En la noche del 24 al 25 de diciembre hay que acostarse pronto para que Papa Noel tenga tiempo de dejar sus regalos. Pero aunque vaya de una casa a otra a toda velocidad, siempre agradece algún pequeño detalle y, sobre todo, alguna ayudita para no perder tiempo y poder dejar regalos a todo el mundo.
Preparar la casa para esa visita tan especial no es complicado. Solo se necesita un pequeño esfuerzo. No hay que olvidar que una parte importante, como es la decoración navideña, ya está preparada. ¿Es suficiente? No. Una ocasión especial merece también un ambiente más cuidado. Vamos a ver cómo conseguirlo.
Detalles decorativos que no pueden faltar
El primero de los elementos imprescindibles son los calcetines. Los más vistosos son los que tienen motivos navideños: gorros de Papá Noel, renos, estrellas o abetos. Pero también sirven calcetines lisos de colores llamativos, con rayas o con otro tipo de figuritas. Incluso podemos ayudarle si los elegimos con nuestras iniciales.
Segunda cuestión importante: cuántos calcetines hay que colgar. Lo ideal es que haya al menos uno por cada habitante de la casa. Pero podemos poner algunos más para que Papá Noel deje en nuestro hogar algún regalo para esas personas a las que tanto queremos y que no viven con nosotros.
¿Y dónde colgarlos? Si hay chimenea en casa, perfecto. Al fin y al cabo es el lugar preferido por Papá Noel para entrar a casa y dejar los regalos. ¿No hay chimenea? En ese caso, se pueden colgar en otros muchos lugares, por ejemplo, en la escalera o en los tiradores de las puertas. Incluso se puede preparar una cesta de mimbre, colocar en ellos los calcetines rellenos con dulces y dejarla a los pies del árbol. Otra idea: en lugar de calcetines dejar un saco en un lugar bien visible.
Pero los calcetines no son el único detalle imprescindible para dar la mejor de las bienvenidas a Papá Noel. La iluminación también es importante. Lo más sencillo es dejar esa noche las luces del árbol encendidas. También se pueden colocar algunas guirnaldas extra para crear una ambiente acogedor, por ejemplo, en la ventana del salón o en la puerta. Lo que no hay que dejar nunca encendidas son velas porque puede ser peligroso.
Y algo que no se puede olvidar es dejar un pequeño tentempié para que Papá Noel recupere fuerzas y pueda seguir repartiendo regalos. Lo ideal es dejarlo cerca de donde hayamos colocado los calcetines o al pie del árbol si hemos decidido prescindir de ese elemento. Una mesita auxiliar, un mantel individual con motivos navideños, unas galletas en forma de estrella en un plato bonito y algún adorno ¡y listo!
Una casa ordenada y limpia
Si la cena de Nochebuena ha sido en casa, un buen detalle es recogerlo todo y limpiar un poco. Puede dar mucha pereza, pero con un poco de ayuda no tardaremos mucho. De esta forma, cuando llegue Papá Noel no encontrará cosas por medio que le retrasen en ese trabajo que va a tener durante toda la noche.
Pero no solo es una ayudita para él, también para nosotros. Si no lo ordenamos un poco, al día siguiente habrá trabajo doble: recoger todo lo que quedó de la Nochebuena y los envoltorios, cajas y lazos de esos regalos que nos ha dejado Papá Noel.
Un pequeño truco para que todo sea mucho más sencillo es no recargar en exceso la mesa en Nochebuena. No es necesario llenarla de adornos para que resulte elegante, y tampoco hay que poner cubiertos o copas que no se van a utilizar pero sí habrá que limpiar. También podemos dejar una pequeña mesa auxiliar para poner ahí esos juegos de mesa o ese karaoke con los que tantos buenos ratos pasamos. Solo hay que guardarlos en sus cajas, dejarlos sobre la mesa bien colocados y a otro día, ya sí, meterlos en los armarios.