Con el tiempo vamos acumulando un sinfín de objetos y llega un momento en el que nos hace falta sitio para guardarlos. Libros, vajilla, recuerdos o algún que otro aparato o accesorio de decoración que nos resistimos a tirar. Cuando el salón se ha quedado pequeño, es imprescindible encontrar un lugar donde guardar todas esas cosas o, al menos, donde poder organizarlas sin que molesten ni ocupen demasiado.
El problema surge cuando el salón es tan reducido que parece que falta sitio para casi todo. Pero con un pequeño esfuerzo y alguna solución muy práctica, nada costosa y muy decorativa podrás conseguir eso que parece imposible: tener todo, absolutamente todo, guardado, a mano y de una manera que conseguirás dar estilazo al salón. ¿Necesitas ideas? Aquí tienes algunas.
Estanterías siempre prácticas para el salón
Las estanterías tienen muchas ventajas. La principal es que puedes integrarlas sin problemas y conseguir que su peso visual no sea grande si son del mismo color que la pared. Además, al estar en la parte alta de las paredes, no restan espacio al salón. Por lo tanto, son la solución más práctica para guardar esos pequeños objetos que ahora tienes dispersos por toda la estancia y que no sabes dónde colocar.
Las estanterías, además, pueden ser muy decorativas si aplicas algunos trucos sencillos. El primero es colocar cajas decorativas para guardar en ellas objetos pequeños. En segundo lugar, debes saber cómo colocar los libros, puedes agruparlos, haciendo composiciones en vertical y en horizontal para colocar entre ellos adornos con mucha personalidad o esas fotos que tanto te gustan. Y, en tercer lugar, incorpora elementos como alguna planta, lámparas o velas.
Bancos corridos, versátiles y con gran capacidad
Si el salón tiene ventana y es posible colocarlo, un banco corrido es práctico en todos los sentidos. Por un lado, te dará ese espacio de almacenamiento que tanta falta te hace y, por otro, tendrás porque colocando encima unos cojines bonitos tendrás un asiento extra que siempre viene bien en esas reuniones con familiares y amigos. Por supuesto, puedes utilizarlo de estantería si no te hacen falta esos asientos.
Si el salón es muy pequeño, opta por un banco abierto y colocar cajas decorativas bajo él. Es la solución más ligera a nivel visual y es también muy decorativa. Si tu salón es minimalista o prefieres un banco cerrado, igual que con las estanterías, mejor que sea del mismo color de las paredes para que se integre perfectamente en la estancia.
Muebles multifuncionales
Si ha llegado el momento de cambiar de mobiliario, los muebles multifuncionales son la mejor solución porque no ocupan espacio de ninguna de las maneras. Y hay mil posibilidades. Puedes optar por una chaise longue con asiento abatible y espacio de almacenamiento en su interior. O también por pufs con tapa en los que podrás guardar un sinfín de objetos. Y lo mismo ocurre con esas mesas de centro que llevan incorporados cajones o pequeñas puertas.
Un mueble extra con mucha personalidad
Si el espacio te lo permite, siempre puedes añadir una pieza extra que te ofrezca ese espacio de almacenamiento que necesitas. La opción más sencilla son cómodas o consolas de fondo estrecho. No ocupan mucho y en su interior podrás guardar de todo. Si el sofá está en el centro del salón, coloca un pequeño mueble abierto detrás y aplica los mismos consejos que en el caso de las estanterías.
Pero si quieres dar un toque de estilo y de personalidad propios al salón, elige un mueble que además sirva de foco de atracción. Puede ser una pieza de estilo vintage o un mueble recuperado al que le hayas dado algún retoque. Siempre que no sea demasiado grande, quedará perfecto en el salón.
Cestas y organizadores
A veces, lo único que necesitamos es espacio para dejar cojines, alguna manta o juguetes de los niños. En ese caso, las cestas de fibras naturales son perfectas. Son decorativas, las puedes encontrar de diferentes capacidades y en ellas peudes guardar de todo. Incluso puedes colocar más de una para llenar, por ejemplo, un rincón vacío y ganar estilo para la estancia.
Y en un salón en el que hay que guardar muchos objetos no pueden faltar los organizadores. En el interior de los muebles que tengas te ayudarán a multiplicar su espacio y aprovechar cada centímetro. Pero no debes olvidar que también los hay de sobremesa para tener siempre organizados mandos, móviles o revistas. Si evitas que están dispersos de cualquier manera por encima de los muebles ganarás amplitud visual, además de que los tendrás siempre a mano.