El precio del gas está en boca de todo el mundo, tanto empresas como consumidores. La crisis energética derivada del conflicto de Ucrania nos está pasando factura y el precio de los combustibles es lo que más afectado se ha visto.
De hecho, muchas personas tienen una grave preocupación este invierno y es saber cómo van a hacer frente al pago de la factura de la calefacción.
Pero hay un lugar de España en el cual esta preocupación no está tan marcada por diversos motivos. Si quieres saber de qué sitio te hablamos y por qué se mantienen ajenos a esta problemática, solo tienes que continuar leyendo.
La Comunidad Autónoma sin preocupaciones por el precio del gas
El frío ha tardado en azotar los termómetros, dejándonos una temporada de otoño en la cual apenas hemos tenido que hacer uso de la calefacción. Pero, una vez llegado el invierno oficialmente, las cosas han comenzado a cambiar.
La bajada de temperaturas ha provocado que en diversas zonas de España hayan tenido que encender estufas, calentadores y calderas, con el consecuente coste que esto supone para los consumidores.
Y es que, en un año marcado por la subida histórica del precio del combustible, la preocupación por cuánto nos va a costar encender la calefacción este año está en la mente de toda la población. O de casi toda, porque hay una Comunidad Autónoma que no se ve amenazada por esta cuestión.
Hablamos de Andalucía, la comunidad ubicada más al sur del país. Esta zona geográfica se caracteriza por diversas cuestiones y, una de ellas, es que las temperaturas suelen ser suaves durante todo el año. Esto permite un menor uso de sistemas como la calefacción.
De hecho, este año estamos hablando de que en ciudades como Sevilla o Málaga, la temperatura media es de 16 grados. Mucho más elevada de lo que sería esperable para esta época del año.
Calefactores y estufas, los preferidos por los habitantes de estas ciudades
Pero, ¿por qué el consumo de calefacción es menor en Andalucía? La respuesta es sencilla: muchas casas no disponen de radiadores ni calderas, por lo que no consumen apenas gas.
De hecho, en una gran parte de las viviendas, funcionan con termos eléctricos, que son los que les permiten calentar el agua para lavar los platos o ducharse. Una cuestión que, lejos de ser un problema, supone un gran ahorro energético para los usuarios.
Pero este no es el único factor, el hecho de que las temperaturas suelan situarse alrededor de los 15 grados, también favorece que no haya que hacer un mayor uso de la calefacción. Con abrigarse apropiadamente o utilizar una manta, es más que suficiente.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando los vecinos de estas ciudades tienen frío? Lo normal es recurrir a aquellos artefactos que nos permiten calentar una estancia rápidamente, como puede ser el caso de los calefactores o las estufas. Incluso en algunas viviendas cuentan con la instalación de una chimenea tradicional.
Todas estas cuestiones son las que favorecen que sea una de las Comunidades Autónomas que menos preocupadas se encuentran por su consumo energético. Lo que no significa que este año no tengan que tomar otras medidas para ahorrar y así hacer frente de manera más efectiva a la cuesta de enero.