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Ideas geniales para dar vida a una pared aburrida y renovar el estilo de tu casa

Desde simple molduras a atrevidos papeles pintados y desde tapices a platos: hay mil formas de vestir una pared sosa

En el salón, el dormitorio, la cocina o incluso el pasillo. En todas las casas hay alguna pared que pasa desapercibida porque no le hemos dado mayor importancia y no nos hemos molestado en decorarla. O porque no sabemos muy bien cómo vestirla de una manera que no sean esos espejos, cuadros o láminas que ya tenemos en otras paredes. ¿Cómo convertir esa pared vacía en el foco de atención?

Hay infinidad de recursos decorativos que se salen de lo común. Y lo mejor de todo es que podemos conseguir dar vida a esa pared con objetos cotidianos o que es muy fácil conseguir. Simplemente, debemos tener en cuenta la estancia, el estilo que queremos darle y, por supuesto, si solo pretendemos que no parezca desnuda o preferimos convertirla en el centro de todas las miradas.

Las mil posibilidades del papel pintado

El papel pintado es la solución más versátil. ¿La razón? Que lo hay en mil diseños diferentes, desde los más clásicos con motivos florales a los más sofisticados con motivos geométricos. Y también lo encontrarás imitando otros materiales como el ladrillo, la madera o la piedra. El papel pintado es, por ejemplo, ideal para la pared del cabecero o para la de la tele. También para separar visualmente la zona del comedor o del office del resto de la estancia.

cabecero de papel pintado

La mejor alternativa a los cuadros: los tapices

Al igual que el papel pintado, los tapices ofrecen infinitas posibilidades. Y lo mejor es que dan un toque de calidez siempre atractivo a la estancia en la que se coloquen. Si a la pared del sofá le falta un punto de color, nada como un tapiz. También puede ser el cabecero perfecto para la habitación o ese accesorio que le dé un punto de alegría al recibidor.

Además, hay tapices que combinan a la perfección con diferentes estilos decorativos: de lanas trenzadas para habitaciones de estilo boho o étnico; de fibras naturales y macramé para esas otras de aires nórdicos, o de algodón tejido para estancias más clásicas, entre otros muchos. Otra ventaja: dan un toque artesanal que es tendencia.

Y si hablamos de tapices, podemos también hablar de alfombras. Es una buena alternativa, pero debes tener en cuenta que tanto su peso como sus dimensiones suelen ser mayores, de modo que a la hora de colgarlas en la pared debes asegurarte de que quedan bien sujetas. ¿Algo más ligero pero igualmente vistoso? Los pañuelos, por ejemplo los que tienen mandalas, son ideales para dar un toque exótico a esa pared que ahora está vacía.

Si buscas sencillez: elige molduras

Para dar presencia a una pared no es necesario colgar en ella ningún elemento. Con molduras decorativas se pueden hacer auténticas maravillas. Las hay también de formas muy diferentes, pero el resultado será siempre elegante. Son, además, un elemento que da pie a combinar distintos colores en la pared, así que las posibilidades son infinitas.

¿Te apetece poner un cuadro o lámina? Mejor en una balda

Si a pesar de todo no puedes prescindir de cuadros, fotos o láminas hay una forma diferente y muy vistosa de colocarlos: en una estantería. Basta con poner una balda estrecha, de 10-15 cm, y apoyar en ella uno o dos cuadros junto a algún otro accesorio de decoración que le dé algo más de presencia, como un jarrón o una planta pequeña. Quedará perfecto.

Otras ideas para dar vida a las paredes

Los platos son desde siempre muy socorridos para decorar paredes. Son ideales para una cocina o un comedor. ¿Pero cómo ser original? Olvidándonos de esos platos de cerámica o cristal de toda la vida y eligiendo otros de artesanía en barro, de fibras naturales o de madera. Sirven para el comedor o la cocina, pero también para el salón, la escalera o los pasillos. Además, todo lo que sea natural está de moda.

Igual de versátiles son otro clásico de decoración de paredes: los relojes. Pero para dar vida a una pared que sea realmente sosa, nada como una pequeña colección de relojes de diferentes estilos y tamaños. En salones, y sobre todo en cocinas, quedan realmente bien. La alternativa a ese pequeño collage de relojes es elegir uno de mayor tamaño, pero que destaque por su diseño, hoy en día se fabrican modelos espectaculares.

Pero, si realmente queremos ser originales, los rosetones de plumas son espectaculares para paredes de dormitorios o salones. Y los sombreros son una alternativa muy decorativa para entradas o incluso escaleras. Cualquiera de estas ideas dará personalidad a esa pared que ahora miras y que no te dice absolutamente nada.

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