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5 errores que debes evitar a la hora de decorar el pasillo y cómo resolverlos

Un pasillo necesita la misma atención que el resto de las estancias: buena iluminación, estilo y detalles decorativos

Las zonas de paso en una casa son muy importantes. Pero la realidad es que pocas veces pensamos en su decoración. Y es una gran equivocación, puesto que  esos pasillos tienen una función esencial: conectar las diferentes estancias de la vivienda. No solo eso, en ocasiones son también la primera toma de contacto de las visitas con nuestro hogar.

Por simple desinterés, por las prisas o porque preferimos invertir más en la decoración de otras estancias, a veces cometemos errores en los pasillos. Conocerlos es importante, y también lo es aprender cómo solventarlos para sacar el máximo partido a esas zonas de paso que todas las casas casi sin excepción tienen. Si quieres actualizar los pasillos de tu casa, presta atención.

No iluminar adecuadamente: primer error al decorar el pasillo

Es, sin duda, el aspecto en el que es más fácil equivocarse. Y hay que reconocer que no es difícil caer en errores. Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los pasillos no tienen iluminación natural y que, además, son estrechos. Estas características obligan a diseñar muy bien la iluminación. Pero, por lo general, nos limitamos a colocar algún foco o lámpara sin más.

pasillo oscuro

¿Cómo se debe iluminar un pasillo? Depende en buena medida de sus características. Un consejo fundamental es huir de los apliques en la pared para evitar un efecto “túnel”. Si es pequeño, mejor apliques que lámparas y siempre hay que apostar por luces cálidas que den un aire más acogedor a una zona naturalmente fría. Más consejos: evitar zonas de sombra, jugar con lámparas de mesa si hay sitio para una consola y siempre, siempre, buscar que haya suficiente luz.

Segundo error: una decoración sosa o impersonal

Es un espacio de paso, cierto, pero olvidarse de la decoración, de imprimir estilo y personalidad propios a ese pasillo es un error. Colocar ese cuadro que no sabemos donde poner, el espejo que hemos quitado de la habitación o dejar las paredes completamente desnudas harán que esa zona de paso desentone del resto de la casa.

El pasillo no necesita gran cosa para ser un espacio realmente bonito y agradable, así que ¿por qué no esforzarse un poco? Puedes comenzar por la pintura, dando a las paredes un color que no sea el siempre socorrido blanco. Eso sí, siempre en tonos claros. Unas láminas elegidas con buen gusto, una escalera decorativa, un macetero o una alfombra bonita serán suficientes para renovar el estilo del pasillo y darle mucha vida.

Tercer error: elegir mal las alfombras

El suelo de los pasillos está muy expuesto al deterioro, ya que lo pisamos continuamente. Una solución práctica y sencilla para protegerlo es colocar esas alfombras. Y es muy buena idea, no solo para evitar que el suelo se estropee, también para darle un toque de estilo y alegría al pasillo. El error está en no elegir la alfombra que nuestro pasillo necesita.

Una alfombra pequeña deslucirá el pasillo, mientras que una excesivamente larga puede hacer que se vea interminable. Consejos: las alfombras, siempre en proporción a las dimensiones del pasillo; si es muy largo, mejor dos que una; si es ancho, pueden ser redondas; y, para darle un toque de alegría, en colores vivos, pero solo si el pasillo está muy bien iluminado.

Cuarto error: no aprovechar el pasillo

Es cierto que los pasillos suelen ser estrechos. Pero si tienen un ancho un poco más amplio de lo habitual, no aprovecharse de ello es otro gran error. Una zona de paso amplia puede tener miles de posibilidades decorativas y de almacenaje si sabemos cómo explotar todo su potencial. Y no es tan complicado.

¿Se puede poner algún mueble? Sí, pero siempre poco voluminoso y de fondo estrecho porque es fundamental no entorpecer el paso. Puede ser, por ejemplo una pequeña consola o un zapatero decorativo. Pero si hay un elemento que da mucho juego en los pasillos son las estanterías. Esa zona de paso es un lugar perfecto para colocar pequeñas baldas y convertirla en una pequeña biblioteca.

Quinto error: excederse en la decoración

A veces se comete un error que nada tiene que ver con todo lo visto hasta ahora. Es recargar el pasillo hasta convertirlo en un espacio agobiante y molesto para pasar por él. Muebles grandes, demasiados elementos decorativos o pensar que es una especie de trastero que sirve para colocar todo tipo de objetos como la bici de paseo o el patín del niño es una enorme equivocación.

El pasillo, al igual que cualquier otra estancia de la casa debe ser una zona en la que reine el equilibrio y la mesura, mucho más si queremos evitar tropezones. Lo ideal es buscar hueco en algún armario, en la terraza o el trastero para patines y bicis. Y también conviene aligerar el espacio de esos otros objetos decorativos que no son necesarios y, además, son voluminosos.

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