La búsqueda de la perfección es un tema recurrente que acompaña a muchas de las tareas que llevamos a cabo en nuestros hogares y en el trabajo, con relación al orden la perfección puede ser flexible y Marie Kondo al igual que tus armarios pueden disfrutar de la necesaria holgura para permitir ciertos errores en la búsqueda de esta perfección, sin dejar de mantener el enfoque de orden y organización que todos buscan para generar alegría y productividad.
La rigidez al extremo es dañina, así que en muchos casos es necesaria una dosis de elasticidad tanto para las rutinas como para los resultados obtenidos. El método KonMari de Marie Kondo es categórico con relación a alcanzar altas cuotas de orden y organización, las cuales desembocan en alegría y felicidad y por consiguiente en espacios que sean promotores de salud, ahorrando tiempo y espacio y creando energías positivas al mejor estilo de Marie Kondo.
El armario de Marie Kondo libre de perfección
Cada caso ofrece peculiaridades de altísima particularidad con respeto a las necesidades de limpieza y de orden, con variables que permiten que las cosas puedan complicarse o en caso contrario favorecer resultados rápidos y casi perfectos. La existencia de niños, el tamaño de los espacios y la cantidad de ellos determinarán las soluciones viables y personales para dar solución a los problemas, todos ellos con diversas y variadas cuotas de éxito.
Estas cuotas de éxito no tienen por qué estar ancladas a un medidor de precisión y de perfección, aunque sería lo ideal, es importante recalcar que en muchas oportunidades es imposible conseguir esta perfección y más que ello es una tarea titánica el conseguir lograrla. De allí qué cuotas de éxito que sobrepasen el 75 % de los planteamientos a conseguir pueden catalogarse como de exitosas y superar con creces las pruebas establecidas y planificadas.
Marie Kondo y las diversas perspectivas de orden
El armario perfecto posiblemente no exista y es que además de ser un tema relativo, también tiene implicaciones que tienen que ver con las diversas percepciones que tenemos cada uno de nosotros acerca de la perfección. Para mí, para mi madre y para mi mejor amiga, la perfección del armario es amplia y distante con respecto a los resultados buscados, debido a agendas, gustos y espacios que son diversos y que es sumamente difícil ponderar de un modo equitativo.
Los diversos ritmos de vida y los famosos estilos minimalistas que tanto abundan en las revistas donde predominan los colores pasteles y la perfección de los armarios, son ejemplos inalcanzables y fuera de la realidad para aquellas madres que tienen hogares con niños pequeños. Y es que una cosa son los armarios perfectos y otra es mantener esta perfección dentro de un armario que sea medioambientalmente sostenible y allí radica otro de los problemas a tratar.
Un armario bello y cargado de objetos donde además tengas la posibilidad de estrenar o de escoger entre una infinidad de zapatos y prendas es inviable e insostenible, más allá de la belleza que el espacio ofrezca. Esta responsabilidad podría chocar de frente con las enseñanzas de perfección de Marie Kondo y la escritora lo ha descubierto, modificando la percepción que todos tenemos sobre la perfección y permitiendo la flexibilidad de la que estamos conversando.
La perfección del armario para ser sostenible
La responsabilidad de un armario es posible medirla en dependencia de las cuotas de soluciones que entrega a la vida de las personas, además de alegría y de suplir las necesidades de almacenamiento, orden y limpieza que se requieren en los hogares. Esta sostenibilidad puede ser mejor que la perfección visual y es que es capaz de ofrecer una perfecta armonía entre lo comprado y lo desechado, siempre manteniendo el reciclaje y evitando la contaminación textil.
Una confesión de Marie Kondo que deja muy claro que las cosas en muchas oportunidades van en sentido contrario a su belleza visual, la cual aunque es de suma importancia en el aspecto decorativo, puede carecer de funcionalidad cuando tratas de darle una simple connotación hacia la perfección, de allí que es mucho mejor contar con armarios funcionales y dispuestos a ayudarte aunque no sean perfectos.