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Así puedes agregar toques de color a la decoración en blanco y madera de tu hogar

Textiles y complementos de decoración ayudan a romper la monotonía cromática y crear contrastes

Decoración colores blanco madera hogar

La decoración en blanco y madera, esa decoración escandinava sencilla pero acogedora, es tendencia desde hace ya un tiempo. Es un estilo con infinidad de ventajas: es cálido gracias a la madera, es luminoso, luce igual tanto en casas amplias como en espacios mini y, además, es muy fácil llevarlo a la práctica. Sin embargo, a veces falta algo: falta una nota de color.

La decoración en blanco y madera, llevada al extremo, puede parecer algo simple y hasta aburrida. Pero es muy fácil cambiarla sin que pierda su esencia. La clave está en los detalles, más concretamente, en los detalles de color. O mejor de colores, porque lo cierto es que esta combinación admite sin problemas casi toda la gama cromática. ¿Pero cómo introducirlos?

Una decoración en blanco y madera con textiles en color

Es la forma más sencilla de llevar ese toque de color a la decoración y, de paso, reflejar nuestra personalidad. Y, al hablar de textiles nos referimos a cualquier tipo de tejido. Lo más común es optar por cualquiera de la gama de los tonos tierra. Pero, al fin y al cabo, no dejan de recordarnos al color de la madera. La idea es romper con esa uniformidad cromática. Una colcha en un color pastel en el dormitorio, unas sobrecortinas a juego con unos cojines en el sofá o un camino de mesa en la del comedor son solo ideas.

Salón decorado en blanco y madera con tapicerías en azul
Decoración blanco madera y azul hogar

¿Buscas algo de contraste? Entonces opta por tapicerías en colores como verde oliva o azul acero. Si prefieres algo más equilibrado, los colores pastel son una opción, la otra, introducir estampados discretos en los complementos, por ejemplo, en esos cojines o colocando un plaid a los pies de la cama o en el respaldo del sofá que no sea muy llamativo.

Alfombras y otros complementos de decoración

Ya hemos mencionado los cojines y los plaids, pero no son los únicos complementos de decoración con los que puedes llevar esa nota alegre que a veces le hace falta a la combinación de blanco y madera. Hay otras posibilidades, como las alfombras. Puedes elegir el modelo según tus preferencias, en colores suaves para matizar su efecto, o de estilo étnico u oriental, mucho más llamativas, para dar vida a ese salón o ese dormitorio.

Decoración dormitorio blanco madera y gris

Los cuadros son también perfectos para romper esa monotonía que a veces conlleva una decoración exclusiva en blanco y madera. Convertir una de las paredes en punto focal con una lámina o cuadro que tenga fuerza y colorido dará carácter a la estancia. Objetos como piezas de artesanía o unos pufs en colores son alternativas.

Las plantas, imprescindibles

La decoración de inspiración nórdica, la que protagoniza esa combinación de blanco y madera, es una decoración que conecta con la naturaleza. ¿Y qué mejor manera de llevarla a casa, y de paso poner una nota de color, que con plantas? Grandes o pequeñas, con flores o sin ellas, las plantas son imprescindibles para crear ambientes mucho más acogedores.

Un macetero colgado, una planta de gran porte como una palmera de interior, una composición de macetas pequeñas o hasta un jardín vertical en una de las paredes son formas diferentes y vistosas de llenar de verde ese salón. Si quieres algo más de colorido y despreocuparte del mantenimiento, siempre quedan opciones, por ejemplo, las flores secas o las plantas liofilizadas o preservadas.

Una pared diferente

Aunque puedes llevar esta idea al dormitorio o al salón, es una idea especialmente atractiva en dos estancias diferentes: el baño y la cocina. En ellos se suele tener menos recursos para introducir una nota de color, por lo que marcar la diferencia con una pared llamativa es perfecto y no siempre es complicado de conseguir si necesidad de hacer obras.

Decoración cocina blanco madera y verde

La pared del lavabo y el frontal de la cocina son los espacios maravillosos para introducir el color. Además, puedes arriesgar con tonos intensos o incluso con revestimientos como la baldosa hidráulica. Si no tienes pensado hacer obra, siempre puedes pintar los azulejos o colocar revestimientos vinílicos encima. En la cocina, aún tienes otra posibilidad: poner un antepecho de cristal.

Un toque de negro

Al hablar de colores nos hemos centrado en aquellos que llevan un toque de alegría y vitalidad a estancias decoradas en blanco y madera, es decir, verdes, azules, mostazas, granates, etc. Pero hay un color, el negro, que encaja especialmente bien porque aporta un toque de sofisticación siempre atractivo si se introduce con moderación. ¿Cómo? En forma de mesas auxiliares con estructura metálica, lámparas de pie, marcos de cuadros y láminas o pequeños complementos decorativos.

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