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Cómo conseguir una buhardilla de película en casa

La luz y una adecuada elección del mobiliario son aspectos fundamentales

Decoración buhardilla casa

Las buhardillas suelen ser esos espacios que a veces destinamos a trasteros porque no sabemos muy bien cómo aprovecharlos. Pero tienen un enorme potencial si sabemos acertar con la decoración. Una buhardilla puede ser un magnífico lugar de juegos, un dormitorio de invitados, una sala de estar extra en casa o ese rincón donde olvidarnos de todo.

Pero es cierto que la decoración de una buhardilla puede convertirse en un auténtico reto. Sus formas a veces irregulares y sus techos inclinados imponen algunas limitaciones. Pero también es cierto que le dan un cierto encanto. ¿Cómo decorar una buhardilla para integrarla en casa como un espacio más? Aquí tienes las claves.

Planificar antes de pensar en la decoración

Lo primero es decidir qué uso se le va a dar a la buhardilla. ¿Un dormitorio? ¿Un espacio para trabajar? ¿Un espacio independiente para los hijos adolescentes? Si es amplia, podrás hacer en ella cualquier cosa que quieras, pero es importante que te plantees desde el principio a qué se va a destinar para diseñar un espacio que se adapte a ello.

Apartamento en buhardilla
El uso del espacio condiciona la decoración de la buhardilla

Después llegará el momento de planificar cómo se va a distribuir y amueblar ese espacio. En ese sentido, es importante tener en cuenta las medidas y, sobre todo, a la altura. La parte más baja no debe medir menos de 1,2 m para que pueda ser habitable. Si hay una zona que no llega, puedes aprovecharla para hacer un tabique y transformarla en un pequeño armario, que siempre vendrá bien.

Colores claros en tu buhardilla

Por esa forma tan particular que tienen, lo ideal es que sean los colores claros los que dominen la decoración de la buhardilla: paredes, techos e incluso mobiliario si es pequeña. El blanco es perfecto porque es el que hará que parezca más amplia y luminosa, pero puedes combinarlo con otros colores neutros y tonos suaves para que no resulte en exceso fría y poco acogedora, por ejemplo, con madera en tonos claros en el suelo o en los muebles.

La luz, fundamental en una buhardilla

Espacios pequeños y techos bajos necesitan sí o sí una buen iluminación para evitar el efecto “cueva”. Y lo ideal es la luz natural. Si la buhardilla tiene ventanas, perfecto, potencia la luz que entra por ellas con esos colores claros y evitando poner cortinas en ellas. Si no las tiene, tal vez sea posible abrir alguna, no es demasiado complicado, aunque sí supone un coste. Y un recurso que nunca falla son los espejos.

Potenciar la luz en la buhardilla es fundamental

En cualquier caso, debes dar mucha importancia a la iluminación artificial. Es importante que no queden rincones oscuros. Por ello hay que distribuir bien las luminarias para que cubran toda la superficie. Para ello se pueden utilizar infinidad de recursos, desde lámparas de techo a plafones, apliques de pared, lámparas de pie o de mesa e incluso tiras LED decorativas.

Mobiliario adaptado para tu buhardilla

Es, tal vez, lo más complicado de elegir en una buhardilla. Evidentemente, los muebles altos no son buena idea, especialmente si los techos no tienen demasiada altura. Lo ideal es optar por camas tipo tatami o por sofás de estilo Camaleonda, que son esos sofás modulares y acabado capitoné que levantan poco del suelo.

Y, hablando de mobiliario modular, es la idea más inteligente en una buhardilla, ya que piezas de diferente forma y tamaño pero de un mismo estilo, o incluso iguales, permiten adaptarse sin problemas a las paredes y techos de la buhardilla. Pero si de verdad quieres optimizar el espacio y que los muebles encajen a la perfección, la mejor idea es optar por muebles a medida y, si tienen almacenaje, mucho mejor.

Apuesta por la sencillez en tu buhardilla

El consejo es evitar recargar en exceso la buhardilla para evitar que resulte agobiante. En este caso, la mejor forma de no equivocarse es el minimalismo, en muebles y también en accesorios. Lo ideal es optar por pocos complementos, pero con mucho estilo, para crear en esa buhardilla un espacio sencillo pero con mucha personalidad.

Por ejemplo, puedes optar por un sofá de líneas muy simples y pequeño tamaño y completar la zona de estar con una alfombra bonita y unos cojines de suelo o unos pufs cómodos que te ofrezcan esos asientos extra que puedes necesitar si tienes visita. El efecto a nivel visual será mucho más ligero que si colocas un gran sofá o dos. Y, si hablamos de una habitación de invitados, mejor un burro que un armario.

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