Todo aquello que recuerda tiempos pasados, de un modo u otro, se “cuela” en las tendencias decorativas de cada momento. A veces en grandes dosis, otras en pequeños detalles. Y son esos detalles los que son capaces de introducir una nota de distinción, o a veces de color y hasta extravagancia, en casa.
Las últimas tendencias en decoración dejan un espacio para esos objetos de aires vintage. Al fin y al cabo, todo lo que sea reciclaje y recuperación está también de moda. Si se trata de algún objeto que hemos recuperado de la casa de los abuelos y es auténtico, perfecto. Si no, siempre se puede buscar algun pequeño tesoro en mercadillos o tiendas de antigüedades.
Pequeñas antigüedades para decorar la casa
Existen muchas formas de decorar con accesorios vintage. No se trata simplemente de poner ese viejo teléfono con disco de marcar sobre la mesita del salón. Hay un sinfín de objetos que se pueden recuperar dándoles un nuevo uso, desde bicicletas que se transforman en maceteros a utensilios de cocina que pasan a ser lámparas.
Hay que tener en cuenta, además, que la esencia de aquello que es vintage es su autenticidad. Es decir, que se trata de objetos que se han utilizado realmente. Evidentemente, no siempre es fácil encontrar esas joyas o no hay capacidad económica para adquirirlas. Queda entonces el recurso de la imitación. En cualquier caso, hay algunos objetos y accesorios que son fáciles de encontrar y que a nivel decorativo dan mucho juego.
Tocadiscos o radios antiguas
Suelen ser objetos de grandes dimensiones, por ello, su presencia es suficiente para dar vida a un rincón hasta ahora vacío del salón o del dormitorio. Otra posibilidad es colocarlos sobre un mueble soso o demasiado sencillo para crear un foco de atención mucho más atractivo. Así, no será necesario sustituir esa pieza del mobiliario si no nos dice nada.
Exactamente lo mismo ocurre con relojes de pared, despertadores, viejos teléfonos o incluso máquinas de escribir antiguas. Son objetos que tienen personalidad propia, por ello son perfectos para aportar una pizca de encanto a cualquier estancia. Y suelen encajar bien en muchos estilos, así que son un recurso decorativo muy útil.
Maletas o baúles antiguos
Esos accesorios para viajar o guardar ropa que usaban nuestros abuelos son de lo más versátil a la hora de decorar. Varias maletas de diferente tamaño apiladas, o una sola con unas patas, pueden convertirse en una mesa auxiliar de lo más vistosa, lo mismo que un baúl. También pueden servir de mesillas, de descalzadores o incluso de consolas.
Mesas de máquinas de coser
Es otro objeto vintage al que se le pueden dar muchos usos. Podemos convertirla en una consola perfecta para el pasillo o en una mesa auxiliar para el salón. ¿Buscas algo diferente? Transfórmala en el mueble del lavabo, tendrás un cuarto de baño único. Y también es sencillo transformarla en una bonita mesa de trabajo o de estudio.
Espejos dorados o de bronce
Quién no recuerda esos espejos en forma de sol que tanto se llevaban hace décadas. O quién no ha visto en casa de algún conocido o familiar espejos con marcos de madera dorados con mucha ornamentación. Son perfectos si queremos dar un toque vintage a la entrada, a la pared de la chimenea, al salón o incluso al dormitorio.
Esos espejos pueden ser más o menos barrocos, redondos o cuadrados o tener diferentes dimensiones. Si son grandes, solo uno vestirá perfectamente una pared vacía. Si son pequeños, siempre se puede jugar con varios espejos de diferente forma, el resultado puede ser realmente bonito, por ejemplo, en un recibidor. También cabe la posibilidad de colocar este tipo de espejos en el baño, aunque aquí es más complicado combinarlos con el resto de accesorios.
Una idea decorativa que queda bonita, si no te gustan los espejos, es aprovechar el marco y colocar en él alguna lámina que te guste. O, si la pared está pintada de un color llamativo, puedes colocar el marco directamente sobre ella, sin nada, dejando ver el fondo de la pared. El contraste con el dorado del marco quedará muy atractivo.
Electrodomésticos vintage para la cocina
También en la cocina podemos introducir un toque vintage realmente atractivo. Puede ser tan sencillo como colocar algún utensilio o algún recipiente de porcelana que usaban nuestras abuelas en forma de decoración. Una vieja cacerola a modo de jarrón es solo una posibilidad. Transformar uno de esos escurridores metálicos en una lampara, es otra.
Pero, si de verdad queremos dar un aire muy vintage a la cocina, las clave son los electrodomésticos. En el mercado se pueden encontrar desde neveras a robots de cocinas, tostadores o cafeteras de formas redondeadas y colores atrevidos que darán un aire alegre a la cocina y ese toque auténtico que estás buscando.