Calentar una vivienda es algo que puede ayudarnos, no solamente a afrontar el frío, sino también a evitar ciertos problemas como humedades, corrientes de aire, etc. Y, para hacerlo, podemos recurrir a diversos sistemas como las estufas de pellets, los calefactores o las calderas.
Con respecto a estas últimas, las calderas de gasoil son una alternativa que se encuentra muy extendida dadas sus múltiples ventajas, pero también pueden presentar ciertos inconvenientes de los cuales venimos a hablarte hoy. Así que, si quieres saber cuáles son los problemas habituales de las calderas de gasoil, te aconsejamos que sigas leyendo.
Las 5 averías más comunes de las calderas de gasoil
Si buscas un sistema que funcione de manera eficiente a la hora de calentar tu vivienda, las calderas de gasoil pueden ser una excelente alternativa por muchos motivos.
No obstante, debemos ser conscientes de que este tipo de dispositivos pueden sufrir ciertas averías que es necesario solucionar a la mayor brevedad posible. Y hoy te vamos a hablar de cuáles son las más comunes para que puedas detectarlas a tiempo. ¡Toma nota!
Fallos en el funcionamiento de la llama
Cómo bien sabes, en este tipo de calderas se enciende una llama que es la que nos indica que están funcionando correctamente. Pero, en ocasiones, esta puede cambiar de color, parpadear o incluso apagarse. Estos signos nos están indicando un funcionamiento deficiente de la caldera que puede dar lugar a una avería mayor, por lo que es importante revisarlos rápidamente.
Bajada de presión
La presión de las calderas debe situarse alrededor de los 1,5 bares para que esta funcione correctamente y nos proporcione agua caliente. De manera que, si la cifra se sitúa más baja, lo más probable es que experimentemos problemas. La mayor parte de las veces este problema no tiene mayor relevancia y puede solucionarse volviendo a meter presión a la caldera.
Daños en la bomba de distribución
Otra de las situaciones que podemos encontrarnos es que la caldera se encuentre funcionando, pero los radiadores no aumenten su temperatura. En este caso, el problema suele estar en la bomba de distribución, que es la encargada de repartir esa agua caliente entre los distintos dispositivos de la casa. Muchas veces requiere un cambio de esta pieza, ya que no se puede arreglar.
El quemador se ha dañado
A veces el problema está en que el agua que se encuentra en circulación no consigue la temperatura necesaria para calentar adecuadamente los radiadores porque el quemador se ha dañado. Esta avería afecta de manera directa al funcionamiento de nuestra caldera y suele ser una de las más costosas.
Fuga de agua a través de la válvula de seguridad
Finalmente, también existe la posibilidad de que tengamos alguna fuga de agua que esté afectando al funcionamiento de nuestra caldera al disminuir la presión de la misma. Esto suele detectarse fácilmente porque aparecen charcos o notamos que los elementos de la caldera están mojados.
La mejor manera de cuidar nuestra caldera, la prevención
Existen muchos tipos de averías que pueden afectar al funcionamiento de nuestra caldera y que conllevan un arreglo inmediato de la misma, lo que supone un gran desembolso por parte del afectado. Por eso nuestro consejo es que lleves a cabo las tareas de mantenimiento habitual que requieren este tipo de elementos. Estas te servirán para tener tus dispositivos controlados y detectar posibles problemas más graves antes de que estos ocurran.