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Luminosa, cálida y con estilo: Las claves para acertar con las lámparas del dormitorio

Las lámparas deben encajar tanto en el estilo como en las dimensiones del dormitorio y, a ser posible, ser regulables

lamparas de techo y mesilla dormitorio decoración

Acertar con la iluminación del dormitorio no siempre es sencillo. No se trata solo de elegir una luz adecuada, sino de escoger lámparas que por estilo y dimensiones encajen a la perfección en la estancia y en su decoración. Si conseguimos acertar, nuestro dormitorio será una habitación cálida y acogedora y, por supuesto, con mucha clase.

Hay que tener en cuenta, además, que una buena iluminación hará que el dormitorio parezca más grande. Y no hay que olvidar que no se trata solo de la lámpara de techo. Las luces indirectas también tienen un enorme protagonismo: lámparas de mesilla, apliques, focos, etc. Vamos a ver algunos consejos que siempre ayudarán.

La gran protagonista: la lámpara de techo del dormitorio

Una luz general es imprescindible en cualquier dormitorio. Lo más habitual es optar por lámparas de techo y las posibilidades son infinitas en lo que a modelos se refiere. Conviene fijarse, en primer lugar, en las dimensiones del dormitorio. De manera general, estas serían las medidas más adecuadas: para un dormitorio pequeño, lámparas de menos de 40 cm de diámetro, para habitaciones medianas de hasta 60 cm y en habitaciones grandes se puede llegar a los 80 cm.

dormitorio con lampara de mimbre
Dormitorio lámpara mimbre decoración

En lo que se refiere al diseño, dependerá del estilo de la habitación y de los gustos. Se puede dar protagonismo a esa lámpara optando por un modelo que contraste por su forma o color. Pero si lo que se busca el la máxima discreción, entonces es mejor elegir lámparas que combinen con el resto del dormitorio, en materiales o en gama cromática.

En habitaciones de estilo escandinavo, por ejemplo, encajan bien las lámparas con pantallas de fibras naturales. Mientras, en otras de estilo industrial, las que tienen reflejos metálicos son perfectas. Y si hablamos de dormitorios clásicos, nada como una lámpara de araña, que se pueden encontrar en diseños elegantes pero modernos.

Focos en lugar de lámparas de techo en el dormitorio

Los focos son una buena elección cuando se busca la máxima simplicidad en el dormitorio, cuando se apuesta por un estilo minimalista o cuando los techos no tienen una altura que permita una la instalación de lámparas. Lo ideal en este caso es repartirlos por la estancia para conseguir una iluminación lo más homogénea posible, teniendo en cuenta, eso sí, que no creen sombras.

Los focos, sin embargo, presentan un pequeño inconveniente: es necesario que la habitación tenga un falso techo para poder realizar la instalación. Si no lo tiene, la solución es colocar un único foco que tenga mucha presencia. Hay una solución muy atractiva para dormitorios modernos: plafones de LED. Se pueden encontrar en diseños clásicos, pero también en formas muy decorativas.

Luces indirectas: la otra clave en la iluminación del dormitorio

Las luces indirectas siempre son más suaves que la principal. Son imprescindibles para crear un ambiente íntimo, para esos ratos de lectura antes de acostarse o, simplemente, para relajarse. Por eso un buen consejo es elegir luces neutras y que se puedan regular en intensidad. Las más versátiles son las lamparitas de mesilla.

Lámparas mesilla dormitorio decoración

En esas lámparas de mesilla el diseño es muy importante porque se pueden convertir en un elemento clave en la decoración. Si quieres dar vida a una pared de cabecero sencilla, opta por una lámpara de líneas atrevidas o de aires vintage. Pero si prefieres la sencillez, modelos en madera y cristal son ideales.

Otra posibilidad son los focos sobre el cabecero. Tienen la ventaja de que se deja libre la mesilla para depositar cosas en ella. Además, son regulables y no resultan molestos para la lectura, al estar a la altura de la cabeza. Pueden estar integrados en el propio cabecero, pero si están anclados a la pared, hay que elegirlos con cuidado en tamaño y estilo para que encajen bien con el resto de la decoración. Lo ideal es que no sean demasiado grandes ni demasiado recargados.

Otras luces para el dormitorio

Las luces del techo y las de la mesilla o el cabecero son importantes, pero no son las únicas en las que hay que pensar. En dormitorios muy grandes, una lámpara de pie siempre quedará decorativa. Además son estupendas para crear un pequeño rincón de lectura junto a un cómodo sillón o para decorar algún espacio que quede demasiado vacío.

Tampoco hay que olvidar armarios y vestidores. En los primeros, conviene colocar algún tipo de luz interior, un pequeño foco o unas tiras LED que funcionen a pilas. En los vestidores, además, es importante poner luces de techo, preferiblemente focos o plafones que estén bien distribuidos por todo el techo.

Y queda hablar de un accesorio imprescindible en muchos dormitorios: el ventilador. Lo ideal es que lleve luces incorporadas para poder disfrutar de esa iluminación de techo tan necesaria. La ventaja es que hay diseños muy actuales con las aspas ocultas que son prácticos, decorativos y ofrecen la luz que la estancia necesita.

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