San Valentín es una ocasión ideal para estrenar la ropa de casa y, de paso, cambiar un poco la decoración. Qué mejor que estrenar un mantel bonito para esa cena tan especial o aprovechar para cambiar esas toallas que hace tiempo que dejaron de ser mullidas y suaves. También podemos dar un nuevo airea al dormitorio con una funda nórdica calentita, de esas que hacen que no apetezca nada salir de la cama, o unas sábanas supersuaves al tacto.
Hay muchas formas de vestir el hogar para esa fecha tan especial y darle un aire muy romántico. Si quieres un ambiente perfecto, lo ideal es optar, por un lado, por tejidos que sean especialmente cálidos y, por otro, por telas que transmitan un poquito de sensualidad. Y no solo los tejidos, no hay que olvidar la importancia que a nivel decorativo tienen los colores, las texturas y también los estampados.
Ropa de cama perfecta para un escenario muy romántico en San Valentín
Empezando por el dormitorio, si lo que buscamos es calidez y suavidad, nada como las sábanas de algodón de toda la vida. Cuanto más hilo tengan, mucho mejor, más agradables y suaves al tacto serán. Si quieres que tengan un toque romántico, siempre las puedes elegir con un bordado o encaje que sea sencillo pero elegante.
Pero para vestir la cama con un toque de sensualidad, hay tejidos maravillosos. El primero es también de algodón, pero tiene unas características especiales: es el satén. Es una tela con un aspecto sedoso y brillante gracias al número de hilos empleados para tejerlo y a la forma en la que se alternan y entrecruzan. Unas sábanas de satén en tonos crudos son perfectas para vestir la cama con elegancia. Pero si buscas algo más atrevido para la ocasión, un azul intenso será ideal; o un gris, si lo que prefieres es crear un ambiente más sofisticado.
Hay otros tejidos también increíbles para vestir la cama en una ocasión tan especial como es San Valentín. El raso es uno de ellos. Es muy parecido al algodón, la diferencia está en la materia prima, normalmente fibras sintéticas como el nylon o el poliéster. El raso es también un tejido de aspecto delicado y atrevido, gracias al brillo que tiene. En colores intensos como el azul eléctrico o el rojo, o incluso en negro, unas sábanas de raso son increíbles para una velada muy romántica.
Si hablamos de sábanas, aún queda otra opción: la seda. Es delicada, ligera y muy suave al tacto, ideal para crear en el dormitorio un escenario de auténtico lujo. Tiene, eso sí, un inconveniente: el precio. Si no quieres gastarte demasiado, no lo dudes, el satén es un buen sustituto y más al alcance de todos los bolsillos.
Si quieres dar el toque final al dormitorio, puedes hacerlo con el cobertor de la cama. También en este aspecto hay mucho donde elegir, desde la elegancia de una colcha de terciopelo al punto pasional de un cubrecama en colores intensos (fucsias, morados, etc.). O puedes elegir estampados en forma de grandes flores o labios, siempre con esos colores llamativos.
Cómo vestir y decorar otras estancias de la casa aprovechando San Valentín
Hay otras muchas ideas para vestir la casa con ese toque de romanticismo y también de atrevimiento perfecto para celebrar por todo lo alto San Valentín. Por ejemplo, unas toallas extraesponjosas para el cuarto de baño. Y, ya que hablamos de toallas, puedes decorar también la habitación con ellas. Hacer la forma de unos cisnes, por ejemplo, no es complicado. Colocadas sobre la cama con unos pétalos de rosas alrededor le darán al dormitorio ese ambiente tan, tan romántico que estás buscando.
Todavía queda hablar de otra de las estancias más importantes de la casa y que también tiene su protagonismo en San Valentín: el salón. Una manta de terciopelo XXL quedará genial en el sofá. Además, si está un poco pasado de moda o la tela ya muestra algún síntoma de deterioro, la manto lo disimulará perfectamente. Y, por supuesto, será perfecta para esos momentos para compartir en pareja.
Todavía queda por hablar de la mesa. Al fin y al cabo, tiene su papel en San Valentín y en todas aquellas ocasiones especiales en las que nos reunimos con nuestros seres queridos. Para una mesa romántica y a la vez elegante, nada como los manteles blancos con algún bordado sencillo. Te servirán para esa cena romántica o para cualquier otra comida familiar.