En un salón, todos los elementos decorativos son importantes y todos deben guardar equilibrio y proporción para que el resultado sea el de una estancia cálida, acogedora y armoniosa. El gran protagonista suele ser el sofá y, junto a él, esa mesa de centro que tan práctica resulta. Ambas piezas van siempre de la mano, por lo que nunca se deben elegir sin tener en cuenta a la otra.
Son muchos los factores que debemos tener en cuenta para lograr que ese conjunto que forman sofá y mesa de centro sea armonioso y eleve el nivel decorativo del salón. Estilo, tamaño, materiales o colores, cualquier detalle puede hacer que sea la pareja ideal o, al contrario, que no se lleven en absoluto bien. ¿Quieres saber mucho más? Presta atención, te damos las claves para una combinación perfecta.
Una mesa ideal para cada sofá: cuestión de medidas
En un salón, todos sus elementos deben guardar unas proporciones. Por un lado, debemos elegir el sofá según el tamaño de la estancia. Y, por otro, la mesa de centro debe guardar proporción con el sofá. ¿Cuál es la medida ideal? La mesa siempre debe ser algo más corta que el sofá. Lo ideal es que ocupe la mitad o, como mucho, tres cuartas partes de su longitud.
En lo que respecta al ancho, se debe elegir teniendo en cuenta que es necesario respetar unas distancias de paso: unos 50 cm desde el borde del sofá y al menos 80 cm del de cualquier otro mueble. Y si hablamos de altura, la mesa de centro nunca debe ser más alta que los asientos del sofá, debe ser igual o ligeramente inferior.
El estilo es importante
Mesa de centro y sofá deben ser del mismo estilo o, al menos, deben combinar bien. Esa coherencia será la que sume puntos en la decoración del salón. Si hemos elegido un sofá de líneas actuales, una mesa sencilla, sin mucha ornamentación, siempre quedará bien. En el caso de salones clásicos se puede optar por mesas de diseños más elaborados. Y, en estilos como el rústico o el boho, piezas como viejos baúles son perfectas.
Materiales, acabados y texturas
La elección de los materiales es otro aspecto que se debe tener muy en cuenta. Una tapicería aparentemente fría de cuero puede encontrar el equilibrio perfecto con una mesa de un material cálido, como la madera. Y, al contrario, un tapizado en tela combina a la perfección con mesas de materiales como vidrio o mármol. En otras palabras, es importante que los materiales de sofá y mesa de centro sean complementarios.
Y ese equilibrio se puede alcanzar también con los acabados y las texturas. Por ejemplo, un sofá con una tapicería que tenga una textura muy acusada combina mejor con mesas de acabados sencillos y superficies lisas. Pero si la tela del sofá es sólida, nada como una mesa de centro que tenga formas, volúmenes y texturas.
Los colores y las formas, siempre coordinados
Al igual que ocurre con materiales y texturas, es básico que los colores del sofá y de la mesa de centro se complementen y se mantenga una cierta armonía. Si la tapicería es en colores vivos, lo ideal es que la mesa sea de un color neutro para compensar, y viceversa. Pero no solo hay que tener en cuenta los colores de esas dos piezas, ambas deben coordinar a la perfección con los tonos elegidos para la decoración del resto del salón.
Y, si de formas hablamos, sofá y mesa de centro pueden compartir líneas parecidas, pero una forma de aportar dinamismo al salón es que sus líneas sean diferentes pero complementarias. Un sofá de líneas curvas combina bien con una mesa de centro de diseño recto. Si el sofá es de líneas rectas, una mesa de forma redonda u oval será perfecta para romper la dureza de esas líneas.
Otras consideraciones para combinar mesa de centro y sofá
Las que hemos mencionado son los aspectos generales, pero hay otros detalles que también te pueden ayudar a elegir con acierto la combinación de mesa de comedor y sofá. Si has optado por un sofá compacto y voluminoso, puedes equilibrar su peso visual con una mesa de centro transparente, de cristal o incluso de metacrilato, si el estilo del salón es muy actual.
Otra idea: si el sofá tiene un tapizado en colores oscuros o intensos, los reflejos metálicos en la mesa serán perfectos. Pueden ser cobrizos, dorados o cromados, todo dependerá del estilo del salón. Además de aportar equilibrio, esos brillos también darán más luminosidad a la estancia.
Cuál es la mesa de centro ideal para tu salón
En el mercado, como sucede con todos los productos que puedes comprar, tienes muchísimas opciones. Sin embargo, debes saber cómo discriminar entre las buenas y las malas. En este apartado, te vamos a dar las claves para elegir la mejor mesa de centro posible. En primer lugar, las medidas ideales o estándar son de 110 a 120 centímetros de largo y 60 a 70 centímetros de ancho. En segundo lugar, fíjate en los muebles que tienes en el salón para que la mesa de centro que elijas no desentone. Por último, si tienes un salón pequeño, elige una mesa de centro circular por encima de la clásica cuadrada o rectangular, ya que, al carecer de esquinas, te hará ganar más espacio.