque de distinción, de sofisticación al cuarto de estar. ¿Cómo conseguirlo? Te vamos a dar dos ideas que funcionan realmente bien.

Elegir mejor sillón cuarto estar

La primera de ellas es la tapicería. Si quieres que el sofá del cuarto de estar tenga ese toque de glamur de las estancias más lujosas, puedes elegirlo con una tapicería tan vistosa y agradable al tacto como es el terciopelo. La segunda idea es decidirte por un sofá con patas metálicas, si son con brillos dorados o cobre conseguirás añadir una pizca de elegancia que elevará el nivel de la decoración del cuarto de estar.

Una alternativa: dos sillones

Aunque un sofá de dos plazas sea perfecto para cuartos de estar de pequeñas dimensiones, puedes sustituirlo por dos sillones. Hay infinidad de modelos, algunos de tamaño muy reducido, pero que resultan tan cómodos como un sofá. Además, hay modelos reclinables o con reposapiés en los que te sentirás como un rey o una reina. Y aún puedes dar un paso más allá con esos sillones relax con efecto calor o masajeador. No querrás levantarte.

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