A estas alturas todos tenemos claro que la cocina es uno de los lugares de nuestra casa que tiene un mayor consumo energético, principalmente, porque es la que tiene un mayor volumen de electrodomésticos de más potencia, los cuales solemos utilizar a diario.
No obstante, existen ciertas pautas que pueden ayudarnos a reducir ese gasto como, por ejemplo, modificar la forma en la que empleamos nuestros electrodomésticos o, incluso, cambiarlos por otros más nuevos. Hoy te explicamos cuánto podrías ahorrarte en caso de que te deshagas de tus dispositivos antiguos y elijas otros más eficientes.
Cuánto podemos ahorrar al cambiar nuestros electrodomésticos viejos
Los electrodomésticos son dispositivos que solemos usar de manera diaria y, precisamente por eso, necesitamos que estén en buenas condiciones. No obstante, no son dispositivos especialmente baratos, motivo por el cual solemos esperar hasta última hora para cambiarlos. Pero, ¿sabías qué mantener tus electrodomésticos antiguos puede estar aumentando el importe de tu factura de la luz? Para que puedas hacerte una idea de cuánto podrías ahorrar si eliges electrodomésticos eficientes, vamos a ahondar en esta cuestión a continuación.
Electrodomésticos eficientes, la clave para conseguir un mayor ahorro
Lo primero que debemos señalar es que, definir la cantidad económica exacta que podríamos ahorrar, no es una tarea sencilla, puesto que depende del tipo de aparato, su potencia, los años que tiene, etc. Es decir, no es igual pasar de un frigorífico de hace 30 años a uno que sea el último modelo, que hacerlo desde un modelo algo más antiguo pero sin llegar a tener más de 5-7 años.
Siguiendo con este ejemplo, si hablamos de un frigorífico muy antiguo, podemos estar ante un consumo de 60-80 kWh al mes. Mientras que uno más moderno y de clase energética A puede consumir sobre 15-20 kWh. Una diferencia que, en términos económicos, se podría traducir en unos 8 o 9 euros. Esto nos hace ver que, cuanto más antiguos sean los electrodomésticos, más notaremos la diferencia en caso de optar por un modelo más nuevo y con mayor eficiencia energética.
También ocurre con otros electrodomésticos que hay en nuestra vivienda
Pero, aunque la cocina sea la que más consume, no es la única que puede beneficiarse del cambio de aparatos tecnológicos. Si, por ejemplo, cambiamos la televisión, también podremos ahorrar unos 5 euros al mes en el caso de aquellos modelos que sean más antiguos y, además, mejoraremos también la calidad de imagen de nuestro dispositivo.
Lo mismo ocurre con el aire acondicionado, otro de los aparatos de nuestra casa que más consume. Los modelos más antiguos pueden llegar a consumir hasta un 50% más que aquellos modelos que incorporan funcionalidades más modernas. Y es que, según la OCU, de media un aire acondicionado moderno suele consumir 1 kWh, pero en el caso de los más antiguos este consumo puede ser de 1,5 e incluso llegar a 2 kWh.
De esta forma, si usamos el aire acondicionado una media de unas 4 horas al día, hablaríamos de que a final de mes puede haber una diferencia de alrededor de unos 20 euros. Una cifra nada desdeñable, sobre todo si lo sumamos a consumo extra de alguno de los otros electrodomésticos.
Sobra decir que, estos mismos ejemplos, se pueden aplicar a otros electrodomésticos como lavavajillas, lavadora, horno, etc. De manera que, si nos ponemos a sumar el ahorro de cada uno de ellos, podríamos estar hablando de una cifra que ronde, ni más ni menos, que los 100 euros al mes. Así que, como ves, aunque te dé pereza tener que pasar por el proceso de cambio de electrodomésticos, este puede aportarte más beneficios a la larga y, además, a día de hoy existen muchos métodos para financiarlos.