En el sofá, en butacas o como como accesorios de decoración para introducir una nota de color en el salón o el dormitorio, los cojines nos hacen la vida mucho más cómoda. Pero también están sometidos a un uso intensivo y eso hace que peudan estropearse con facilidad si no los cuidamos como se merecen. Y no se trata solo de las fundas, también de los rellenos.
Conseguir que se mantengan en perfectas condiciones no es complicado. Basta con dedicarles unos minutos de vez en cuando. Eso sí, debes tener en cuenta que no todos los cojines son iguales, por ello, debes tratarlos de diferente manera según sean de interior o de exterior, funcionales (asientos y respaldos de sofá o sillones) o decorativos. Con esta pequeña guía lo tendrás mucho más fácil para que el sofá del salón o los cojines decorativos estén siempre perfectos.
Los cojines del sofá, siempre libres de polvo
Como cualquier otro elemento de la casa, los cojines acumulan polvo, mucho más los del sofá, dadas sus dimensiones. Por ello, el primer consejo es aspirarlos con frecuencia. De esa manera evitamos que esa suciedad se incruste en los tejidos, lo que hará que eliminarla sea mucho más complicado después. ¿Cada cuando tiempo hay que hacerlo? Lo ideal es que no pase más de una semana sin aspirar los cojines.
Pero no se trata de pasar un cepillo o la aspiradora sin más. Es importante aspirar el sofá y cada uno de los cojines con minuciosidad. El polvo más resistente es ese que se oculta en pliegues, en zonas laterales o en esos espacios más ocultos a la vista. Por ello, el consejo es sacar los cojines y aspirarlos uno a uno por todos lados. No hay que olvidar, por supuesto, la estructura del sofá.
Ahuecar y ventilar los cojines
Puesto que hemos sacado los cojines para aspirar, una buena idea es aprovechar para ahuecarlos y ventilarlos bien. Con el uso, sobre todo en el caso de los cojines de los asientos, estos se pueden deformar. Es cierto que en la actualidad muchos se fabrican en materiales como la viscoelástica, que recuperan su forma con facilidad. Sin embargo, eso no ocurre con los que tienen otro tipo de rellenos, que se pueden apelmazar en las zonas de más uso. Ahuecándolos se consigue que las fibras vuelvan a distribuirse de forma homogénea.
Cuidado con las manchas en los cojines
Una mancha que no se elimina a tiempo puede quedar para siempre en la tapicería. Por ello, se deben limpiar siempre de inmediato. El primer paso será intentar eliminarlas con un paño húmedo o una toallita. Se puede utilizar agua con un poco de amoniaco. Si no se consigue arrancar la mancha, entonces habrá que proceder a una limpieza más profunda y en este aspecto depende del material con el que estén fabricadas las fundas.
Si los cojines son desenfundables y la etiqueta así lo indica, lo ideal es meterlos en la lavadora, quedarán impecables. Pero hay que tener en cuenta siempre las indicaciones del fabricante en lo que a ciclo de lavado y tipo de detergente se refiere. En caso que que no se puedan lavar de esta manera, hay que buscar alternativas, bien por un lavado en seco, bien llevarlos a la tintorería.
Los rellenos de los cojines también se deben lavar
La suciedad y las manchas pueden pasar a los rellenos con enorme facilidad. Por ello, la mejor recomendación es protegerlos con fundas, puesto que en su caso la limpieza puede ser bastante más complicada. En primer lugar, hay que tener en cuenta que por sus dimensiones no siempre es posible meterlos en la lavadora. Cojines decorativos, como los que se colocan de adorno en sofás y camas sí suelen caber, pero los de asientos y respaldos no, por lo que no quedará más remedio que lavarlos a mano.
Por otro lado, hay materiales que requieren de un lavado especialmente delicado para que no pierdan sus características. Es el caso de los rellenos de látex, de viscoelástica o de plumas. Si fuera necesaria una limpieza en profundidad, lo ideal es seguir de manera estricta las recomendaciones del fabricante, usando siempre jabones neutro y dejando secar perfectamente en horizontal.
Cojines de exterior siempre como nuevos: cómo mantenerlos en perfecto estado
Los cojines de exterior están doblemente expuestos. En primer lugar, a causa del uso diario. Y, en segundo lugar, a las condiciones meteorológicas. La combinación de ambos elementos puede resultar fatal si no les prestamos los cuidados imprescindibles. Los consejos de mantenimiento esenciales son los mismos que se aplican para cualquier otro cojín: un buen aspirado y limpieza en caso de manchas o suciedad acumulada.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta algunas cuestiones muy específicas. Por ejemplo, en caso de lluvia, lo ideal es retirarlos para evitar que se mojen. El motivo es que así se previene la aparición de moho en ellos, un moho que luego será muy difícil de eliminar de la tela. Y, aparte de ello, es importante leer bien las instrucciones del fabricante porque las fundas pueden llevar algún tipo de tratamiento hidrófugo o de protección frente a los rayos solares y un jabón inadecuado podría estropearlos.