Las cómodas, junto con los tocadores, suelen ser piezas que a veces dejamos en un segundo plano a la hora de decorar el dormitorio. Y, sin embargo, son tan prácticas como decorativas. Sobre todo las primeras tienen una ventaja añadida: nos dan ese espacio de almacenaje que tanta falta nos hace. Puede que pienses que ocupan mucho sitio y que en tu habitación no cabe una cómoda, pero siempre hay soluciones.
Si el dormitorio no es muy grande, siempre cabe la posibilidad de optar por una cómoda de fondo estrecho. Hay modelos realmente bonitos que ocupan muy poco espacio. O puedes dar a ese mueble una doble función. Son algunas de las ideas que te vamos a adelantar a continuación para que no te resistas más y te animes dar ese toque de estilo que le falta a la habitación.
Cómo elegir la cómoda perfecta para el dormitorio
Lo más habitual es elegir una cómoda que sea del mismo estilo que las mesillas. Y es una idea que está bien, que funciona, pero que puede resultar algo simple. Para dar carácter y personalidad propia al dormitorio, una idea fantástica es elegir una cómoda diferente, que tenga fuerza y sea protagonista. Por ejemplo, esa cómoda que tenían nuestros abuelos y que con unos retoques quedará como nueva, además, lo vintage está de moda, no se puede pedir más.
Si vas a comprar, entonces debes tener en cuenta algunos consejos prácticos. El primero es elegir una cómoda con cajones de diferentes alturas, así podrás guardar en ellos prendas según su tamaño o volumen y tenerlas siempre perfectamente organizadas y localizadas. El segundo consejo es tener en cuenta las dimensiones del dormitorio. Si es pequeño, mejor una cómoda de fondo estrecho, sin patas y del mismo color de la pared, de esta manera será mucho más ligera a nivel visual. También puedes elegir alguna pieza que sea estrecha, pero a cambio gane en altura.
Y un consejo más es tener en cuenta el estilo del dormitorio. Por ejemplo, cómodas con frontales de rejilla o acabados redondeados encajan bien es dormitorios clásicos. Pero si buscas un toque de sofisticación, opta por líneas rectas y algún reflejo metálico, por ejemplo, en las patas o en los tiradores. Y, para dar un aire muy natural al dormitorio, mejor la madera en bruto, sin tratar.
Dónde colocar la cómoda
Todo depende del tamaño de dormitorio y también de su forma. Si hay una pared desnuda y hueco suficiente, será perfecta para la cómoda, sea cual sea esa pared. En un lado o a los pies de la cama, una cómoda con un diseño llamativo o sencilla, pero decorada con algún accesorio que te guste especialmente, servirá para dar vida a tu dormitorio. Y, si hay dos ventanas en la estancia, no lo dudes, colócala entre ellas.
¿Y si no tienes sitio para colocarla en un lateral o a los pies de la cama? Sencillo, sustituye la mesilla por una cómoda pequeña y, en el otro lado, pon una mesilla tradicional. Puedes elegir incluso piezas de diferente diseño, aunque compartan estilo. Verás cómo esa combinación no solo funciona, sino que además da dinamismo al dormitorio.
Cómodas que son algo más
Una cómoda ofrece espacio de almacenamiento, también es muy decorativa. Pero puede ser mucho más. ¿Por qué no un mueble multifuncional? Sobre todo en dormitorios pequeños es una solución que te puede dar un respiro en tu día a día. Tendrás dos muebles en uno sin ocupar espacio extra.
Por ejemplo, si tus hijos necesitan un escritorio, pero también ese espacio de almacenaje que da el mueble, hay cómodas en las que la tapa se desplaza hacia un lado para convertirse en mesa de trabajo. ¿Lo que necesitas es un tocador? Aplica la misma idea, tan solo tienes que colocar encima del mueble un espejo bonito y con una buena iluminación.
Accesorios de decoración para dar relevancia a la cómoda
Una cómoda por sí sola puede ser muy decorativa si eliges un modelo más elaborado. Pero si es sencillo, necesitarás darle algo de protagonismo. Hay muchas formas de hacerlo. Lo más clásico es decorar la pared con algún espejo o una lámina que vaya bien con el estilo del dormitorio.
Otra idea muy decorativa es acompañar la cómoda con un puf. ¿El dormitorio es clásico? Entonces tapizado en terciopelo. ¿Es de estilo rústico o nórdico? Opta entonces por el mimbre o el ratán. ¿Y si es moderno? Un puf en cuero. Con un plaid sobre él tendrás un rincón del que podrás presumir en tus redes sociales.
Pero si buscas algo más natural y sencillo, sustituye el puf por una planta que sea alta, como pueden ser un tronco de Brasil o bambú. Cualquiera de estas ideas le dará presencia a un tocador sencillo y con ello conseguirás tenerlo todo: espacio para guardar un montón de enseres y una pieza con la que el dormitorio ganará también en estilo.