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Un espejo con historia que brilla en las casas de las celebrities

Los "Sunburst", que vuelven a estar de moda, son capaces de poner el acento maestro a cualquier rincón gracias a su simbología divina y a la historia que albergan

Hay complementos que marcan la diferencia. Tanto a nivel personal como decorativo. Y es que en el hogar hay objetos que, independientemente de su tamaño o funcionalidad, aportan mucho más de lo que a priori se puede pensar. Un ejemplo de ello son los espejos, y en concreto, el denominado «Espejo Sol» o «Sunburst «, un complemento lleno de esplendor que se ha convertido en una pieza imprescindible en la decoración. Con forma redonda y de estética vintage, ha sido y es el protagonista de las paredes de casas de famosos de Hollywood, portada de revistas e interiores decorados por amantes de los muebles y decoración recuperada de un anticuario.

Los Espejos Sol son un clásico de la decoración moderna, que marcó un hito a mediados del siglo XX y que ahora, en pleno siglo XXI es un icono de estilo y belleza. Unos objetos que son capaces de dar un toque retro cargado de optimismo que encaja muy bien con un montón de estilos decorativos. Sin duda, estos espejos son por sí mismos capaces de hacer brillar con luz propia cualquier ambiente, desde los más serios a los más desenfadados. Pero si aún albergas dudas sobre el estilo con que combina mejor un Espejo Sol, confía en tu instinto. Y también sigue leyendo.

El «Espejo Sol o Sunburst», una pieza estrechamente vinculada a un reinado con mucho esplendor

Este Espejo Sol es nació de la creatividad humana, de las manos de un escultor o de un experto artesano a finales de la edad moderna. Esto sucedía en Italia a principios del siglo XVIII, cuando el Barroco seguía considerándose como el estilo artístico de referencia. Este tipo de espejo trataba de representar en la imaginería cristiana el aura de la virgen o del espíritu santo. Su fabricación, originalmente en madera tallada, imitaba los rayos del astro rey. Al principio, de manera un poco tosca y con evidentes referencias religiosas.

detalle espejo sol recibidorLos Espejo Sol fueron objetos que decoraron por igual las viviendas de la burguesía y palacios como el de Versalles. Estos objetos han sido testigos de muchos momentos relevantes de la Historia. Por ejemplo, en el famoso «Retrato Arnolfini» pintado por el maestro holandés Jan van Eyck en el siglo XV, encontramos una de estas piezas en la casa de un matrimonio burgués de Brujas. Más tarde, en el siglo XVII, el arte sacro se fija en estas piezas y es a partir de entonces que los espejos sol empiezan a estar presentes en iglesias y catedrales como simbología divina: el ojo de Dios que todo lo ve.

En ese mismo siglo, se establece la primera fábrica de espejos en la localidad francesa de Saint Gobain, para competir con el monopolio en el sector que hasta ese momento tenía Venecia. Con la producción de espejos de manufactura francesa, más grandes y de mejor reflejo, el rey Luis XIV dio un nuevo impulso al Espejo Sol. Hay que recordar que la cara del dios Apolo rodeada de rayos de sol fue el emblema de su reinado y el que le dio el sobrenombre con el que ha pasado a la historia de “Rey Sol”.

Los espejos se hicieron más grandes y más claros que nunca, y fue también en esta época cuando el espejo se integró en la arquitectura, con la construcción de «La Galería de los Espejos» en el palacio de Versalles. Algunos estudiosos sitúan en la Revolución Francesa el momento en que los espejos sol pasan a manos del pueblo, ya que el saqueo de iglesias y catedrales puso en el mercado numerosas piezas. Tanto fue así que en el siglo XIX estos espejos se convirtieron en piezas bastante populares en los hogares de las clases pudientes.

Lo que nadie hubiera imaginado es que los espejos sol terminarían siendo codiciadas piezas en las subastas de Sotheby’s y Christie’s. Hoy estos espejos de tan elevado caché conviven con piezas de nueva fabricación en madera, pero también en otros materiales como fibras, metal o bambú. Con el tiempo, el diseño de este espejo se ha ido modificando, pasando de simples rayos de sol a representar elementos vegetales, pájaros tallados en el metal e incluso, coronas florales o bellas composiciones vanguardistas. Y como en todos los campos del diseño, tras un objeto como éste siempre hay un artista que ha sabido convertirlo en una tendencia a seguir.

En este caso, Line Vautrin, uno de los nombres más sonados y reconocidos en las subastas de alto nivel por la riqueza de sus interpretaciones de este objeto. En 1950, esta artesana del metal francesa comenzó a producir sus famosos espejos, realizados en bronce y Talosel (acetato de celulosa) con formas exuberantes inspiradas en el arte de la antigua Grecia y Bizancio, la Edad Media y el Renacimiento, las formas naturales, la mitología y el ocultismo. Hoy sus espejos son los más cotizados alcanzando cifras desorbitantes de hasta 60.000 euros.

Las creaciones de esta diseñadora, así como las del también galo Gilbert Poillerat, quien creó unos espejos de metal normalmente dorados y de estilo Art Déco que lo han convertido en uno de los diseñadores más originales e importantes de su época, son consideras verdaderas joyas por cualquier decorador amante del estilo de los años cincuenta del pasado siglo. Más grandes o más pequeños, con rayos irregulares o realizado en cualquier metal, estas piezas son perfectas para decorar cualquier ambiente, tenga el estilo que tenga.

Podemos colocarlos solos sobre una cómoda de gran formato o sobre un aparador, o combinados en cualquier pared; en conjunto, de formas y tamaños distintos. Y es que en cuestiones de colocación dentro del hogar, se puede dar rienda suelta a la imaginación y ponerlo en el comedor, junto a la chimenea, sobre el lavabo en el baño, en el recibidor, en el dormitorio encima del cabecero o incluso en la cocina, sobre todo si esta es de estilo retro o vintage. En cualquier sitio quedará estupendo.

Si bien este tipo de espejos siempre ha tenido un gran valor decorativo en otros países como Estados Unidos, en España nunca gozó de la misma fama. Su momento de máxima popularidad fue en las décadas de los 60 y 70, volviendo a vivir en la actualidad una época de gran esplendor. Todo lo recuperado y retro se ha puesto de moda con la llegada a la cima de nuevas generaciones de decoradores, artistas y arquitectos, y por ello son muchas las firmas que están sacando nuevos diseños inspirados en el «Sunburst».

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