El salón es el gran protagonista de nuestros hogares. Es una de las estancias en las que más tiempo pasamos. En ella disfrutamos de nuestros ratos de ocio y de esos encuentros entrañables y animados con la familia o con los amigos. Y tal vez por esto último queremos que sea como esos salones que vemos en revistas especializadas. Y está bien, pero eso a veces también nos lleva a equivocarnos.
Cada salón es diferente, como lo son los gustos y las necesidades y todos estos son aspectos que debemos tener en cuenta si queremos tener una estancia no solo bonita, también cómoda y acogedora. ¿Qué errores debes evitar a la hora de decorar tu salón? Presta atención, puede que ya hayas caído en alguno de ellos, pero nunca es tarde para poner remedio.
Un salón mal distribuido
No importa si el salón es grande o es pequeño, si la distribución no es la más adecuada no le sacarás todo el partido posible. ¿Es de dimensiones reducidas? Entonces hay que optar por arrimar los muebles a las paredes para dejar espacio de paso. Donde no hay que hacerlo es bajo las ventanas, si el mueble o el sofá dificultan la entrada de la luz.
Uno de los aspectos que más condiciona la distribución del salón es el tamaño y el tipo de muebles. Por eso es importante que midas muy bien y elijas muebles proporcionales al tamaño de la estancia. Será mucho más fácil colocarlos. Y, si tienes dudas, muebles modulares, son perfectos para modificar la distribución del salón con facilidad, adaptarse a todo tipo de espacios y renovar su estilo sin cambiar realmente nada.
Un salón recargado en exceso
Primero compramos unos muebles, luego nos enamoramos de una butaca, más adelante encontramos unos cuadros preciosos. Y poco a poco, y casi sin darnos cuenta, hemos convertido el salón en una estancia en el que no hay un espacio vacío. Es un error, sobre todo en salones pequeños.
Todo debe estar en su justa medida y, si hay dudas, la clave para acertar está en el minimalismo. O en optar por pocas piezas pero de mayor tamaño en lugar de varias pequeñas que van a generar mucho ruido visual y acabarán por crear tensión y hasta estrés. No hay que olvidarlo: en el salón debemos, ante todo, sentirnos cómodos y relajados.
Monotonía en la decoración
Esos salones en los que todo, absolutamente todo, conjuntaba están pasados de moda. Un salón no tiene que ser monótono y eso, a veces suponer arriesgar un poco. Introducir un pieza con diferente pero con mucho carácter creará un punto focal maravilloso. Y también se puede dar un toque de color con tonos algo más arriesgados que la decoración general, aunque siempre en pequeños toques.
Convertir la tele en punto focal
La televisión es importante en un salón porque nos proporciona horas y horas de diversión. Pero no debe ser la protagonista. En primer lugar, si lo hacemos, inevitablemente colocaremos el mobiliario en función de ella, y eso puede llevar a cometer errores en la distribución que harán que el salón parezca más pequeño o incluso menos acogedor.
En segundo lugar, tampoco debemos hacer que toda la decoración gire en torno a ella. Al contrario, siempre es buena idea hacer que pase lo más desapercibida posible. ¿Cómo? Hay muchas maneras de conseguirlo, desde pintar esa pared de un tono oscuro para que no destaque tanto a ocultarla en un mueble con puerta.
Iluminar mal el salón
La luz es fundamental para ampliar visualmente espacios y para transmitir calidez. Y es en la iluminación donde se cometen muchos errores en el salón. Un fallo habitual es poner cortinajes pesados que impidan el paso de la luz natural, o de colocar muebles que impidan que los rayos solares se distribuyan bien por la estancia.
El otro gran error tiene que ver con la iluminación artificial. Si no se elige bien o no se colocan las lámparas de la forma adecuada, el salón no lucirá bien. Las luces deben colocarse siempre zonificando el salón, evitando que haya sombras: luces de techo en zona de estar y comedor y luces ambientales (de mesa, de pie, apliques o tiras led) en los rincones. Y preferiblemente, deben ser cálidas y regulables.
Despersonalizar el salón
Seguir las tendencias está bien para conseguir una estancia muy actual. Pero sin caer en los excesos para evitar que al final resulte fría y realmente no transmita nada. El salón debe reflejar nuestra personalidad, y una de las formas de conseguirlo es a través de los complementos de decoración: obras de arte que nos gusten especialmente, piezas de artesanía, alfombras o plantas. Cualquier detalle de tu gusto ayudará a dar ese toque único y personal a tu salón.