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Transforma el dormitorio en un espacio relajante con la decoración slow

Estas son las ideas que tienes que aplicar para que el dormitorio sea ese remansod e paz donde te sentirás bien

Dormitorio decoración slow

Tal vez hayas oído hablar del estilo de vida slow, una forma de ver la vida en la que se busca disfrutar del momento con calma, sin prisas, hacer pocas cosas pero saboreándolas plenamente. También existe la decoración slow y, además es perfecta para el dormitorio, un espacio en el que precisamente necesitamos la máxima relajación.

Para que puedas hacerte una primera idea, que luego aplicaremos al dormitorio, el estilo slow se deshace de todo lo accesorio en decoración, apuesta por lo natural y busca el equilibrio y la serenidad en los espacios. El resultado son estancias en las que realmente nos sentimos bien; funcionales, pero a la vez muy cómodas.

Materiales en un dormitorio slow

La decoración slow es, ante todo sostenible. Por ello, en el dormitorio debes apostar por materiales naturales. El mobiliario, en madera preferiblemente sin tratar, ya que se buscan materiales que no tengan sustancias nocivas y con procesos de fabricación lo más limpios posible. La alternativa son las fibras naturales, desde el mimbre al ratán, el bambú, el sisal, etc.

dormitorio en madera y mimbre
Dormitorio madera mimbre decoración

En lo que respecta a los tejidos, por supuesto naturales, de manera especial, algodón orgánico o lino, tanto en ropa de cama como en cortinas. Busca, además, que tengan textura y que sean muy suaves. Todo ello crea un ambiente cálido, acogedor y, ante todo, muy relajante en el dormitorio.

Colores suaves

Un dormitorio slow es muy, muy relajante. Por eso, la apuesta cromática son siempre colores claros que aporten esa sensación de calma. La mejor elección son los neutros como base. No necesariamente tiene que ser el blanco, puede ser un beige muy clarito o cualquier tonalidad tierra. Por supuesto, puedes introducir algún olor más oscuro, por ejemplo terracotas, azules grisáceos, rosas empolvados o mostazas. Pero hazlo en los complementos.

Diseño sencillo

Seguimos hablando de lo natural, porque es la esencia de la decoración slow. Es una decoración sencilla, sin artificios. Por ello, los muebles y los accesorios del dormitorio deben ser muy simples. Y, a ser posible que sean de líneas orgánicas, es decir, sin aristas, de formas redondeadas. ¿Cómo introducirlo esta idea en la habitación? Por ejemplo, con unos pufs redondos de mimbre que hagan las veces de mesilla o con una lámpara de pantalla en forma de lágrima u ovalada, a ser posible, también de algún material natural.

Dormitorio slow ventanales decoración

La luz, imprescindible

En un dormitorio slow la iluminación natural es fundamental. Poténciala todo lo que puedas porque es indispensable para crear un ambiente acogedor y muy cálido que elevará tu ánimo y te hará sentir bien. Lo ideal es que despejes las ventanas, las cortinas son accesorias, así que puedes retirarlas. Si buscas intimidad o el sol incide de manera muy directa, un simple visillo será suficiente.

Y en lo que respecta a la iluminación artificial, combina distintos tipos de luminarias para crear una atmósfera que en envuelva. Pero elige siempre bombillas que ofrezcan luz cálida y , a ser posible, regulables, de esta manera podrás adaptar su intensidad a las necesidades de cada momento.

Elementos que no pueden faltar en un dormitorio slow

Hemos mencionado las grandes líneas que marcan la decoración de un dormitorio slow. Ahora quedan los detalles, también muy importantes. El primero de ellos son las plantas. Representan una conexión con la naturaleza y, además, también influyen en nuestro ánimo y nuestras emociones. No quiere decir que llenes la habitación de ellas, pero sí que coloques alguna como recurso decorativo.

Y, si tienes espacio, crea un rincón solo para ti. Si te gusta leer, coloca un sillón cómodo junto a la ventana o haz un pequeño banco de madera debajo de ella. También puedes habilitar un pequeño espacio para la práctica del yoga o la relajación. De esta manera sentirás que la habitación es realmente un trocito de ti.

Siempre en orden

Un dormitorio slow es un dormitorio despejado. No es necesario sobrecargarlo de muebles ni de accesorios de decoración. Mejor pocos y bien elegidos, evitar muchas mezclas y olvidarse de estampados llamativos. La sencillez es la norma porque a efectos visuales aporta armonía y equilibrio, imprescindibles para sentirse bien. Además, esos espacios poco recargados tienen otra ventaja importante: ayudan a mantener el orden en el dormitorio. Ver cosas por aquí y por allá no contribuye precisamente a la calma. Cuantos menos objetos haya, más fácil será tenerlo todo perfectamente ordenado. Y, si es necesario, busca alguna solución de almacenaje, ese banco bajo la ventana, por ejemplo, es una solución superpráctica.

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