Quién no sueña con tener un lugar a mano en el que relajarse sin pensar en nada, en el que cuidarse un poco y en el que recuperarse física y emocionalmente del estrés diario. Ese espacio ideal puede ser un spa en casa. Pero, claro, no siempre tenemos sitio para instalar uno. ¿O sí? Tal vez no sea como el de un hotel, pero con unos retoques en el cuarto de baño podemos hacer realidad ese sueño.
Lo ideal es hacer alguna pequeña reforma (no tan pequeña si el baño está anticuado) para adaptarlo a todo lo que necesita un auténtico spa. Pero no siempre será necesario, a veces con pequeños retoques y algunos detalles se puede conseguir ese espacio para la relajación del que nos costará salir. Estas son solo algunas ideas para renovar el baño y darle ese uso que tanto te apetece.
¿Bañera o ducha para el cuarto de baño?
Ya sabemos que lo ideal en un spa es una bañera, a ser posible de hidromasaje. Si vas a hacer obra y tienes espacio, las bañeras exentas son elegantes y decorativas. Además, las hay en diseños clásicos y modernos superatractivos. Pero tienen dos inconvenientes. El primero es su volumen, incluso aunque sean pequeñas ocupan mucho espacio, de modo que en un cuarto de baño reducido no son viables. El segundo inconveniente es el consumo de agua, ese bien tan escaso que hay que ahorrar.
¿Una ducha puede hacer que tu baño se convierta en un spa? Sí. Y no tendrás que hacer obras. Es tan sencillo como instalar una columna de hidromasaje. Pero también peudes poner rociadores de techo con efecto lluvia, que son muy relajantes. Y si quieres un efecto total, elige grifos con luces led de colores integradas. La cromoterapia tiene infinidad de beneficios para el cuerpo y la mente. Con ellos mejorarás tu bienestar.
Apuesta por lo natural en tu baño
La naturaleza tiene un efecto relajante, así que tienes que llevarla al baño si quieres transformarlo en tu pequeño oasis. ¿Cómo? Lo más sencillo es colocar alguna planta. Tienen un efecto decorativo, purifican el ambiente y transmiten serenidad. No tienes que convertir el baño en un vergel, simplemente colocar alguna maceta. La única precaución es elegir plantas que soporten bien ambientes húmedos.
También debes apostar por lo natural en mobiliario y revestimientos para conseguir un spa en casa. Si vas a hacer obras, la piedra natural, en especial el mármol, es perfecta. Si no, bastará con mobiliario en madera natural. Madera que también puedes introducir en accesorios como alguna banqueta decorativa o bandejas para la bañera. Cualquiera de estos complementos es ideal para aportar un toque de calidez extra al baño y, además, son muy prácticos para dejar productos de baño o toallas.
La madera sería también perfecta para el suelo de ese spa en casa. Al fin y al cabo es un material cálido y suave al tacto. Pero es muy sensible a la humedad, de modo que en baños no siempre es aconsejable. Pero hay alternativas. Los laminados y los suelos vinílicos son superresistentes e imitan a la perfección el acabado de la madera. Además, tienen la ventaja de que no será necesario hacer obra para su instalación, los puedes colocar encima del viejo suelo.
La iluminación: indispensable en un spa en casa
En un spa, la luz es muy importante. El consejo es colocar luces que sean regulables, de esta manera podrás rebajar la intensidad en esos momentos de relax absoluto. Y, si puedes, opta por luces indirectas, que no te molesten, las de techo no son una buena opción. En ese sentido, las tiras led son ideales, porque puedes colocarlas de forma muy decorativa y sin necesidad de instalación, las hay recargables.
Detalles para crear ambiente en el baño
A veces son los detalles los que pueden ayudar a crear ese remanso de paz en el baño. Por ejemplo, toallas XXL que sean supermullidas y muy suaves. Colócalas en una escalera de madera y conseguirás un efecto espectacular en el baño. Además, las tendrás siempre a mano cuando salgas de la bañera o de la ducha. Un detalle añadido: cambia la típica alfombrilla por otra que sea de un color suave, también mullida y sobre todo grande, te transmitirá una sensación de bienestar maravillosa.
Otro aspecto fundamental: la temperatura ambiental, que debes ser siempre agradable, ni demasiado cálida ni fría. Si el radiador que tienes en el baño no es suficiente, puedes poner un pequeño apoyo. La mejor idea son los calefactores de pared por infrarrojos. Son decorativos, versátiles, apenas ocupan y su instalación no tiene ninguna complicación.
¿Qué más falta para transformar el baño en un spa? Algo de música de fondo, velas y jabones decorativos (preferiblemente aromáticos), alguna pieza de decoración con un toque vintage y, de manera muy especial, orden, mucho orden. Con estos detalles, conseguirás tener ese lugar ideal en el que desconectar, al menos, durante un rato.