Loading...

Todo sobre el estilo rústico en una casa y cómo adaptarlo a nuestro hogar en verano

Un estilo perfecto para crear una sensación de calidez en nuestro hogar.

La decoración de nuestra casa es algo muy personal que se caracteriza entre muchas otras cosas por no ser algo estático sino todo lo contrario, ir cambiando con el tiempo en función tanto de nuestros gustos como de las tendencias del momento. Y si hay un estilo que últimamente está cogiendo cada vez más fuerza es el rústico, que destaca por imitar una decoración tradicional y natural. Inspirada en las clásicas casas de campo de nuestro país, desde los cortijos andaluces hasta las casas manchegas, este estilo busca volver a nuestras raíces.

Al estar inspirado en este tipo de construcciones los materiales que priman son naturales, como la madera o la piedra, que consiguen una paleta de colores muy cálida y acogedora. Por lo que si nuestra casa tiene vigas o paredes en estos materiales ya tendremos mucho ganado. Y aunque este estilo nos hace soñar sobre todo con casas rurales, lo cierto es que también podemos adaptarlo a nuestra casa en la gran ciudad. Esto es bastante fácil en invierno, donde podemos utilizar mantas o alfombras gorditas para conseguir ese efecto rústico que buscamos. Pero en verano con el calor,

El lino, tejido clave para el estilo rústico en una casa

A la hora de adaptar este estilo al verano uno de los puntos clave es buscar tejidos naturales para decorar nuestro hogar, siendo el lino uno de nuestros favoritos. Ya que es fresquito, algo que nos viene genial con el calor, y consigue ese efecto acogedor lo pongamos en la estancia que lo pongamos. Tiene lugar en todas las estancias de la casa, ya que podemos integrarlo tanto en ropa de cama como en fundas de sofás, cortinas e incluso manteles.

Lino en el hogar

En cuanto a qué tonos utilizar, lo ideal es siempre apostar por colores neutros (sobre todo el beige) y mucho, mucho blanco. Ya que aportan mayor sensación de luminosidad y crean esa atmósfera hogareña que tanto ansiamos conseguir. Una vez tengamos una base decorativa en estos colores, podemos añadir algunos tonos más vibrantes para conseguir más vida en nuestro hogar. Jugando con tonos tierras o naranjas suaves, para combinar con los detalles de madera que tengamos en casa, o incluso con verdes o azules.

La madera y las fibras naturales, las grandes protagonistas

Si el lino es el tejido estrella, sin duda el material que tiene que protagonizar cualquier hogar de estilo rústico que se precie es la madera. Acompañada preferentemente de decoración de ratán, yute o cualquier otra fibra natural para conseguir multiplicar aún más ese efecto de rústico y hogareño. ¿Cómo? Mediante espejos, caminos de mesa, alfombras o elementos decorativos simples, por ejemplo.

Las imperfecciones son bonitas

En este estilo se valora lo natural, por lo que no todo ha de ser perfecto. Por eso si somos de los que solemos comprar muebles de segunda mano puede ser una buena idea dejarlos tal cual los encontremos, sin necesidad de pintarlos ni arreglarlos al máximo. Porque esos «desperfectos» darán un toque aún más natural a nuestro hogar (siempre que no sean demasiado notables, claro está).

Salir de la versión móvil