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Así debes pintar tu dormitorio para relajarte y dormir bien

Hay colores que nos relajan, regulan nuestro ritmo cardíaco y nos ayudan a dormir mejor

Dormitorio decoración dormir mejor

En decoración, la psicología del color es muy importante. Hay colores que nos relajan, otros que despiertan nuestros sentidos, que favorecen la creatividad o que nos estimulan. Ese factor emocional es fundamental para elegir bien los tonos que deben dominar en el dormitorio y, de manera especial, vestir las paredes.

Puede que tengas muy claro que pintar de rojo o de azul eléctrico las paredes del dormitorio no es una gran idea si lo que buscas es crear un ambiente relajado y tranquilo. ¿Pero qué colores son los más adecuados para conseguir que el dormitorio sea un remanso de paz, que nos invite a descansar y a recuperar esas fuerzas que tantas veces nos hacen falta para el día a día?. Vamos a verlo.

Blanco, el básico para un dormitorio sosegado

El blanco es uno de los colores neutros por excelencia, pero puede parecer frío para un dormitorio. Sin embargo, siempre es una buena elección por diferentes razones. La primera de ellas es que transmite limpieza, y es importante para conseguir esa sensación de calma. La segunda, que multiplica la luz natural y esta también tiene un poderoso influjo a nivel emocional. Y, además, es un color que puedes combinar sin problemas con cualquier otro en accesorios o textiles para dar un poco de “vida” a ese dormitorio.

dormitorio pintado de blanco roto
Dormitorio pintado blanco roto decoración dormir mejor

Ten en cuenta, por otra parte, que no necesariamente tienes que elegir un blanco inmaculado. Aunque no lo creas, este color tiene infinidad de tonalidades: blanco roto, marfil, perla, tiza, etc. Una buena idea para dar estilo al dormitorio es combinar diferentes tonos de blanco y jugar con las texturas, verás como la estancia no parece sosa en absoluto.

Colores naturales

Son esos colores neutros que nos recuerdan a la tierra, es decir, beiges, crudos y ocres, entre otros. Tienen la ventaja de que resultan menos fríos que el blanco y combinan muy bien con una amplia gama de colores y tonalidades. Eso sí, lo ideal es elegir aquellos que sean más suaves, sobre todo en dormitorios infantiles o que sean oscuros.

Azul, el color más relajante

También nos recuerda a la naturaleza, pero al cielo y al agua. Es el color que más invita a la calma y al sosiego, que inspira seguridad y estimula sensaciones positivas. Por ello, es el más indicado para pintar las paredes del dormitorio si lo que queremos es favorecer el descanso. Eso sí, como puedes imaginar, no todos los tonos tienen el mismo efecto, hay que apostar por los más suaves.

Dormitorio azul gris decoración dormir mejor

Si te apetece un dormitorio se aspecto relajado pero muy fresco, combina el azul con el blanco. Tendrás una habitación con un aire marinero o mediterráneo muy acogedora. Para un efecto muy elegante, opta por un azul grisáceo y combínalo con beige, por ejemplo, en los textiles o accesorios de decoración.

Verde, pura alegría

Es un color refrescante que nos recuerda a los árboles, a las plantas, a esos campos cuya simple visión nos tranquiliza y nos transmite bienestar. Por ello, es otro color perfecto para el dormitorio. Además, puedes elegir entre un sinfín de tonalidades, desde la más clásicas pastel a otras como el verde oliva o el verde salvia. Más ventajas: es un color que combina a la perfección con tonos tierra o con amarillos. Si lo que quieres es introducir una nota de color en la habitación, la mezcla con tonos como el mostaza quedan espectaculares.

Tonos pastel

En esta gama incluimos aquellos colores que en principio no parecen demasiado adecuados para favorecer el descanso, pero que en tonos muy suaves sí se pueden aplicar sin problemas en un dormitorios. Uno de esos colores es el rosa. Si te apetece tener un ambiente cálido y muy romántico, puedes incluir el rosa en la decoración de las paredes, pero en tonos empolvados. También es perfecto, por ejemplo, para dormitorios infantiles.

Más allá del rosa y, si quieres un toque algo atrevido, siempre puedes elegir colores como el lavanda o amarillos muy suaves. Son colores más cálidos y alegres, pero en esos tonos pastel muy suaves ayudan a crear ambientes agradables, acogedores y envolventes que favorecerán la tranquilidad y el descanso. También son perfectos tanto para para dormitorios principales como infantiles o juveniles.

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