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Versátiles, ligeros y muy prácticos: aprende a decorar con bancos

Ofrecen asientos extra y espacio de almacenaje, por lo que se pueden colocar en cualquier estancia

No es uno de los muebles que a priori tengamos en mente a la hora de decorar nuestras casas, pero pueden salvarnos de más de una dificultad. Y es que los bancos son perfectos para ocupar u n rincón vacío, para tener un asiento extra que apenas ocupa e, incluso para darnos ese espacio de almacenaje que tanta falta nos hace en casi todos los hogares.

En madera y estilo rústico para casas más clásicas, en metal para ambiente más sofisticados, en la cocina o la terraza, con cajones o de estructura ligera: hay miles de posibilidades de decorar con bancos. Si no te habías planteado poner alguno en casa, tal vez ha llegado el momento. Y para que veas lo prácticos y estéticos que pueden llegar a ser, aquí tienes algunas ideas para decorar con ellos.

Bancos para decorar la entrada de casa

Los recibidores no siempre son muy grandes. Poner un mueble que sea voluminoso se comerá el espacio y entorpecerá el paso. Los bancos son la solución más ligera y versátil. Un banco ligero puede resultar muy decorativo si lo acompañas de una lámpara de pie o una planta y un espejo en la pared. No necesitarás más para tener un recibidor de revista.

banco tapizado con espejo

Si necesitas sitio para dejar zapatos o guardar algún accesorio, la solución es un banco con estantes o cajones en la parte inferior o con tapa abatible, como un baúl. Con unos cojines bonitos, el resultado será espectacular y muy práctico, porque el banco te servirá también de descalzador.

Bancos en el comedor o la cocina

Cuando el espacio no sobra, los bancos son perfectos porque ocupan mucho menos que las sillas. Poner un banco pegado a la pared hará que puedas aprovechar mucho más el hueco disponible y que incluso puedas permitirte el lujo de poner una mesa algo más grande. Puede ser un banco corrido en la pared ( es decir, fijo) o uno exento que puedas mover a tu antojo.

Bancos en el dormitorio

En un dormitorio, un banco es un detalle decorativo muy práctico. Por ejemplo, a los pies de la cama te servirá de descalzador y, si optas por uno de estructura ligera, visualmente no ocupará mucho. También puedes colocarlo debajo de la ventana, si tienes sitio para ello, tendrás un pequeño espacio para sentarte a leer un rato o, simplemente para relajarte viendo el paisaje. Y, si la ventana está enmarcada entre paredes, haz uno a medida con almacenaje, más práctico, imposible.

También en dormitorios infantiles, los bancos encajan a la perfección. Pero mejor bancos con alguna idea de almacenaje: tapa abatible, cajones o puertas. De esta manera los peques tendrán un lugar en el que recoger los juguetes. Si añades unos cojines de colores y estampados divertidos, le darás un toque alegre y divertido a la habitación.

En terrazas pequeñas, siempre bancos

En grandes terrazas, bancos corridos que ocupen la zona perimetral son geniales para tener una zona de comedor y una de estar más amplias. Pero esta idea es mucho más práctica en las terrazas más pequeñas. Bancos de obra o de madera hechos a medida aprovechan al máximo el espacio y te permitirán tener ese rinconcito chill out con el que sueñas, pequeño pero encantador y muy cómodo.

Otras soluciones para decorar con bancos

Una idea muy práctica en todos los sentidos es la de integrar un banco en un mueble, es decir, rodearlo de estanterías o armarios. Es una solución ideal para ganar no solo un asiento extra, también para tener algo más de espacio para guardar cosas. Si te apetece tener un rincón de lectura, es una de las mejores soluciones para conseguirlo. Y también lo es para recibidores. Lo más aconsejable es que sea a medida, de esta forma podrás adaptar ese banco al sitio que más te apetezca.

Y si tienes escalera en casa y no sabes cómo ocuparla, un banco adosado e una buena forma de aprovechar ese espacio que tantas veces queda muerto. Aquí también es buena idea optar por uno que tenga alguna solución de almacenaje, de esta manera podrás despejar otros armarios, lo que nunca viene mal.

Una última idea, usar bancos pequeños, simplemente como elemento decorativo. Por ejemplo, para colocar unos libros o alguna figura en ese rincón del salón que ahora está vacío o para darle un toque vintage al jardín si optas por uno de esos bancos clásicos de forja lacada en blanco o en tonos pastel.

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