Seguro que sabes que los colores influyen en las emociones, que son capaces de aportarnos energía o, al contrario, alterar nuestro ánimo de forma negativa. Por eso es muy importante tenerlos en cuenta a la hora de decorar la casa. No todos los colores son igualmente recomendables para todas las estancias y es algo que debes tener muy en cuenta. En este caso, vamos a fijarnos en el salón.
Precisamente, elegir bien los colores que reinarán en el salón es muy importante. Hay que tener en cuenta que es una estancia en la que a veces nos relajamos cuando volvemos de trabajar. Pero que en otras ocasiones es escenario de veladas con amigos y familiares o de juegos con nuestros hijos. Saber cómo influye la psicología del color, por lo tanto, es importante a la hora de decorar ese salón en el que tanto tiempo pasamos cada día.
Qué colores elegir para el salón
Antes de entrar en detalles, conviene conocer algunas cuestiones básicas. Por ejemplo, que los colores fríos invitan a la calma y a la tranquilidad o que los cálidos transmiten vitalidad y energía. ¿Qué pasa con los neutros? Básicamente, que el efecto que produzcan dependerá en buena medida de esos otros colores con los que se combinen.
A partir de ahí, deberás elegir el color que mejor encaje en la decoración de tu salón teniendo en cuenta no solo su estilo, también el efecto que desees crear en la estancia. ¿Crees que es difícil? No tanto, con esta guía tendrás muy fácil elegir el mejor color para tu salón según el efecto que más te interese conseguir, en tus emociones o en las de aquellos que lo van a compartir contigo.
Blanco para no arriesgar
Si no tienes muy claro qué color elegir, el blanco es una apuesta segura paralas paredes. La razón es sencilla: luego podrás matizar su efecto introduciendo otros colores en mobiliario y accesorios de decoración. Este es un color que transmite pureza, que es elegante y que aporta luminosidad. Este último aspecto influye mucho en nuestras emociones, ya que aporta armonía y tranquilidad.
Marrón, un color natural
Este es un color neutro y, a la vez, acogedor porque es el color de la tierra y de la madera. ¿Qué te aporta según la psicología del color? Estabilidad, equilibrio y seguridad, por eso es perfecto si tu salón es también tu refugio. Lo habitual es introducirlo en el mobiliario, pero también puedes hacerlo en las paredes, siempre que elijas tonos claros. Además, tiene una ventaja: combina bien con muchos otros colores.
Gris, cuidado con el tono
Es otro color neutro que en salones viste mucho, puesto que es elegante y se combina con facilidad. Pero, aunque aporta un toque de sofisticación a la decoración, debes tener cuidado a la hora de elegir el tono porque muy oscuros o con matices azulados pueden hacer que tu salón parezca frío y hasta triste. Para evitarlo, lo mejor es combinarlo con detalles en tonos cálidos, ya que con un toque en naranja, amarillo o rojo en cualquiera de sus tonalidades ese efecto quedará diluido.
Verdes y azules para un salón relajante
Son colores que encajan a la perfección en un salón en el que se busque una decoración relajante, armoniosa y muy equilibrada. El azul es el color del cielo y del mar, de la calma y la serenidad y, a la vez, aporta frescura. Mientras, el verde es el color de la naturaleza, de bosques y campos y, por ello, es también muy relajante.
Si quieres un salón en el que sentirte realmente a gusto, en el que olvidarte del estrés diario y en el que fomentar tertulias calmadas estos colores son buena elección. Lo son, sobre todo, para textiles y complementos. Pero también puedes vestir las paredes en azul o verde, aunque preferiblemente en tonos claros para no saturar los espacios.
Colores cálidos en el salón: amarillos, naranjas y rojos
No son los colores más habituales en salones, puesto que transmiten energía y vitalidad, aunque también son colores que favorecen la comunicación. Pero, aunque no inviten precisamente a la calma, también puedes incluirlos en la decoración si lo que quieres es una estancia que tenga un carácter alegre, si tu salón es más un lugar de encuentro que de relax.
Sin embargo, lo ideal es que los introduzcas en dosis pequeñas para evitar una sobreestimulación que no siempre tendrá efectos positivos en tu estado de ánimo o en el de tus invitados. Puedes pintar solo una pared del salón o introducirlos en accesorios como cojines o alfombras, de esta manera el efecto será menos excitante.
Negro, sofisticación y seriedad
El negro es uno de los colores protagonistas en estilos como el industrial o el minimalista. Y es un color que aporta elegancia y sofisticación al salón. Pero también puede transmitir emociones negativas, frialdad y tristeza. ¿Tienes que renunciar a él? No, pero procura equilibrar su efecto introduciendo toques en colores más vivos o alegres. Por supuesto, es un color para mobiliario, no es aconsejable utilizarlo en las paredes porque incluso en pequeñas dosis puede hacer que el salón se vea mucho más pequeños y oscuro.