Ver la lavadora en la cocina no es extraño en España. Pero esta costumbre horroriza en otros países, donde su sitio es en un cuarto aparte, en el baño o, incluso, donde se prescinde de ella para hacer la colada en lavanderías. ¿Es correcto o no es correcto poner este electrodoméstico junto al lavavajillas o la placa de cocción? ¿Cuál es el mejor lugar para colocarlo? ¿Cómo integrarlo en la decoración?
La lavadora es un electrodoméstico voluminoso, lo que complica bastante su colocación. Además, si optamos por la cocina o el baño, tenemos que enfrentarnos al reto de conseguir que no altere ni la funcionalidad de estas estancias y, mucho menos su decoración. ¿Tienes dudas? Vamos a intentar resolverlas.
Si es posible, haz que la lavadora tenga un espacio propio
Es el sueño de muchas personas y también es lo más práctico. Si podemos colocar el electrodoméstico en un espacio especialmente reservado para ello, perfecto. Es más, podemos diseñar incluso un lavadero del que podremos presumir si adaptamos la galería, la terraza o un rincón del sótano.
¿Qué es lo que no puede faltar en ese lavadero? Si hay sitio, una pequeña pila en la que se puedan lavar pequeñas prendas a mano y un tendedero. Y, en cualquier caso, encimera para poder depositar la ropa limpia, cestos para la sucia y estanterías o un mueble para guardar los productos para la colada. No olvides la decoración: unas plantas, unas láminas divertidas en las paredes o una caja decorativa para las pinzas le darán el toque definitivo.
La lavadora en la cocina
Aunque para muchos no sea la solución idónea, lo cierto es que a veces no hay otra posibilidad. Tiene, además, algunas ventajas, como que en la cocina hay tomas de agua y desagüe, lo que facilita bastante su instalación. Por otra parte, muchas cocinas tienen salida a patios interiores o ventana que dan a ellos, lo que facilita bastante tender la ropa.
¿Tiene inconvenientes? Por supuesto. El principal es que se pierde espacio en la cocina. Pero también hay que tener en cuenta el tema de los ruidos cuando se trata de cocinas abiertas al salón. Y, si buscas la comodidad de una lavadora de carga superior, todo se complica aún más a la hora de integrarla en la estancia.
Hablar de integrarla, a nivel decorativo, tiene su importancia. Aunque los diseños modernos de lavadoras son realmente bonitos y pueden encajar bien en una cocina de estilo moderno, dejar que esté a la vista no siempre es la solución adecuada.
Para que la lavadora no altere la decoración de la cocina, mucho menos si es abierta al salón, lo ideal es optar por hacerla invisible, es decir, por panelarla. De esta manera se oculta sin problemas, se logra una uniformidad decorativa y, además, el ruido quedará amortiguado.
La lavadora en el cuarto de baño
Es una alternativa cuando no queremos tener la lavadora en la cocina ni contamos con otro espacio para ello. ¿Problemas? Que se necesita un baño grande para que la lavadora no cause problemas de espacio y dificultades para moverse por él y también que a veces no tiene tanta ventilación como la cocina, de modo que la humedad puede acabar dañándola. A cambio, tiene algunas ventajas: también es sencilla la instalación y suele ser más práctico, ya que el cesto de la ropa para lavar muchas veces está en el baño.
En lo que respecta a la decoración, lo ideal es también integrarla o, al menos hacer que pase lo más desapercibida posible. Un manera de hacerlo, es ocultarla en un armario. Esta es una solución muy funcional, porque en los estantes altos de ese armario podrás dejar los productos para lavar y tendrás todo siempre a mano en el mismo lugar. También lo es para colocar la secadora en columna, si es que se tiene.
Si no hay sitio para un armario, pero sí lo hay al lado del lavabo, es un buen lugar para colocar esa lavadora. De esta manera se puede disponer de una gran encimera que puede dar mucho juego en la decoración del baño. Y, al igual que ocurre en la cocina, siempre se puede panelar para que pase lo más desapercibida posible.