Brad Pitt ha hecho un negocio redondo, y seguramente se haya quedado encantado. Casi tanto, o mas, que la casa que acaba de vender por 40 millones de dólares, un precio 24 veces superior al que la estrella de Hollywood desembolsó por ella en los años 90 (1,7 millones de dólares). Una mansión de 500 metros cuadrados ubicada en el barrio de Los Feliz, en Los Ángeles, en la que, dicen, eran frecuentes los fenómenos paranormales.
En esta propiedad, que muchos aseguran que estaba encantada, el actor vivió durante casi 30 años. Se la compró en 1994 a la actriz de cine de terror Cassandra Peterson, más conocida como «Elvira», y allí convivió con la también actriz Jennifer Aniston, con la que estuvo casado entre 2000 y 2005; así como con Angelina Jolie, de la que se separó en 2016, y con los seis hijos de la pareja.
Brad Pitt vende la mansión de Los Ángeles donde vivió con Angelina Jolie y con Jennifer Aniston
Su anterior propietaria asegura que, antes de venderle a Pitt la propiedad, le alertó en varias ocasiones sobre los supuestos fantasmas que vivían en ella -Peterson incluso realizó un exorcismo en la mansión para ahuyentarlos, al parecer, sin éxito-. Un dato que, lejos de hacer que el actor desistiera de la compra, le alentó más a adquirirla. Y es que, al parecer, no sólo había presencias extrañas. Había más fenómenos inexplicables, y todo le pareció perfecto al actor.
Según Peterson, los espíritus deambulaban por todos los lados. Entraban y salían de las habitaciones, algunos se sentaban en la chimenea e incluso había un fantasma de una mujer flotando en la piscina. Algo que, incluso para una actriz que se había hecho famosa con el cine de terror, era demasiado espeluznante. Y no sólo para ella, también para su marido y el personal de servicio de la casa, quienes corroboran su versión.
Cuando compró la casa, su anterior propietaria dijo en ella había fantasmas
La historia de esta casa data de 1910, año en la que fue construida por un magnate del petróleo que se arruinó y se suicidó tras el «crack del 29». Desde entonces fue pasando de mano en mano, pero parece que las fiestas, las orgías y los excesos fueron un denominador común. En el año 1960 la compró el actor Mark Hamill, protagonista de «La guerra de las galaxias» y las desgracias se sucedieron una detrás de otra.
La pareja de Hamill se cortó el cuello en la habitación que compartían ambos en la mansión. Después, la actriz Ziegfield Follies apareció ahogada en la piscina azul de la casa. Tiempo después, el músico y productor Mark Peterson se hizo con e inmueble, bautizado como «Villa Feliz», y se lo regaló por su cumpleaños a su esposa Cassandra Peterson, quien finalmente se la vendió a Pitt.
Pitt amplió la casa con el paso de los años y la decoró personalmente
El ganador de dos premios Oscar, gran aficionado a la arquitectura, compró los terrenos adyacentes y amplió la mansión original, un inmueble que pasó de 500 a más de 2.000 metros cuadrados. En total, la finca que acaba de vender tiene más de 8.000 metros cuadrados. Cuenta con una casa principal y otras cuatro más pequeñas que fue adquiriendo con el paso de los años.
La mansión principal tiene seis habitaciones y siete baños, además de una enorme piscina exterior, pistas de tenis y hasta una pista de skate y otra de hielo. De ahí que su precio se incrementara tanto. En cuanto a la decoración, es modernista con un punto zen, y en su interior hay muebles de estilo tradicional japonés y otros más europeos y contemporáneos. Fue el propio actor, apasionado de la arquitectura, el que se encargó de buscar tanto los muebles como los materiales.