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Te contamos algunas ideas para reformar tu salón sin tener que pasar por unas obras

Las grandes reformas conllevan mucho tiempo y dinero, y no son necesarias para darle a nuestro salón un toque diferente

Aunque a todos nos gusta mejorar algunos problemas que surgen cuando vivimos en una casa, y también cambiar un poco de aires para no aburrirnos de la misma estética, la realidad es que las reformas son un momento complicado. Un gasto económico importante, mucha energía y tiempo en planificar todo y, sobre todo, en limpiar lo que vaya surgiendo, y además una sensación de que tu casa está inhabitable.

Si estás harto de tu salón, y te apetece darle un nuevo toque sin entrar en el gran escalón de hacer reformas, te contamos algunas ideas para reformar tu salón sin tener que pasar por unas obras y todo lo que ellas conllevan.

A veces basta con ponerle un poco de imaginación y saber cuáles son los elementos que más mejora necesitan en el salón. Por ejemplo si el suelo está empezando a estar un poco desgastado, o si el color de las paredes ya nos ha empezado a aburrir. Vamos a contarte ideas para reformar tu salón sin tener que pasar por unas obras que quizás no estabas pensando que eran tan fáciles de llevar a cabo… ¡Con ello!

¿Cuáles son los elementos que se pueden cambiar para reformar tu salón sin tener que pasar por unas obras?

Dentro del amplio margen que hay entre decorar de forma distinta el salón, y meterse en unas obras que tiren abajo lo que antes había para poner un nuevo espacio, hay muchas posibilidades. Nosotros te vamos a contar cuáles son las ideas que menos problemas, tiempo y dinero conllevan, y que además darán esa sensación total de que el salón ha sufrido una renovación:

Empezar por pintar las paredes de un nuevo color

Aunque pueda parecer que esto no tiene nada que ver con una reforma, el cambio de color de las paredes del salón da una sensación de cambio radical después de haberlo llevado a cabo. Sobre todo si decidimos cambiar la estética general del salón usando colores muy diferentes.

reformar el salón sin tener que pasar por obras

Normalmente el cambio de color de la pared viene acompañado de cambio de otros elementos, como los muebles que lo acompañan, o bien las fundas del sofá. Para poder llevar a cabo este cambio, ni si quiera necesitas contratar a profesionales si es que vas con un presupuesto ajustado: escoger el color, comprar plástico para cubrir el suelo y todos los elementos del salón, y usar tus propias manos para una buena reforma de todo el espacio.

También está la idea de usar papel pintado para cambiar el estilo de las paredes del salón. Simplemente necesitarás lijar un poco la pared bajo ella y colocar el papel con el estampado que más te guste. Económicamente, y a nivel de facilidad, es una posibilidad perfecta para que tu salón parezca otro.

Sustituir el suelo es fácil, y ofrece la oportunidad de un salón reformado

En las casas más antiguas, o para las personas que han vivido cambios de suelo, puede que el hecho de cambiarlo les suene a obra total, muchísimo tiempo y suciedad para conseguir un suelo nuevo. Pero la realidad es que hay muchas formas de cambiar el suelo, y no tienen que pasar por acabar con el anterior:

Por ejemplo es posible usar suelos vinílicos encima del suelo original, y esto abre un mundo de posibilidades en cuanto a formas, color y estilos que convertirá tu salón en otro. También está la posibilidad de poner una moqueta, haciendo que durante el invierno, sobre todo, sea posible disfrutar del confort de estar descalzo a la par que vemos nuestro salón con una estética completamente distinta.

El cambio de puertas y ventanas dará una nueva estética al salón

Las puertas y ventanas son ese elemento que siempre está en nuestro salón, pero en el que muchas veces no reparamos con suficiente atención. Y es que si estas se han quedado viejas, filtran el frío y el calor de la calle, o simplemente tienen una estética que ha dejado de gustarnos, cambiarlas puede suponer un cambio radical que haga que el salón parezca recien reformado.

Contra lo que muchas personas piensan, cambiar las ventanas y las puertas conlleva mucho menos esfuerzo del que parece, y en poco más de un día podrás disfrutar de nuevos elementos que le den un toque diferente a la casa, sin todo el torbellino que son las obras y con un precio bastante asequible.

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