Has intentado que tu salón parezca más amplio y sea más luminoso, pero cuando por fin has acabado de decorarlo no te gusta el efecto: resulta demasiado frío. El problema cuando eso ocurre es que las estancias no resultan acogedoras, y eso crea un enorme inconveniente si tenemos en cuenta que precisamente el salón es un lugar para relajarnos y en el que nos debemos sentir lo más cómodos posible.
¿Tiene solución? Sí. Y seguramente mucho más sencilla de lo que puedas pensar. No es necesario volverá a pintar las paredes ni cambiar esos muebles que acabas de comprar. Hay soluciones infinitamente más simples que conseguirán darle a tu salón ese punto de calidez que ahora le falta. Te vamos a explicar algunas de ellas. ¡Toma nota!
Introduce madera o fibras naturales
Son materiales perfectos para conseguir que ese salón blanco e impoluto tenga una nota de calidez muy atractiva. No vas a necesitar grandes cambios. Puedes, por ejemplo, poner alguna mesita auxiliar de madera en tono natural o incluso poner una hamaca de mimbre o ratán para crear de paso un pequeño rincón de lectura.
Si no te apetece introducir muebles, en lugar de por la madera opta por las fibras naturales. Además, con ellas puedes hacer auténticas maravillas y conseguir ese salón acogedor que realmente querías. Lo más sencillo es poner una alfombra de yute, de sisal o de hilos de coco. Las hay en infinidad de medidas y de diseños, incluso con relieves decorativos.
Hay otras alternativas igual de válidas. Por ejemplo, cambiar las pantallas de las lámparas por otras en esas mismas fibras vegetales, las hay realmente decorativas. También puedes aportar por accesorios como cajas decorativas o bandejas de madera o alguna cesta de mimbre que, además, te dará un espacio de almacenamiento precioso.
Juega con los textiles
Es otra forma sencilla de llevar la calidez a ese salón frío en exceso. Si elegiste un sofá blanco, es tan sencillo como colocar cojines en tonos tierra o beiges claros, en rosa empolvado o en un verde muy suaves. Si quieres, peudes acompañarlo con una manta en invierno o un plaid de lino de esos mismos colores en verano. No dudes en combinar colores, en mezclar cojines lisos con estampados y en combinar cojines de diferente forma y tamaño.
Si quieres acentuar algo ese efecto de calidez con los textiles, presta atención también a las cortinas. Una sobrecortina en esos colores que te hemos indicado es una solución muy fácil de poner en práctica y que tampoco cuesta demasiado. Lo importante es que elijas un color y que toda la paleta de los textiles gire en torno a él.
Y, aunque hemos mencionado las alfombras de fibras naturales, puedes elegir cualquier otra. La de diseños étnicos o las de tipo kilim son perfectas por sus estampados y su colorido. Pero si prefieres algo más directo, opta por una de algodón de pelo corto en verano y largo en invierno. En tonos tierra quedará perfecta en tu salón.
Accesorios con alma
¿A qué nos referimos? A esas piezas vintage que tanto decoran y que tienen su propia historia. También a esas otras que son únicas o porque son objetos de artesanía hechos a mano, pueden ser de barro o de madera. Ponlos en un lugar del salón en el que destaquen y tendrás el complemento perfecto para crear un ambiente mucho más acogedor.
Decora con libros
Si en tu salón hay estanterías, una pequeña librería o incluso una vitrina, llénalas de libros. No solo te proporcionarán horas y horas de entretenimiento, además, llenarán ese salón de colorido y le restarán buena parte de esa frialdad que lo hace tan poco acogedor. ¿No tienes dónde ponerlos? Coloca un par de baldas en una pared, y listo.
No te olvides de las plantas
Las plantas aportan vida, alegría y colorido. Por eso son una forma muy sencilla de aportar calidez a tu salón. Puedes elegir alguna especia de mayor porte, como una palmera o un tronco de Brasil para llenar algún rincón vacío. Pero también puedes colocar pequeñas macetas aquí y allá para decorar y, de paso, purificar el ambiente. Si quieres algo diferente, haz un pequeño bodegón y dale protagonismo, verás qué efecto tan bonito hace en tu salón.
El toque final: una iluminación cálida
La iluminación también ayuda a crear espacios más acogedores. En el salón, opta por luces que sean cálidas. Y muy importante: no olvides la iluminación ambiental. Puedes conseguirla con focos, con lámparas de pie o de mesa o con tiras LED. Y un último consejo: mejor que sean regulables, de ese modo podrás elegir la intensidad según el momento y siempre estarás cómodo. Unas velas decorativas y el efecto será espectacular.