Dicen que la primera impresión es la que cuenta y, cuando se trata de elegir hogar, es fundamental. Hay análisis que señalan que una persona decide en apenas 90 segundos si una casa le gusta o no. ¿Cómo conseguir que atraiga las miradas y seduzca? La clave está en la decoración, puesto que es la que crea esa imagen que transmite la vivienda.
La estrategia para hacer que una casa sea visualmente más atractiva tiene un nombre que poco a poco se va haciendo familiar: home staging. Y sus claves no son complicadas de aplicar. No hay que ser un profesional del interiorismo para conseguirlo, se trata básicamente de simplificar la decoración y hacer que sea lo más neutra posible.
Cómo decorar una casa que se quiere vender o alquilar
Una casa oscura, descuidada, llena de muebles o con objetos muy personales puede provocar rechazo. Pero no es necesario gastar un dineral para conseguir que sea una casa en la que sea fácil imaginarse viviendo, que es la clave para vender o alquilar con rapidez. Hay un sinfín de pequeños trucos que pueden ayudar a lograrlo.
Lo más básico es una mano de pintura, y no solo para que las paredes luzcan impecables. La clave está en el color y, en ese sentido, el blanco es la mejor elección. ¿Por qué? Porque es un color que no suele provocar rechazo y porque además refleja la luz, lo que hace que los espacios se vean más grandes. A partir de ahí, hay toda una serie de consejos decorativos que funcionan:
- Despersonalizar: recuerdos de viaje, fotos y cualquier otro elemento de carácter personal debe desaparecer. Y conviene retirar todo aquello que sea de colores muy llamativos, por ejemplo, colchas o cortinas.
- Minimalismo decorativo: no hay que tener miedo a retirar todos esos objetos que no son adecuados. En este caso funciona aquello de “menos es más”.
- Complementos bien elegidos: si hay que colocar algún accesorio decorativo, mejor de líneas sencillas. Todo lo que sea demasiado llamativo puede causar rechazo. A pesar de ello, complementos como cojines, plaids o alguna planta, que transmiten sensación de confort y calidez, son perfectos.
- Liberar espacios: una casa abarrotada de muebles parece más pequeña y menos atractiva. En el salón no es necesario que haya tres mesitas auxiliares, ni un carrito en la cocina. Aquello que no esté en buen estado también se debe retirar.
- Una nueva distribución: a veces no nos damos cuenta, pero puede que la distribución de los muebles no sea la mejor. Una vez retirados aquellos que sobran, conviene evaluar la estancia. Puede que solo cambiando el sofá o la mesa de sitio ese salón parezca mucho más grande.
- Uniformidad de estilo: sobre todo cuando se trata de una vivienda vacía, poner en ella los muebles de la abuela o esos que teníamos en el trastero no es buena idea. El efecto decorativo puede ser desastroso y la impresión de la vivienda, nefasta.
- Aprovechar el poder de las alfombras: si el suelo está algo desgastado, las alfombras son perfectas. Pero siempre en colores neutros y, si llevan algún tipo de motivo, no demasiado estridente.
- Cuidar la luz: una buena iluminación puede hacer milagros. Si la casa tiene ventanales, lo ideal es dejar que pase sin obstáculos. La casa parecerá más grande, más cálida y más acogedora. Y, si es una vivienda oscura, no quedará más remedio que potenciarla con lámparas colocadas estratégicamente.
Otros trucos de decoración para mejorar el aspecto de la vivienda
Limpieza y orden son también muy importantes, pero hay otros consejos que también conviene tener presentes, como potenciar esos puntos fuertes que puede tener la vivienda. Un ejemplo: si tiene terraza, cuesta muy poco dar una mano de pintura a la barandilla y colocar un asiento hechos con palés o cajas de madera y unos cojines. Añadimos alguna planta bonita y una guirnalda de luces, y la terraza puede quedar de auténtica revista.
Más ejemplos: si hay vestidor, se puede destacar colocando en las estanterías cajas bonitas; si la cocina no es muy grande, conviene dejar las encimeras completamente libres de objetos; en el baño, siempre toallas nuevas; y si hay algún desperfecto visible, hay que repararlo.
Un último consejo. Hemos señalado la importancia de que la decoración sea en tonos neutros, es decir, blancos, grises o colores de la gama de beiges o marrones. ¿Pero qué hacer cuando hay algún elemento que no se puede cambiar? Si el sofá está tapizado en un azul llamativo, lo más sencillo es poner una manta o una funda. El mueble del baño se puede pintar, por ejemplo, con una pintura a la tiza, que se aplica con mucha facilidad.
Son muchos consejos, y puede parecer complicado tenerlos todos en cuenta. Pero hay una manera mucho más sencilla de no olvidarse de nada: pensar en esa decoración nórdica que todos conocemos. Su sencillez y esos colores neutros son la base de su éxito y es en gran medida lo que se debe copiar para decorar esa casa que se quiere vender o alquilar. Lo mejor no solo es que se tardará menos en conseguirlo, sino que esa decoración también la revaloriza.