Hay un refrán que dice que donde comen dos comen tres. Pero si hablamos de un aspecto meramente físico o espacial, lo cierto es que donde se sientan dos no se pueden sentar tres, al menos si de sillas de comedor hablamos. Cuando tenemos más invitados de los que esperábamos solemos echar mano de los taburetes de la cocina, de las sillas de la terraza y hasta de los pufs del salón. Pero hay una solución más práctica: las sillas plegables.
Este tipo de sillas no solo nos pueden salvar de un momento de apuro en esas comidas familiares. También son perfectas para espacios pequeños. Lo habitual es tenerlas en el balcón o incluso la cocina. Sin embargo, cuando el office o el comedor no son todo lo grandes que nos gustaría, son una buena solución. Porque para aprovechar mejor el espacio no dudamos en optar por mesas abatibles o extensibles y no hay mejor complemento que las sillas plegables.
Ligeras y versátiles, son perfectas para el comedor
Cuando hablamos de sillas plegables solemos pensar en incómodas sillas de estructura metálica. Sin embargo, ya no es así. El diseño de mobiliario alcanza a todos los aspectos relacionados con la decoración y la optimización del espacios. Por ello, hoy es sencillo encontrar sillas plegables que nada tienen que envidiar a cualquier otra, ni en estilo ni en comodidad.
Puedes elegir sillas que incluso encajarán a la perfección con el estilo del comedor y en materiales como la madera o el bambú. Y, lo que es más importante, son sillas confortables y resistentes que incluso puedes utilizar si tu casa es tan pequeña que no puedes permitirte tener un comedor convencional. Una mesa abatible y unas sillas plegables y en un momento tendrás un comedor tal vez pequeño, pero perfectamente funcional.
Su gran ventaja: ahorran espacio
Frente a otras posibilidades, como las sillas apilables, la que se pliegan tienen una enorme ventaja: una vez que se han doblado no ocupan nada. Por eso son la mejor solución para espacios reducidos o para tener a mano esas sillas extra que de vez en cuando tanta falta nos hacen. Realmente, su volumen una vez dobladas es mínimo y, además, son muy ligeras, de modo que manejarlas es sencillo.
¿Pero cómo y dónde guardarlas cuando no se necesitan? Las más pequeñas pueden caber perfectamente en un armario, en un rincón de la despensa o el garaje y no estarán a la vista. Pero no es la única posibilidad. Simplemente apoyadas en una pared donde no estorben o incluso colgadas en la pared como un elemento decorativo más.
En qué hay que fijarse a la hora de elegir las sillas plegables
El primer aspecto que hay que tener en cuenta es el uso que de ellas vamos a hacer. No es lo mismo una silla que solo se va a utilizar en Navidades que otra que va a tener un uso continuado en el office. En este segundo caso, hay dos cuestiones que no se deben pasar por alto:
- La primera comodidad, al fin y al cabo, vamos a pasar tiempo sentados en ella. La mejor elección en ese sentido son las que llevan asiento y respaldos acolchados.
- Que tenga un sistema de plegado sencillo, que no tengamos que pelearnos con la silla cada vez que queramos abrirla y cerrarla.
Cuestión de estilos
Además de lo mencionado, es importante fijarse en el estilo de la silla. Que sea plegable no quiere decir que sea poco atractiva. Y, de hecho, hay modelos realmente bonitos que se integrarán en el estilo de la casa sin ningún problema. Son algo más caros, pero lucirán en el comedor como una silla más.
Sillas metálicas encajan bien en comedores de aire industrial. Si es clásico o de estilo escandinavo, mejor de madera o incluso de fibras naturales. Y, si el comedor tiene un estilo moderno o minimalista, las sillas plegables de materiales plásticos quedarán perfectas.
Cuanto más resistente, mejor
Aunque la silla no se vaya a usar mucho, es importante comprobar su resistencia en todos los aspectos. No solo por el peso que pueda soportar, también porque permitirá su uso tanto en interiores como en esos comedores de exterior que tanto disfrutamos cuando llega el buen tiempo.
Como ves, la sillas de comedor plegables son prácticas, versátiles y ligeras. Si tu casa no es muy grande, es la mejor solución para aprovechar el espacio para tener ese comedor que de otro modo no podrías permitirte. Y para ocasiones especiales, sencillamente, son imprescindibles.