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Crea tu espacio de relax en casa con un jardín muy especial

Un jardín zen es perfecto para llevar la calma al hogar y favorecer el bienestar emocional

Jardín zen exterior casa

Un jardín zen es un espacio pensado para la meditación, para transmitir serenidad y paz interior. Y la gran ventaja es que puedes disfrutar de él no solo fuera de casa, también dentro de ella, integrándolo en la decoración. Además, este tipo de jardines no necesitan mucho espacio ni una inversión elevada, y tampoco un gran mantenimiento. ¿Se puede pedir más?

La base de un jardín zen son los elementos naturales, elementos que encontramos fácilmente, como piedras o arena. Mientras, la clave en su diseño es la simplicidad, la austeridad y el equilibrio entre esos elementos. A partir de ahí puedes crear su propio diseño, que será el que dará personalidad propia al jardín.

¿Dónde se puede crear un jardín zen en casa?

Lo primero, evidentemente es elegir el espacio. No necesariamente tiene que ser un espacio amplio. De hecho, este tipo de jardines son perfectos para interiores porque puedes crearlos en casi cualquier rincón, desde el recibidor al hueco de la escalera. Incluso los más pequeños son capaces de trasmitir esa calma que a veces tanta falta nos hace.

Jardín zen exterior
La simplicidad es la base de un jardín zen

Si es posible, sobre todo en espacios interiores, lo ideal es que el diseño sea rectangular. Por un lado, porque la geometría aporta equilibrio. Y, por otro, porque su diseño será más sencillo si no tienes experiencia y no sabes por dónde empezar a crear tu jardín. Lo siguiente es hacerte con todos esos elementos que servirán para darle forma.

¿Qué se necesita para crear un jardín zen en casa?

La lista de accesorios y elementos para crear un jardín zen no es muy larga, como decíamos, la clave está en conseguir el equilibrio en su diseño a pesar de su simplicidad característica. ¿Qué es lo que vas a necesitar?

Jardín estilo zen

En cualquiera de los casos, recuerda que un jardín zen debe transmitir paz. Por ello, es importante no saturarlo con demasiados elementos decorativos que solo introducen ruido visual y alteran el necesario equilibrio. Cada elemento debe estar separado de los demás, tener su propio protagonismo y espacio alrededor que permita contemplarlo.

Cómo diseñar un jardín zen

Todo depende de su tamaño, pero hay algunas cuestiones muy básicas que puedes aplicar en cualquier jardín zen, independientemente de sus dimensiones o del lugar en el que decidas instalarlo. Por ejemplo, crear diferentes formas y figuras sobre la arena con un rastrillo. Esas formas, preferiblemente curvas, aportan dinamismo sin romper la serenidad que debe transmitir el jardín.

La piedras son uno de los elementos más importnates en un jardín zen

Si es amplio, puedes crear pequeños senderos con adoquines. Y no pueden faltar esas piedras, agrupadas en forma de montañas si son pequeñas o con protagonismo propio si se trata de grandes rocas. Otra cuestión importante: huye de la simetría y en el caso de agrupaciones de elementos, elige siempre números impares. El último aspecto clave es la iluminación, que siempre debe ser tenue y cálida para no romper con la serenidad del jardín.

Por qué tener un jardín zen en casa

Puede que te parezca que un jardín zen no es o más adecuado para el estilo de casa que te gusta. Pero tienen muchas ventajas. En primer lugar, que es muy sencillo diseñarlos y hacerlos realidad y, además, su mantenimiento es mínimo. Tampoco tendrás que preocuparte por ellos cuando te marches de vacaciones.

Pero, si un jardín zen tiene un enorme beneficio no es a nivel decorativo, sino emocional. Por un lado, porque transmiten esa calma que debe reinar siempre en nuestros hogares. Por otro porque su diseño y cuidados ya nos ayuda a relajarnos y nos invita a la meditación. Crear con el rastrillo esas formas onduladas en la arena, colocar las piedras o prestar atención a las plantes es una forma de evadirse y de alcanzar el bienestar interior.

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