La zona de los pies de la cama es fundamental en la decoración de un dormitorio. Cuando este es amplio, siempre es interesante ocupar esa zona con algún elemento decorativo y a la vez funcional con el que, además, se le puede dar un toque muy personal a la estancia. La elección dependerá en parte del estilo de la habitación, pero desde lo más clásico a lo más rompedor, hay infinidad de posibilidades.
Vamos a darte algunas ideas para que puedas elegir la que mejor encaja en tu dormitorio. Todas ellas son muy sencillas, muy vistosas y darán ese punto de elegancia o de sofisticación que ahora le hace falta a la estancia. Si no tienes espacio para colocar nada, no te preocupes, un plaid bonito a los pies de la cama o una alfombra siempre quedan decorativos. Pero, en caso de que sí haya espacio, toma nota de lo que te vamos a presentar.
Un clásico que nunca falla en el dormitorio: el descalzador
Empezamos por lo más clásico, pero también con lo más práctico: el descalzador. Su gran ventaja es su versatilidad. No importa el estilo del dormitorio, siempre hay uno que encaja a la perfección: un simple banco de madera o mimbre en los más rústicos o de estilo nórdico, un banco tapizado en los más clásicos o una gran banqueta metálica con asiento de madera en los de estilo más industrial.
Pero si los descalzadores son versátiles no solo es por esa variedad de modelos o porque sean perfectos para calzarse o dejar mantas y cojines al acostarnos. Además, hay modelos que llevan una balda intermedia o incluso un pequeño cajón para almacenaje. ¡Lo tienen todo!
Pufs o banquetas
Si prefieres una alternativa casi tan práctica como el descalzador tradicional pero algo diferente, una idea que funciona bien son los pufs. Tienen la ventaja de que resultan algo más ligeros que los bancos, además, puedes jugar con la simetría o no en su colocación. Es decir, puedes poner dos iguales o dos diferentes, o puedes optar por no colocarlos centrados a los pies de la cama, sino en un lateral para darle algo de dinamismo a la estancia.
Los pufs son también una buena solución en dormitorios algo más pequeños en los que cualquier otra idea solo serviría para saturar el espacio. Recuerda que hay pufs de diferentes formas y tamaños, por lo que no tendrás problemas en encontrar un que le dé ese toque de estilo al dormitorio y que visualmente no resulte excesivo.
Baúles, maletas y cestas
¿Qué tienen es común? Que son ideas diferentes para decorar los pies de la cama y que, además, ofrecen un espacio de almacenaje que siempre viene bien para guardar cojines, ropa de cama, etc. En el caso de baúles y maletas, elige modelos que tengan un cierto aire vintage o retro, el efecto decorativo es realmente bonito. Se convertirán, sin duda, en el foco de atracción del dormitorio.
Si hablamos de cestas, las hay de todo tipo y materiales muy diversos, las de fibras naturales son perfectas: combinan en todo tipo de estilos, son muy decorativas y, además, son sostenibles. Pero si quieres darle un aire boho al dormitorio, no lo dudes, las de tela quedan genial, elige un estampado de colores alegres y verás el cambio que da el dormitorio.
Un rincón para el descanso
Si el dormitorio es amplio, los pies de la cama son un lugar perfecto para tener un rinconcito para leer o para tomar algo. Una mesita con dos sillas de diseño ligero son una idea maravillosa y, además, muy práctica. Eso sí, elige un modelo que combine bien con el resto de la habitación, ya que se va a convertir en el centro de las miradas. Si tienes sitio y tele enfrente de la cama, siempre puedes colocar un cómodo sofá, aunque en ese caso puede resulta algo pesado a nivel visual.
Algunos consejos prácticos a la hora de decorar los pies de la cama
Para que el efecto sea tan decorativo como quieres, pero no desequilibre la decoración del dormitorio es importante que tengas algunos aspectos básicos en cuenta. El primero es el estilo. No necesariamente la pieza o pieza que coloque a los pies de la cama tiene que ser del mismo material y acabado que el cabecero o las mesillas, pero sí debe guardar una cierta armonía en los acabados y las formas.
Ten en cuenta también el espacio disponible. Aunque puedas colocar alguna pieza decorativa, eso no quiere decir que sea voluminosa. El efecto debe ser equilibrado, es decir, intenta que el elemento que elijas guarde proporciones con la cama y con el dormitorio. No debe sobresalir de la línea de la cama y, además, debe dejar una suficiente zona de paso para poder moverse con libertad por la estancia.